El aguijón de Fermín

FC Barcelona

El centrocampista andaluz dura en el campo lo que indica su dorsal, 16 minutos, tiempo suficiente para marcar y ser expulsado vía VAR

SEVILLE, SPAIN - FEBRUARY 09: Fermin Lopez of FC Barcelona scores his team's second goal with a header during the LaLiga match between Sevilla FC and FC Barcelona at Estadio Ramon Sanchez Pizjuan on February 09, 2025 in Seville, Spain. (Photo by Fran Santiago/Getty Images)

Fermín adelantó al Barcelona con el 1-2 gracias a este remate

Fran Santiago / Getty

Aveces poco más de un cuarto de hora sirve para mucho. A veces una pequeña dosis es tan intensa que marca la noche. En ocasiones el partido de un futbolista es como un perfume de alta gama. Gotitas selectas y un aroma permanente. Eso es lo que le ocurrió en el Sánchez Pizjuán al pequeño Fermín. Salir, besar el santo y adelantar al Barça en el primer balón que tocaba, con la cabeza y de remate picado. Como el aguijón de una abeja. Celebrarlo con su saludo militar, imitado detrás de él por Lewandowski y disfrutarlo con los compañeros que le reconocen su generosidad y camaradería.

Chaval de los que hacen equipo, ha sido esta temporada más veces suplente que titular (17 por 9) pero siempre que juega va a por todas. De inicio o como revulsivo y no tan descaradamente como Gavi, pasado de vueltas en Nervión, pero también con una intensidad que no se discute.

El andaluz metió su cuarto gol en los últimos cinco partidos y fue expulsado por una entrada imprudente

Una intensidad que le jugó una mala pasada porque el bueno de Fermín, con cara de no haber roto un plato y de lucir siempre un traje para hacer la primera comunicación, salió del partido tal y como entró, a toda máquina. Realizó una dura entrada deslizándose por el suelo y levantó la pierna para impactar en el choque con el sevillista Sow. El colegiado Hernández Hernández le mostró amarilla pero desde el VAR Del Cerro Grande le conminó a mirar las imágenes. Mal asunto siempre cuando ocurre eso. La expulsión se mascaba entonces y así fue. A la calle. Roja directa. Entrada imprudente y castigo máximo. No se puede decir que el colegiado tomara una decisión injusta pero dejarlo en amarilla tampoco habría sido un escándalo. Sobre todo teniendo en cuenta que Guillamón se fue de rositas tras atropellar a Pedri en la Copa y que Ceballos no fue expulsado en el derbi por una entrada agresiva. Pero Fermín solo estuvo 16 minutos sobre el campo.

En los premios Goya habría optado al mejor cortometraje. Apenas un visto y no visto pero habiendo dejado su sello.

El de centrocampista con más verticalidad del Barça. Por eso estaba frustrado hasta hace unas semanas, cuando había desperdiciado ocasiones y solo contaba en su casillero con un gol en Belgrado. En los últimos cinco partidos en cambio ha gritado un tanto suyo en cuatro ocasiones. Tres de ellos al Valencia, dos en la Liga y 1 en la Copa, y el otro al Sevilla, en el Pizjuán. Un campo en el que ya marcó la temporada pasada cuando se lo dedicó a Xavi, en el último encuentro en el banquillo del técnico de Terrassa.

En su actual coyuntura es una lástima su expulsión, que le impedirá jugar contra el Rayo. Porque el de El Campillo ha recuperado el duende con el gol e incluso ha mejorado en el juego combinativo, en los espacios cortos, esos que le cuestan más que el galope. No podrá estar ante el Rayo y al primero que le supo mal dejar a su equipo en inferioridad fue a él, acostumbrado a correr sin balón, a tirar desmarques de ruptura, a esforzarse y a granjearse una carrera a golpe de yunque y de cincel.

En su ausencia sus compañeros supieron manejarse. Igual que hicieron contra el Madrid cuando expulsaron a Szczesny los barcelonistas controlaron la situación con una madurez palpable. El trabajo ya estaba hecho. Fermín fue la catapulta para la victoria.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...