Por Katie Ledecky (28), la gran dama de la natación, no pasan los años. Ni el tiempo de inactividad. Desde los Juegos Olímpicos de París, hace nueve meses, no se sumergía en la alta competición, y en solo cuatro días en las TYR Pro Swim Series de Fort Lauderdale (Florida, EE.UU.) ha rozado dos récords mundiales, de los 1.500 y 400 libre, y ha destrozado la plusmarca universal de los 800 libre, su distancia fetiche, en su poder desde los Juegos de Río del 2016... cuando tenía solo 19 años.
El reinado de Ledecky no se extingue, a pesar de la irrupción de las jóvenes talentosas Summer McIntosh y Ariarne Titmus, que se le acercó como nadie en la final olímpica de los 800 m en La Défense. En París, el oro en su distancia predilecta cerró sus cuartos Juegos como la nadadora más laureada de la historia, con 14 medallas olímpicas (9 de oro), además de lograr la gesta de haber ganado en sus cuatro participaciones (desde Londres 2012) una misma final, la de los 800, claro, igualando a otra leyenda como Michael Phelps (cuatro oros seguidos en los 200 mariposa entre Atenas 2004 y Río 2016).
Tras nueve meses inactiva
En las TYR Pro Swim Series de Fort Lauderdale (Florida), en cuatro días, Ledecky ha rozado los récords mundiales de los 1.500 y los 400 m libre, y destrozaba el récord del 800
Como de rentas, medallas y recuerdos dorados no se vive, Ledecky irrumpía en la piscina de Fort Lauderdale con aire renovado tras una invierno de duro trabajo para recuperar la mejor forma física. “Hay muchos días difíciles. Hay muchas carreras desafiantes, pero me encantan. Me encanta fijarme metas y perseguirlas”, decía a la cadena CBS en pleno proceso de carga.

Katie Ledecky tras establecer el nuevo récord de los 800 m
En la piscina de Fort Lauderdale, el miércoles ya registraba la segunda mejor marca de la historia en los 1.500 libre (distancia en la que ostenta el récord mundial, en 15m20s48), y el jueves nadaba los segundos 400 m libre más veloces batiendo a McIntosh. Fue el preámbulo del récord mundial de los 800 m que establecía ayer en 8m04s12, es decir, 67 centésimas menos que su anterior récord del 2016.
Era el 16.º récord mundial (en pruebas individuales) de Ledecky, el primero que se apunta en siete años, desde el de la vigente plusmarca de los 1.500 que estableció en Indianápolis en mayo del 2018. Con este nuevo registro, Ledecky ya almacena las 18 mejores marcas de la historia en los 800 m.
No puedo parar de sonreír. El año pasado estuve muy enferma y no sabía que iba a ser un año tan bueno; todo este año he estado bien de salud, los entrenamientos han sido fantásticos y voy día a día”
“No puedo parar de sonreír”, decía Katie emocionada con su gesta. “El año pasado estuve muy enferma y no sabía que iba a ser un año tan bueno; todo este año he estado bien de salud, los entrenamientos han sido fantásticos y voy día a día”, explicaba la nadadora, que en sus recientes memorias (Just Add Water: My Swimming Life, 2024) confesaba que padece el síndrome de taquicardia ortostática postural (POTS), un trastorno del sistema nervioso que afecta funciones corporales que no requieren pensamiento consciente, como la presión arterial y la frecuencia cardíaca.