Topuria es fuego. Cualquiera que haya escuchado su nombre sabe que no se quiebra, que no duda, que no se detiene. Y lo más fascinante es que no hace falta seguir las artes marciales mixtas (MMA) para reconocerlo. En el último año, su nombre ha sonado con fuerza, y no solo por sus victorias, sino por lo que transmite: la energía imparable de quien cree, sin fisuras, en sí mismo.
Lo que convierte a Ilia Topuria en campeón no es solo su físico ni su disciplina, aunque ambos son esenciales. Lo que realmente marca la diferencia es su mente: esa capacidad para visualizar el triunfo antes de que ocurra. Lo que él manifiesta no es un acto de fe ciega, sino una creencia tan arraigada que termina moldeando su realidad. Cuando uno se siente campeón antes de serlo, todo, entrenamiento, entorno, decisiones, empieza a alinearse con esa identidad.
Si te visualizas ganando, hablas como un campeón y piensas como uno, tu comportamiento inevitablemente se alinea con esa identidad
No se trata de magia, ni de destino. Es foco. Es convicción. Es convertir los sueños en objetivos, y los objetivos en hechos. Cuando tienes claro quién eres y hacia dónde vas, hasta el universo parece acompañarte.
Desde La Vanguardia hemos hablado con Ángel Rodes, psicólogo deportivo, para entender qué hay detrás de la mentalidad de campeón de Topuria. “Lo que más destaca en Ilia es su convicción inquebrantable. Tiene una seguridad interna que no se tambalea, ni siquiera cuando las cosas se ponen feas”, explica Rodes.

Topuria
Esa fortaleza psicológica se traduce en autoconfianza, pero también en claridad de propósito, resistencia mental y una identidad construida con firmeza. “Él no actúa como un campeón, él se siente campeón antes de tener el cinturón. Y eso no es solo motivación, es una creencia tan profunda que moldea cómo piensa, cómo entrena y cómo compite”, añade.
Cuando un deportista cree de verdad que va a conseguir algo, no es solo un tema de autoestima, es que su cerebro empieza a trabajar en esa dirección
Además, Topuria ha trabajado a fondo su gestión emocional. “No es impulsivo ni reactivo. Incluso en la jaula se le ve calculador, frío, centrado. Esa capacidad para mantener la calma bajo presión es de lo más difícil de entrenar. Y, sin embargo, él lo hace parecer fácil”, concluye el psicólogo.
Topuria repite con mucha seguridad que será campeón incluso antes de serlo. ¿Cómo influye esta convicción en el rendimiento de un deportista?
Influye muchísimo. Cuando un deportista cree de verdad que va a conseguir algo, no es solo un tema de autoestima, es que su cerebro empieza a trabajar en esa dirección. Lo que dices y repites, te lo crees. Y lo que te crees, lo acabas haciendo realidad. Esa convicción no es magia ni arrogancia.
Es ciencia y se llama profecía autocumplida. Si tú te visualizas ganando, si hablas como un campeón, si piensas como un campeón… tu comportamiento se adapta a esa identidad. Entrenas más, cuidas los detalles, aguantas más la presión y tomas decisiones desde la confianza. Y eso se nota en el rendimiento.
¿Es lo mismo tener confianza que tener ego? ¿Dónde está el límite?
No es lo mismo, y ese matiz es importante. La confianza viene de dentro, de conocerte, de saber lo que has trabajado y lo que eres capaz de hacer. El ego, en cambio, suele ser más superficial: se alimenta del reconocimiento externo, de lo que aparentas. El problema es cuando luego tapa la realidad.
Hay deportistas que están en una forma espectacular, pero que en cuanto entran en al octágono, se bloquean, dudan o se desbordan emocionalmente
Cuando crees que eres invencible y dejas de escuchar, de aprender o de adaptarte. Ahí es donde puede ser perjudicial. Ilia, por ahora, no parece caer en eso. Aunque tiene una actitud muy dominante, también es muy consciente de su disciplina y de que todo se gana en el gimnasio, no solo en la cabeza.
¿En deportes tan duros como las artes marciales mixtas, la cabeza puede pesar más que el físico?
Sin duda. Obviamente necesitas un físico brutal, técnica, táctica… Pero si la cabeza no acompaña, todo eso se puede venir abajo en segundos. Hay peleadores que está en una forma espectacular, pero que en cuanto entran en al octágono, se bloquean, dudan o se desbordan emocionalmente.
Ilia no solo entrena los golpes, sino también su diálogo interno, sus rutinas y su presencia
Ahí es donde se ve quien tiene una mentalidad trabajada. En MMA, el factor mental es clave: mantener la calma, leer al rival, no entrar al juego emocional, saber adaptarte si el plan A no sale… Eso no solo físico, es cabeza y de la buena.
¿Qué papel juega el miedo en este tipo de deportes?
El miedo está siempre. Y el que diga que no lo siente, miente o no es consciente. Pero el tema no es eliminarlo, es relacionarte bien con él. El miedo puedo ayudarte: te activa, te hace estar más alerta. El problema es cuando te paraliza o te hace dudar.
Hay personas que nacen con una predisposición brutal: tolerancia al estrés, impulsividad bien regulada y ambición natural
Se entrena con exposición, con visualización, con control respiratorio y sobre todo, con preparación mental constante. Cuando tú ya has vivido ese momento 1000 veces en tu cabeza, el día de la pelea no te coge por sorpresa. Ilia, seguro que ha entrenado, no solo golpes, sino también su diálogo interno, sus rutinas y su presencia en ese momento.

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¿Se puede enseñar esa mentalidad o hay personas que simplemente nacen con ella?
Hay personas que nacen con una predisposición brutal: tolerancia al estrés, impulsividad bien regulada, ambición natural. Pero eso no significa que la mentalidad no se pueda entrenar. De hecho, se entrena como cualquier otra habilidad.
El cuerpo es importante, pero la mente es lo que marca la diferencia: te hace tomar buenas decisiones y aguantar un mal golpe sin venirte abajo
La diferencia es que no todos están dispuestos a hacer ese trabajo mental, porque a veces es incómodo: enfrentarte a tus miedos, revisar tus creencias, salir de tu zona de confort. Pero si alguien está dispuesto a trabajarlo, esa mentalidad de campeón se puede construir, paso a paso. Ilia seguramente tenía parte de eso desde pequeño, pero sin duda lo ha entrenado y lo sigue entrenando cada día.
Topuria ha dicho frases como: mi mente es mi arma. ¿Qué significa esto desde tu visión como psicólogo?
Significa que ha entendido una verdad brutal: el cuerpo es importante, pero la mente es lo que marca la diferencia. Lo que te hace tomar buenas decisiones, lo que te permite aguantar un mal golpe sin venirte abajo, lo que te mantiene frío cuando el otro intenta sacarte de tu centro… Todo eso es mente.
Los campeones no improvisan su mente antes de competir. Saben exactamente qué hacer para entrar al octágono
Cuando Ilia dice que su mente es su arma, está diciendo: “pueden golpearme, pueden intentar provocarme, pero no pueden entrar en mi cabeza”. Y eso es oro. Esa es la mentalidad que no solo gana peleas, sino que construye carreras.
¿Qué importancia tiene las rutinas mentales antes de una pelea o competición?
Las rutinas mentales son clave. Antes de una pelea, no puedes dejar que tu cabeza vaya por libre. Necesitas anclas: cosas que conecten contigo mismo, que te centren. Respiraciones, frases clave, visualizaciones, repasar el plan… Cada uno tiene la suyas, pero todos los grandes tienen un ritual que les activa y les coloca en modo combate.
Ningún campeón se construye solo. Si alrededor tienes personas que te apoyan, que te mantienen con los pies en la tierra, que te exigen desde el cariño, eso se nota
Los campeones no improvisan su mente antes de competir. Saben exactamente qué hacer para entrar al octágono con el foco puesto, sin ruido mental. Y lo hacen siempre igual, porque la rutina da control, y el control baja la ansiedad.
¿Cuánto influye el entorno, la familia o el equipo en la construcción de esa fortaleza mental?
Influye muchísimo. Ningún campeón se construye solo. Si alrededor tienes personas que te apoyan, que te mantienen con los pies en la tierra, que te exigen desde el cariño, eso se nota. Y también es clave el equipo técnico: los entrenadores, los preparadores físicos, el psicólogo si lo tiene…

El luchador hispano georgiano Ilia Topuria, recientemente proclamado campeón del peso pluma de la UFC
Porque esa red es la que te sostiene cuando flaqueas, la que te recuerda quién eres, la que no te deja caer en el ego o en la duda. En el caso de Topuria, se nota que tiene un círculo fuerte, que cree en él y le ayuda a seguir en su centro.
El cerebro no distingue entre lo que imagina vívidamente y lo que realmente haces. Así que cada visualización es una repetición más
La visualización es una técnica habitual entre atletas de élite. ¿Por qué es tan eficaz?
La visualización es una herramienta brutal, y sí, muchos atletas de élite la usan. Imaginarte en el octágono, ver cada movimiento, sentir la adrenalina, anticipar reacciones… El cerebro no distingue entre lo que imagina vívidamente y lo que realmente haces. Así que cada visualización es una repetición más.
Pensar como un campeón es levantarte cada día con propósito, competir contigo mismo, resistir la presión y no depender del resultado para mantener tu esencia
En el caso de Topuria, no conozco plenamente su rutina mental, pero por cómo se comporta, por cómo habla y como entra el combate, todo indica que trabaja su mente de forma estructurada. Y es muy probable que la visualización esté dentro de su rutina de entrenamiento.
¿Qué diferencia a alguien que piensa como un campeón de alguien que solo entrena como uno?
La diferencia está en la identidad. El que entrena como un campeón puede hacerlo todo perfecto físicamente: cumple con el plan, entrena duro, cuida su alimentación… Pero si no cree que es un campeón, si no lo vive por dentro, hay un techo invisible que no consigue romper.
Si no has trabajado bien la parte emocional y tu identidad está demasiado atada al ganar, una derrota puede romperte por dentro
Pensar como un campeón es otra cosa, es levantarte cada día con propósito, competir contigo mismo, resistir la presión y sobre todo, no depender del resultado para mantener tu esencia. Es actuar como si ya fueras quien quieres llegar a ser. Esa mentalidad te transforma por dentro y te empuja a un nivel que solo alcanzan unos pocos.

Ilia Topuria y Max Holloway en cara a cara del pesaje
¿Qué riesgos psicológicos puede tener la mentalidad dominante y ganadora?
Sí, puede tener riesgos si no está bien gestionada. Cuando todo va bien, la mentalidad dominante te impulsa. Pero si no has trabajado bien la parte emocional, si tu identidad está demasiado atada al ganar, una derrota puede romperte por dentro.
En la vida también hay momentos de presión, de miedo, de duda. Lo que marca la diferencia no es tanto el talento, sino la actitud mental
El riesgo es creer que si no ganas, ya no vales. Por eso es tan importante enseñar a los deportistas a separar su valor personal del resultado. Pues tener una mentalidad de campeón y perder una pelea. Lo que no puedes perder es la conexión contigo por eso. Ahí es donde entra el trabajo psicológico real.
¿Crees que la mentalidad de Topuria puede aplicarse también fuera del deporte, en la vida o en el trabajo?
Totalmente. Esa mentalidad de foco, esfuerzo, resiliencia y confianza es aplicable a cualquier ámbito. En la vida también hay momentos de presión, de miedo, de duda. Y lo que marca la diferencia no es tanto el talento, sino la actitud mental. Cualquier persona que entrena su mente, como Ilia, va a estar más preparada para los retos de la vida. Porque como dice él: “mi mente es mi arma.” Y no solo para ganar peleas, sino para enfrentarse al mundo con coraje y coherencia.