Torstein Traen se ha abonado al rojo. El maillot de ese color que le acredita como líder de la Vuelta lo combina con el culotte, pero también con el casco, con los guantes y los calcetines. Ya son tres días en lo más alto después de que en Zaragoza, donde ganó Philipsen al sprint, viviese una jornada tranquila.
En marzo del 2022, Traen disputó la Volta a Catalunya. Fue la primera vez que el noruego (Honefoss, 16/VII/1995) brilló en una prueba del calendario ProTour al quedar noveno, a 1m27s del ganador, el colombiano Higuita. Después en abril se desplazó al Tour de los Alpes, donde ganó la clasificación de la montaña, y en mayo se instaló en una concentración en Sierra Nevada con su equipo de entonces, el Uno-X. Ahí fue cuando llegó la fatídica llamada telefónica a su móvil.
Tercer día en lo más alto
Con dos minutos y medio de ventaja sobre Vingegaard, el noruego confía en defender su liderato como mínimo hasta el viernes
Al otro lado, el médico del equipo. “Has dado positivo en un control en la Volta”, le soltó. ¿Qué? Traen no entendía nada. ¿Positivo él? Algo no cuadraba.
El doctor le explicó que había dado unos niveles anormales en la hormona hCG en la sangre. “Tienes que ir enseguida a ver a un especialista. Es posible que estés enfermo”, le recomendó, porque la gonadotropina coriónica humana (hCG) puede ser un marcador tumoral útil para diagnosticar y monitorear ciertos tipos de cáncer, en especial el de testículos.
Solo entonces recordó el ciclista que había sentido algunas molestias en la zona, pero que no le había dado importancia.
Pero sí que la tenía. En Noruega le hicieron ecografías y más pruebas y le indicaron que era necesario extirparle el testículo izquierdo. El 23 de junio entraba en el quirófano. Analizando el órgano detectaron un tumor maligno de 15 milímetros pero no había evidencia de que el cáncer se hubiera extendido.
“Tengo 99 problemas, pero el cáncer ya no es uno de ellos”, escribió en sus redes Traen, que hasta en los peores momentos, Traen pensaba en regresar el ciclismo.
Menos de dos meses de la operación, el 18 de agosto, el noruego estaba en la salida en una carrera en Estonia. Y acabó el curso compitiendo con Mohoric y Vingegaard en la Vuelta a Crocia (séptimo) y subiendo al podio del Tour de Langkawi, tercero por detrás de Iván Sosa y Hugh Carthy.
A los dos meses de la operación ya estaba corriendo
Dio positivo con altos niveles de hCG en la sangre y se debía a un tumor maligno
Una recuperación magnífica que confirmó al año siguiente, en el Dauphiné y debutando en el Tour de Francia. Todas esas actuaciones le valieron su fichaje por el Bahréin, con el que en el 2024 ganó una etapa de montaña en la Vuelta a Suiza y con el que ahora lidera la Vuelta tras su escapada con Vine camino de Pal.
“Es una alegría mantener el liderato. A Torstein se le vio sólido y bien en Cerler. Se está empezando a acostumbrar a estar con los mejores de la carrera. Quizás tengamos los días contados de rojo pero estamos disfrutándolo”, explica Neil Stephens, el director del Bahréin. Este domingo en Valdezcaray Traen tendrá una nueva prueba pero con dos minutos y medio de ventaja sueña con llegar de rojo hasta el viernes en L’Angliru.