Ante el modesto Union Saint Gilloise, club histórico belga, vigente campeón y líder de su Liga, en teoría un rival con poco pedigrí propicio para despegar, el Atlético buscaba un efecto trampolín tras las derrotas ante el Liverpool en el estreno europeo (3-2) y la más reciente ante el Arsenal (4-0). No le resultó fácil. En un partido-trampa, el cuadro rojiblanco tuvo que picar mucha piedra y encomendarse a un gol en cada tiempo, de Julián Álvarez y Gallagher, y el remate final de Llorente para doblegar al sorprendente rival (3-1).
Tenía el Atlético el ejemplo del curso pasado, en un arranque idéntico con dos derrotas y un triunfo. Entonces se construyó el impulso con una sonora victoria en la cuarta jornada contra el PSG, que le permitió enlazar cinco triunfos seguidos y clasificarse quinto. En esta ocasión, el Atlético se aferraba al fortín del Metropolitano (10 victorias en los últimos 11 partidos en Europa; una sola derrota en los últimos 16) y a la visita de una supuesta cenicienta. Pero los belgas eran más lobos que corderos.
Primer tiempo
El equipo belga sorprendió por su personalidad y valentía en el arranque, pero el Atlético lo aplacó con el 1-0 de Julián Álvarez a la contra
Salió el Atlético presionando muy arriba, dispuesto a achicar al rival, pero el equipo belga no era cojo ni torpe. Los diez primeros minutos fueron de dominio visitante; el Union Saint Gilloise, descarado y sin complejos, salía con personalidad, con valentía, con presión alta y gozaba de dos ocasiones, un centro-chut de Niang que blocó Oblak y un susto por la cesión peligrosa de Ruggeri al portero polaco. “No venimos a soñar ni a ver el campo, no venimos de turistas, sino a jugar; creemos que podemos hacer algo, tenemos ambición”, advirtió su entrenador, David Hubert.
A pesar de que el Atlético se estiró y empezó a hacerse con la posesión, era el equipo belga el que ponía el peligro. Su ocasión más clara fue una galopada por la banda derecha con centro de Khalaili y remate a trompicones al primer palo de Kevin Rodríguez que se fue fuera a los 18 minutos. Un aviso serio.
El primer remate rojiblanco no llegó hasta el 23, en un disparo lejano de Julián que blocó el meta gigantesco de 2,02m Scherpen.
A la falta de control del juego y las malas sensaciones que transmitía, se sumó la lesión en una rodilla de Le Normand por un choque, por lo que tuvo que ser sustituido por Giménez a los 26 minutos. El uruguayo dispuso de la segunda ocasión local, un cabezazo demasiado cruzado a centro de Julián Álvarez (m. 31).
Fue el aviso previo al primer gol rojiblanco a los 39, que llegó en una contra marca de la casa por la banda derecha. Giuliano Simeone puso velocidad y una conducción diabólica, centró al punto de penalti, donde Julián Álvarez solventó un mal control empalando de arriba abajo con potencia.
La sentencia podría haber llegado en el 48+, pero el gol de Griezmann fue anulado por posición antirreglamentaria de Álex Baena en el arranque de la jugada.
Segunda parte
Gallagher anotaba el 2-0, pero la tranquilidad rojiblanca solo duró 7 minutos al marcar Sykes el 2-1
Reapareció tras el descanso el Atlético con una marcha más. Pudo sentenciar de nuevo Baena en el primer minuto de la reanudación, pero no controló bien la asistencia que le regaló Griezmann y que le dejó solo ante el meta belga. La buscaba el Atlético, que un minuto después tenía otra buena ocasión de Giuliano Simeone que cruzó demasiado tras ganar un balón por coraje al último defensa. E insistió con un chutazo de Ruggeri desde fuera del área que desvió McAllister a córner con la cabeza. El Atlético estaba en modo impetuoso dispuesto a matar el partido y ahorrarse sustos.
Viendo Simeone que no llegaba la sentencia, que resistía el equipo belga, movió ficha metiendo tres cambios de una tacada: Gallagher por Álex Baena, Sorloth por Griezmann y Almada por Koke.
En su primera intervención, Sorloth reclamó penalti por derribo de Sykes que el árbitro noruego Espen Eskas no consideró punible.
No se podía confiar el equipo rojiblanco, ya que el Union Saint Gilloise empezaba a sacar la cabeza con peligro. Promise David dispuso de una buena ocasión para lograr el empate (m. 69), pero su remate se fue desviado tras una combinación por alto de los belgas.
La réplica fue una galopada de Sorltoth por la derecha que desembocó en el 2-0 de Gallagher (m. 72). El delantero noruego recortó y su disparo fue rebotado por la defensa, cayó el balón a pies del inglés, que anotó desde la frontal con un tiro potente.
Poco duró la tranquilidad en el Metropolitano, porque el Union Saint Gilloise acabó rompiendo el cerrojo. A los 79 minutos, Sykes remató un centro de falta lateral de Boufal al ganar el salto a Ruggeri. El 2-1 a falta de 10 minutos metía presión a los de Simeone.
Julián Álvarez perdonó el 3-1 en un mano a mano ante Scherpen en el 89. El enorme portero envió a córner con la manopla y el Atlético no pudo respirar tranquilo hasta que anotó el tercero Llorente en el 95 al recoger un rebote de Scherpen a remate de Almada, en la jugada siguiente al disparo de Louis Patris que salvó Oblak: del 2-2 al 3-1. Sufriendo, pero cogió aire el Atlético.
