Marc Márquez no podrá regresar a las pistas para acabar la temporada de Moto GP. Pese a que su recuperación de la fractura de la escápula es buena, deberá permanecer con el brazo completamente inmóvil las próximas cuatro semanas antes de comenzar con la rehabilitación, por lo que se perderá el GP de Portugal, el de la Comunidad Valenciana y la jornada de entrenamientos en el Circuito Ricardo Tormo de Cheste, ha informado Ducati este jueves.
El piloto catalán sufre una fractura de coracoides y una lesión de ligamentos fruto de una embestida del italiano Marco Bezzecchi en el GP de Indonesia, después de que Márquez ya se hubiese proclamado matemáticamente campeón del mundo en Japón por novena vez.
“Desde que supimos del diagnóstico de la lesión, sabíamos que las posibilidades de que Marc estuviera en Valencia eran muy bajas”, reconoce el director General de Ducati, Luigi Dall’Igna, que asegura que “la prioridad es recuperarse y volver al 100% para la próxima temporada”. “Apoyamos plenamente la decisión y estamos convencidos de que no correr más riesgos es la mejor opción para todos. Le deseamos una pronta recuperación y esperamos verlo pronto de vuelta con nosotros”, sostiene la escudería en un comunicado.
Lo más inteligente es respetar el momento biológico de la lesión
Por su parte, Márquez también ha valorado positivamente este parón: “Analizando toda la situación, creemos que la mejor manera de actuar, inteligente y coherente, es respetar el momento biológico de la lesión, incluso si eso significa que ya no podré competir esta temporada ni asistir a las sesiones de entrenamientos”. “Sabemos que nos espera un invierno difícil, con mucho trabajo, para recuperar mis músculos al 100% y estar listo para 2026”, añade.
El piloto de Ducati asegura que “esto no debe eclipsar ni hacernos olvidar el gran objetivo que logramos este año: volver a ser Campeones del Mundo, y pronto lo celebraremos todos juntos”, promete.

