L legó con un contrato de un mes y, de momento, acabará la temporada en Badalona. En pocos partidos se ha ganado el corazón de la afición y la confianza de su entrenador. Samuel Thomas Dekker (Sheboygan, Wisconsin, 1994) es el jugador del Joventut que más minutos se pasa en pista y su papel será clave en la Copa del Rey que se estrena esta tarde.
¿Tiene ganas?
Estoy muy motivado, nunca he jugado una Copa. Se parece a los torneos de baloncesto universitario de EE.UU., donde pierdes un partido y te vas a casa. Puede pasar cualquier cosa. Seguro que será divertido.
¿Algún compañero le ha explicado lo especial que es la Copa del Rey en España?
Justo unos días después de fichar, tras unos resultados negativos, Guillem (Vives) nos dijo en el vestuario que la Copa es el momento más especial de la temporada y que teníamos que espabilar para meternos entre los ocho primeros.
¿Es feliz en Badalona?
Claro, ¿qué más puede pedir uno? La gente se está portando increíble y a mí me encanta mostrarme como soy. Me encanta el baloncesto y me encanta ganar, pero fuera de la pista no pienso mucho en ello. Me gusta estar con la familia y hablar con la gente, con los aficionados, y está yendo muy bien. Hay una gran cultura de baloncesto en Badalona y ser parte de esa cultura es algo que no había vivido hasta ahora. Es una pasada.
Aterrizaje en el Joventut
Nunca había formado parte de una cultura de baloncesto como la de Badalona, es una pasada”
En cuanto llegó sufrió una crisis de ansiedad y regresó a Londres unos días. ¿Cómo lo afrontó?
A veces en la vida lo mejor es afrontar los problemas, no huir. Entender lo que está pasando y superarlo como se pueda. Todo el mundo tiene días malos, y yo tuve tres o cuatro muy malos.
¿Qué sintió?
Me pasaron muchas cosas a la vez en poco tiempo. Creo que a nivel mental estaba en proceso de asumir todo, de aterrizar en mi nueva realidad. Son cosas que pasan, de hecho en esta profesión suceden muchas cosas extrañas. Pero fueron un par de días malos y ya está, luego vinieron mi mujer y mi hijo, salió el sol y estamos encantados.
Los problemas mentales han dejado de ser un tabú entre los deportistas.
Sí, muchas personas atraviesan problemas de esta índole, hay mucha presión, y no hay soluciones mágicas. A veces es buscar un hobby nuevo o encontrar a alguien con quien hablar, hay mil maneras distintas de afrontarlo. Lo más importante es no avergonzarse nunca o sentirse mal por lo que estás pasando porque la vida de cada uno es única.
¿Usted se avergonzaba de algo?
Yo me sentía culpable como padre y como marido por tener que volver a mudarme. Tantos cambios me hacían sentir mal, sentía culpa y ansiedad. Pero he aprendido que no hay que tener miedo y no hay que sentirse solo. Hay gente que gana mucho dinero que también atraviesa problemas mentales y gente con todo tipo de trabajos también. Hay que intentar entenderlo para saber por qué te está pasando y poder afrontarlo de la mejor manera posible.
La ansiedad
“Nunca debes sentirte mal ni avergonzarte de lo que sientes, cada vida es única”
¿Ha entendido por qué le pasó?
La gente debe entender que no es fácil para los jugadores americanos jugar en Europa porque estamos muy lejos de casa. Tener a tus padres, a tus amigos, incluso a tus perros, tan lejos se hace muy duro. No es como en la NBA, que vas de una ciudad a otra pero estás en tu país. Y el hecho de no poder darle un hogar fijo a mi familia se me hacía un mundo. Por suerte, tengo una mujer muy comprensiva que me lo hace todo más fácil.
Cambiemos de tercio para acabar. Usted es un trotamundos: ¿dónde ha sido más feliz?
Londres ha sido la ciudad que más se ha parecido a un hogar para mí. Me renovaron muchos años y apostaron por mí, creí que me retiraría ahí. Y mi hijo pasó sus primeros dos años y medio de vida en Londres. Siempre será una ciudad especial.