Ahora sí. Después de un año alejado de las pistas, en el que no han faltado los rumores sobre su futuro, Ricky Rubio volverá definitivamente al baloncesto la próxima temporada de la mano del Joventut de Badalona, el club que le vio crecer. El base, que se había planteado la retirada definitiva, firma por un año con los verdinegros.
El del Masnou, de 34 años, regresa a su casa. Se marchó siendo un niño prodigio y ahora aterriza habiendo vivido un sinfín de experiencias, no solo deportivas sino también vitales. En el Joventut debutó como profesional en el 2005, con solo 14 años, y salió en el 2009 rumbo al Barça tras ganar una Eurocup, una Copa del Rey y una ULEB Cup. En su primera etapa de blaugrana ganó una Euroliga, una Liga y dos Copas. Alcazandas todas las cimas en el viejo continente, hizo las Américas en el 2011 para iniciar un largo periplo en la NBA, de 12 temporadas.
Ricky Rubio defiende a Raül López durante su primera etapa en el Joventut.
Sin opciones de ganar el anillo, pero siempre importante en sus equipos, jugando tres temporadas los playoffs, dejó su huella en los Minnesota Timberwolves, los Utah Jazz, los Phoenix Suns y los Cleveland Cavaliers. Después llegó la oscuridad. En plena madurez de su carrera, ya en la etapa final de la recuperación de su segunda lesión grave de rodilla, Rubio dejó a un lado el parquet para solventar sus problemas de salud mental.
El catalán regresa al club donde debutó como profesional en el 2005, con solo 14 años, y de donde salió en el 2009 tras ganar una Eurocup, una Copa y una ULEB Cup
“No quería ni coger el teléfono porque sabía que me había roto la rodilla. Mi primera reacción es 'se van a cagar, voy a volver más fuerte que nunca'. Estoy todo un año con una sensación que no entiendo, estoy enfadado con el mundo. Hago toda la recuperación, juego y voy al Mundial, pero me miro al espejo y digo 'algo no va bien'. Esa tarde viene mi mujer y le dije: 'me tienes que ayudar a hacer las maletas'”, explicó recientemente en 'Lo de Évole' el base sobre su depresión, que le empujó a abandonar la concentración de la selección para el Mundial del 2023.
Aquel fue el penúltimo episodio con España, a la que representó por última vez en las ventanas FIBA de febrero del 2024. Con 'la familia' fue campeón de Europa en dos ocasiones (2009 y 2011), campeón del mundo en el 2019, torneo en el que fue MVP, y plata en los Juegos Olímpicos del 2008. “Hubo una noche en el hotel que me dije que no quería seguir, ya no con el baloncesto, sino con la vida”, llegó a pensar en su peor momento.
El del Masnou, campeón del mundo con España y de Europa con el Barça, tuvo que lidiar con problemas de salud en el 2023
Tras un tiempo para digerir la situación, regresó al Barça a mitad de la temporada 2023-24 y el pasado verano, concluido su contrato con los blaugrana, decidió parar. Su Fundación, creada a raíz de una promesa realizada a su madre, fallecida en el 2016, y su familia, junto a su pareja y su hijo Liam, han sido los focos de su vida durante este periodo de reflexión alejado de las pistas. Hasta que finalmente ha decidido volver a su hogar baloncestístico. Nada mejor como regresar al Joventut, a reecontrarse con aquel niño ilusionado que botaba un balón, para el que puede ser un último baile como jugador en el Olímpic de Badalona.
