Rumba tuvo el vídeo de presentación del Grand Départ de Barcelona y mucha rumba tendrá el Tour de 2026. De Barcelona a París pasando dos veces por el Alpe d’Huez, el antepenúltimo y el penúltimo día. Un juez mítico, un juez inmisericorde e incorruptible para la próxima edición. Del mar y del modernismo al puerto de montaña más famoso, con permiso del Tourmalet, de Francia, con sus legendarias 21 curvas. Un recorrido espectacular el que se ha presentado este jueves en París y que representará un fin de fiesta descomunal, a la altura del Grand Départ que tendrá lugar en Catalunya. Y quién sabe si acabará siendo la puerta de entrada de Tadej Pogacar al Olimpo de los pentacampeones del maillot amarillo.
El espectacular auditorio del Palais des Congrès estaba a rebosar por la expectación. El viento otoñal de París que recibió a la expedición catalana, encabezada por los alcaldes de Barcelona, Tarragona y Granollers, no tendrá nada que ver con la brisa y al sol que tendrán los ciclistas el próximo 4 de julio en Barcelona para la contrarreloj por equipos. Del frente marítimo del Fòrum a la montaña mágica Montjuïc con dos kilómetros de subida donde ya se verá a los favoritos lucirse, como al día siguiente, domingo, con salida desde Tarragona, en las tres subidas al Castell (9% de media) y nueva llegada a la anilla olímpica.
“Después de muchos años de buscarla y esperarla ya que muchos aficionados nos la pedían, la salida del Tour es la culminación de una bella historia de amor entre Barcelona y el Tour. Será una celebración y queremos que todos los barceloneses vivan la fiesta”, se congratuló el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni. “Estamos preparados y queremos organizar el Grand Départ más importante de la historia”, proclamó el conseller d’Esports, Berni Álvarez en su intervención.
Esas dos etapas ya se conocían al detalle pero, en cambio, se descubrió al público que el tercer día, el lunes 6, el pelotón partirá de Granollers para subir la collada de Toses y alcanzar la estación de Les Angles, en la Catalunya Nord (5 km al 5%). Una tercera jornada consecutiva de alta exigencia para los candidatos, más una cuarta de media montaña camino de Foix.
Tercera Etapa
También será de montaña con la subida a la collada de Toses y Les Angles
Los ciclistas tendrán una tregua en Pau pero en la sexta etapa en la que volverán a tener rampas en los Pirineos con el Aspin y el Tourmalet, antes de dirigirse al Macizo Central (Le Lioran, el 14 de julio) y Los Vosgos (final en Le Markstein).
Además de la crono por equipos del arranque, la última semana se empieza con 26 kilómetros de contrarreloj individual, que preparará la traca final con un retorno simbólico a Orcières-Merlette, donde Ocaña le asestó el gran golpe a Merckx en el Tour de 1971.
Este es el recorrido de la próxima edición del Tour, con salida en Barcelona
“Pedaleaba como un poseído, jamás podré olvidarlo”, explicó Joep Zoetemelk, que era el líder ese día. Pero el objetivo de Ocaña no era él, buscaba una presa mayor, su Moby Dick particular. En el col Noyer ya iba solo, encendido, obcecado, como el capitán Ahab. En la meta, sacó más de 8 minutos al campeón belga, al que hizo morder el polvo como nunca nadie antes. Lástima de la terrible caída, tres días después, bajo la tormenta en el col de Menté. Cincuenta y cinco años después, el Tour regresa a una de sus páginas más épicas.
Será el prólogo de la doble jornada en el Alpe d’Huez, que tras tres años de ausencia tendrá doble protagonismo. El viernes 24 se hará el ascenso más clásico desde Le Bourg d’Osians a la montaña donde ganaron Carlos Sastre (2008), Iban Mayo (2003) y Fede Etxabe (1987). ¿Podrá imitarlos Juan Ayuso, ahora que correrá en el Lidl con libertad? El sábado llegará el último plato fuerte justo antes de París con el Galibier, col de Sarenne y un final corto pero intenso en el Alpe d’Huez. Ni Pogacar ni Vingegaard, que solo lo ha subido en el 2022 –llegaron juntos pese a los varios ataques del esloveno, derrotado un día antes en el Granon-, han ganado nunca en el icónico final. Tendrán dos opciones en el Tour de Barcelona. “Vive le Tour et Vive Barcelone”, cerró el alcalde Collboni.


