España remontó. Y, como pasa en el Barça, tiene la mejor receta. Ella es Claudia Pina, ese revulsivo mágico, la carta que nunca falla. La que entra para cambiarlo todo. En 12 minutos en un algo desangelado RCDE Stadium la futbolista del Barça salió, se exhibió y anotó un doblete tan estético como efectivo para empatar y ganar a Inglaterra en el primer pulso antes de la Eurocopa. Un doblete que, de momento, sirve para que las españolas —vigentes campeonas del mundo— se clasifiquen para las semifinales de la Nations League.
Esta selección, si no fuera por Esther González en la punta del ataque, por Olga Carmona en el lateral zurdo y por Mariona Caldentey —campeona de Europa con el Arsenal, que jugó en el extremo izquierdo—, habría sido como ver al Barça. Hasta siete barcelonistas partieron en el once titular de Tomé. Las capitaneó Irene Paredes junto a Laia Aleixandri, que, si bien no es del Barça, regresará este verano al equipo que la formó y la vio crecer. A su lado estaba Ona Batlle en el lateral derecho y la irreductible Cata Coll bajo palos.
España arrancó con siete barcelonistas en su once y con Alessia Russo anotando el primero para las inglesas con polémica arbitral
El centro del campo es inamovible. De Barcelona al mundo, allí están Aitana, Alexia y Patri Guijarro para pensar y ejecutar. Aunque, como pasó en la traumática final de la Champions de Lisboa, no terminó de fluir durante el primer tiempo. La selección echó de menos más movilidad, más triangulaciones y más aceleraciones de su cerebro para poder activar al resto del equipo. Se notaba el cansancio. También que tanto Greenwood, del City, como Williamson, del Arsenal —que ya le amargó la existencia al Barça en Lisboa—, le tenían tomada la medida.
De inicio, la suerte tampoco estuvo de su parte. Esther González, del Gotham estadounidense, parece haberse convertido en la nueva Jenni Hermoso de la selección. Titular por segundo partido consecutivo, tuvo tres ocasiones muy claras en la primera media hora. La primera, muy temprano, a balón parado tras un córner servido por la séptima azulgrana: Salma Paralluelo. Un disparo que obligó a Hampton a intervenir con una mano magnífica. La delantera tuvo dos ocasiones más con sendos zurdazos que obligaron a Hampton (y al larguero) a actuar.
Ester González del Gotham se ha convertido en la nueve de Montse Tomé
Estas ocasiones activaron a una Inglaterra que empezó a filtrar pases, superando a Paredes y a Laia Aleixandri, buscando a Beth Mead y, sobre todo, a Alessia Russo, la delantera del Arsenal y máxima goleadora de la Superliga inglesa. Una presunta falta de Charles sobre Salma que la colegiada no vio, sirvió para que Russo despistara a toda la defensa y se plantara sola ante Cata Coll para marcar el primero, en una jugada completamente aislada.
La selección también se quejó de una mano clarísima de Charles —digna de voley playa— dentro del área, cuando Salma Paralluelo se disponía a intentar batir a Hampton. Como no hay VAR, nadie pudo hacer nada ante el surrealista “¡jueguen, jueguen!” que entonó la colegiada húngara Kulcsár. El asunto pudo empeorar para España con Russo, superando de nuevo a Aleixandri y plantándose sola ante Cata Coll, pero esta vez la árbitra sí percibió el fuera de juego provocado por la experta Paredes.
España se fue al descanso con otro intento desesperado de Patri Guijarro. Un Guijarrazo que marcó el punto de inflexión del segundo tiempo, donde las internacionales españolas se activaron, con Mariona aumentando su presencia y moviéndose con más libertad para asociarse con quien fuera. Como Alexia. La capitana del Barcelona controló el balón y se lanzó, pero su disparo se marchó ligeramente desviado.
Y, como pasa siempre en el Barça, Tomé sacó el revulsivo que nunca falla. La carta del éxito. La que conduce, genera ocasiones y tiene un idilio con el gol difícil de explicar. Ella es Claudia Pina, que cargó la pierna izquierda —la menos buena que tiene— para colarle el balón entre las piernas a Carter tras una recuperación de Patri y marcar el gol del empate.
Pero Pina siempre se reserva lo mejor para el final. Diez minutos después volvió a aprovechar otra gran recuperación de Ona Batlle para marcar un gol sobrenatural desde fuera del área, superando a su portera favorita. Una Hampton que ha encajado cinco goles de Pina en tres partidos esta temporada. Tres defendiendo la portería del Chelsea en las semfiinales y dos más con la selección. En 12 minutos ella sola le dio la vuelta al marcador. Pese a la final de la Copa de la Reina que el Barcelona deberá jugar contra el Atlético el sábado en Huesca, la selección —que empezó con siete barcelonistas— terminó con ocho, con la entrada de Jana Fernández por Olga Carmona. Y con todas entonando que, tras jugar en Barcelona 28 años después, estarán en las semifinales de la Nations League. Pero esto será en otoño, después de la Eurocopa. Cosas del calendario.