Las traiciones en el fútbol no se olvidan. Las heridas de los tránsfugas tardan muchos años en cicatrizar. El hacha de guerra no se entierra fácilmente. Tanto que un cuarto de siglo después a Luis Figo aún no se le perdona su fichaje por el Real Madrid en el verano del año 2000. Invitado en el palco como asesor de la UEFA, el socio del Barça no tardó en acordarse del portugués.
Figo jugó cinco temporadas con el club blanco y cada vez que regresaba al Camp Nou se puso de moda un cántico para humillarle y provocarle, una rima consonante, un desprecio un tanto vulgar que hace referencia a su nacionalidad y le insultaba. “Es portugués, …. es” fue el grito que hizo fortuna y que la grada de Montjuïc ha recuperado este miércoles.
Cántico reciclado
Pese a que Laporta intentó justificar la presencia, la afición rescató la rima que también sufrieron Mourinho y Cristiano
La afición barcelonista volvió a dedicarle la afrenta a su primer destinatario, aunque después se recicló para José Mourinho, otro luso, que se convirtió en el enemigo público número 1 del Camp Nou, antes incluso de entrenar al Madrid, desde sus tiempos del Chelsea y el Inter.
Figo, que ha tenido varios desencuentros individuales con aficionados durante todos estos años, estaba sentado en el palco una fila por debajo de Aitana Bonmatí. En la zona noble coincidió con Hristo Stoichkov, que compartió con el vestuario y con el que mediáticamente también se ha enzarzado. No fue el único dolido que no lo ha superado. El expresidente Joan Gaspart, que estaba en el cargo entonces, no quiso ni saludarlo. Seguro que más amable fue su encuentro con Robert Martínez, de Balaguer y actual seleccionador de Portugal.
En el centro del palco
El FC Barcelona está estrechando lazos con la UEFA y Aleksander Ceferin estuvo sentado entre Laporta y Al Khelaifi
Aunque el presidente Joan Laporta al mediodía llamaba a pasar página y justificaba que era un invitado de la UEFA. El FC Barcelona está estrechando lazos con su dirigente, Aleksander Ceferin, sentado entre Laporta y Al Khelaifi. “Recordamos las tardes y noches de gloria que nos dio (Figo) –puso por delante el presidente del Barça- Después él tomó una decisión pero la vida ha continuado y ahora Figo es miembro de la junta de la UEFA y, por supuesto, será recibido con todo el respeto que corresponde”.
Sin embargo, el público no vio atenuantes ni pensó que el daño moral había prescrito. Y los gritos, que empezaron de forma espontánea, fueron bien sonoros, potentes y inequívocos. Figo no fue bienvenido.
