Hace meses que la sintonía es buena y, desde agosto, se empezó a plasmar sobre el papel el futuro de Frenkie de Jong en el FC Barcelona. Por ello, aunque en los despachos de la ciudad deportiva no han terminado de entender las declaraciones del también capitán del Barça, quien apuntó que la idea de viajar a Miami para jugar el partido de Liga contra el Villarreal está lejos de convencerle, el próximo miércoles 15 de octubre es el día marcado en rojo para oficializar el acuerdo de su renovación hasta junio de 2029. Tres años más para un futbolista que llegó en 2019 procedente del Ajax a cambio de 75 millones de euros fijos y otros 11 en variables. Tenía entonces 21 años.
Con esta renovación, el futbolista, ahora de 28, estará en un escalón similar al de Pedri o Raphinha. Es decir, en una escala salarial que oscila entre los 18 y los 20 millones de euros brutos por temporada en un ranking que lidera Lamine Yamal y sus 40 millones de euros brutos anuales.
Superados el conflicto con el club y una serie de lesiones, el jugador se ha ilusionado con el proyecto y los jóvenes
Según fuentes del club, en este nuevo contrato no se incluye ningún pago diferido, ya que el neerlandés está percibiendo en estas dos últimas temporadas la parte de su salario que dejó de cobrar cuando renovó en octubre de 2020 con una cláusula de 400 millones. Junto a Piqué, Ter Stegen y Lenglet, De Jong negoció con el club para prorratear el contrato en un período mayor de tiempo (hasta 2026) y así amortiguar el impacto económico post pandemia que ahogaba la entidad presidida por Bartomeu.
En los despachos dejan claro que esta vez no habrá pagos diferidos, ya que De Jong está liquidando la cantidad que se le debía entre la pasada y la presente temporada, por lo que la nueva rúbrica partirá de cero. Sí remarcan que lo que resta de su amortización hasta junio de 2026, fecha en la que expira su actual contrato, se repartirá durante los tres años adicionales por los que firma ahora.
Aunque el final feliz de la historia está cerca, el recorrido del neerlandés no ha sido plácido. En julio de 2022, tras la llegada de Joan Laporta a la presidencia, De Jong se convirtió en un ‘futbolista palanca’, es decir, un recurso que el club –consciente del interés del Manchester United– quería vender a toda costa para liberar masa salarial. El asunto se volvió tan turbio que incluso los asesores legales del club llegaron a estudiar si el acuerdo al que el neerlandés había llegado con Bartomeu podía ser constitutivo de delito. De Jong aguantó la presión y quiso seguir.
De Jong y Lewandowski
Después, comenzó otro calvario: el de las lesiones. En las dos últimas temporadas estuvo 261 días de baja y se perdió 46 partidos por un problema en el tobillo derecho. Hubo abucheos en el primer Gamper de la era Flick, y su nivel de popularidad descendió. Pero el técnico alemán quiso recuperarlo y, a mediados del curso pasado, lo reinstaló como titular indiscutible junto a Pedri, con Olmo y Fermín intercambiándose la mediapunta. A este último incluso lo animó a seguir en el Barcelona y no marcharse al Chelsea. La historia le sonaba demasiado.
Superados los problemas, De Jong se ilusionó con la irrupción de los jóvenes, especialmente con Lamine Yamal. Con Flick se sintió más que cómodo, y fue entonces cuando, motivado por las opciones del equipo de ganar la Champions, se planteó renovar. Para hacerlo, activó antes algunos movimientos: por una cuestión de confianza, se desvinculó de Ali Dursun, agente turco que le representó por 15 años, al que en los despachos del club definen como “una persona de comunicación poco fluida”.
A pesar de recibir ofertas de las agencias de Pini Zahavi –agente de Flick y amigo de Laporta–, así como de Wasserman y Roc Nation Sports, dos firmas reconocidas, De Jong apostó por un modelo distinto: rodearse de los abogados Sebastian Ledure y Woutser Janssens, además de la agente neerlandesa Wendy Rommedahl. Los tres viajaron a Barcelona a finales de agosto para conocer personalmente a Deco y empezar a tratar una renovación hasta el 2029. Serán 10 años en el Barça.
Eric Garcia, la siguiente prioridad de Deco
Que la continuidad de De Jong sea por tres años responde a una de las directrices que rigen en el despacho de Deco: más allá del rendimiento, las renovaciones se condicionan a si el jugador ha alcanzado o no la treintena. Cuando De Jong finalice su contrato, habrá cumplido 31 años. A partir de ese momento, las posibles ampliaciones que se planteen serán año a año, como ha sucedido con Szczesny o Lewandowski.
Lamine Yamal
En cambio, con los más jóvenes, el director deportivo está firmando contratos más largos. Es el caso, por ejemplo, de Lamine Yamal, renovado por cinco temporadas más, hasta el 2031. El siguiente en la lista es Eric Garcia (24), con quien ya se negocia una ampliación de entre cuatro y cinco años. A día de hoy, el de Martorell, con contrato hasta junio de 2026, está considerado en los despachos como el central en mejor forma de la plantilla.



