Consumidos 14 partidos, ya podemos afirmar que el Barça 2025-26 presenta algunas variaciones respecto al primer año de Flick. El equipo ha perdido el factor sorpresa y los rivales han aprendido a combatir el fútbol revolucionario del curso pasado. Eso lo dificulta todo pero también hay explicación a este cambio. El primer punto hay que encontrarlo en el inicio del juego. Porque una de las novedades del Barça 2024-25 fue que empezó a construir el juego con sólo dos centrales en lugar de salir con tres. La pareja Íñigo -Cubarsí casó a la perfección no sólo coordinándose para situar la línea muy arriba sino para filtrar pases por dentro. La baja del central zurdo unida a los cambios de parejas y perfiles en el eje, ha hecho que el equipo azulgrana baje en ello. El Barça ha pasado de los 160 pases cortos de media de sus centrales a los 142 en el mejor de los casos. Y ha bajado de los 20 cambios de orientación completados a los catorce. Eso provoca que muchos de los ataques tengan que progresar desde los laterales (zona favorable para la presión rival) y también que el equipo haya necesitado mucho más de Pedri en la base. El canario ha pasado de los 72 pases de la 2024-25 a los 89 de este curso.
Hansi Flick, técnico del Barça
El segundo punto recae en la presión. Ahí el conjunto de Flick ya no es tan eficiente. Tanto por la contribución de la última línea como por la estructura. El Barça ha pasado de empezar sus presiones con los extremos a saltar con el nueve. La coordinación no es tan buena y los comportamientos individuales tampoco. A Rashford le cuestan los saltos y Lamine (por cuestiones físicas) no aporta tanto como el año pasado. Estos dos aspectos combinados descontrolan el juego y alargan las distancias. Y luego, las bajas claves. A la de Íñigo hay que añadir la de Raphinha, que ha jugado menos. El brasileño aporta profundidad pero también juego interior. Algo que ni Rashford ni Ferran hacen. Y por supuesto, la reciente de Pedri. Justo por eso, ante el Elche se vieron todos estos factores acentuados. El equipo sólo alcanzó el 48% de posesión y registró 207 pases menos que la media de la temporada. Eso sí, recuperó el punch atacante de la verticalidad. Veremos si el Rock & Roll sigue mientras se espera al canario o el equipo encuentra el equilibrio.
