Salir del Barça no es fácil. Ella lo hizo con solo 18 años. Se fue para crecer, pero siempre quiso volver a casa. Es una de las mejores laterales del mundo y una de las más rápidas. Quema tantas calorías que ha tenido que contratar a una chef para controlar al detalle su alimentación. Su sonrisa tímida dice mucho de cómo es Ona Batlle (Vilassar de Mar, 1999), reservada de inicio, cálida cuando te deja entrar.
Fútbol inglés
“En España tenemos un estilo de juego único, no tenemos nada que envidiar a Inglaterra”
En su primer año ganó la Champions, el año pasado perdieron en Lisboa. ¿Cómo afrontan este curso?
Pues con ganas, la Champions para mí es la competición más bonita. Contra el Chelsea será el partido hasta la fecha más exigente. Estos son los guais , en los que se puede jugar, competir. Es donde nos gusta estar.
Siempre se compara la Liga F con el fútbol inglés. ¿Hay motivos para envidiarlas?
Se está haciendo una inversión muy grande allí y tienen recursos que son envidiables, pero en España tenemos un estilo de juego único, y no solo en el Barça. A nivel futbolístico no tenemos nada que envidiarles.
Su experiencia en Manchester no fue un camino de rosas.
Fue muy duro vivir allí la pandemia. Sobre todo el primer año tuve momentos muy duros de soledad. No poder venir a España más de dos veces en un año, mi familia solo podía venir uno o dos días, no me podía juntar con compañeras por el Covid, además desenvolverme bien en inglés me costó un año y pico…
¿Fue el peor momento de su carrera?
Sí, sin ninguna duda. Era mucha soledad, en el otro país... Adaptarse siempre cuesta, pero cuando te enfrentas a eso sola, aún es más difícil. Te vas por y para el fútbol, pero también tienes que vivir una vida para tener esa felicidad que luego se refleja en tu rendimiento en el campo.
¿Cómo lo superó?
Pues buscando maneras de sobrevivir a aquello, pasear por los parques, relacionarme con las amigas con las que podía…. Con Ivana Fuso, que fue un pilar fundamental en el Manchester United. También quedaba mucho con Damaris (Egurrola) que estaba en el Everton. Aún así había muchos momentos de bajón en los que necesitaba hablar con alguien.
Y entonces empezó a ir a terapia.
Nunca había hablado con psicólogos, pensaba que no me hacía falta, pero empecé a hablar más de lo que sentía y me ayudó mucho.
¿Qué ha descubierto de usted misma?
He trabajado mucho con psicólogos más deportivos sobre cómo me siento en el campo, a enfocarme en el momento, que eso me costaba mucho antes. Ahora estoy viendo la parte más personal, el cómo me siento yo. Antes no sabía detectar en ciertos momentos que tenía ansiedad y ahora los detecto mejor. Me estoy conociendo mucho más a nivel emocional y es algo que me está gustando mucho.
¿Se considera una persona tímida?
Sí, me lo guardo todo para mí. Es algo de lo que peco, y estoy intentando mejorarlo y abrirme porque he comprobado que cuando lo sacas, el problema a veces no parece tan grave como en tu mente.
¿Qué hace para desconectar?
Me encanta ir a mi pueblo, pasear a mi perro por la playa, estar con mi familia, hacer un vermut… Y ahora no lo hacemos tanto, pero con mis amigas el año pasado nos dio por hacer escape rooms, que me encantan.
Además de su mente, también cuida mucho su nutrición.
Desde que soy profesional intento llevar todos los aspectos que envuelven al fútbol a rajatabla. Soy afortunada porque puedo comer lo que quiera, es más, cuanto más coma mejor, si no me quedo en los huesos. Como mi cuerpo quema tanto, necesito comer mucho y eso me hacía tener que pesar la comida para asegurarme de tener la energía necesaria, de mantener el peso y el músculo.
¿Cómo lo hace?
El primer año del Barça me di cuenta de que con tanto viaje me costaba llegar a hacer todo lo pautado y ahora estoy trabajando con una chef. Viene una vez a la semana y preparamos un menú semanal para comer, merendar y cenar. Te facilita la vida y sabes que comes bien. Si llegas cansada y tarde de viaje ya lo tienes hecho. Estoy muy contenta porque aparte de que como riquísimo, tengo la tranquilidad de estar ingiriendo todo lo que tengo que ingerir.
Se fue del Barça con 18 años. ¿Cómo se toma una decisión tan complicada?
No me gusta depender de alguien, así que lo tuve clarísimo. Quería estar en Primera, sentía que tenía el nivel para dar el paso y no quería depender de si el entrenador me quería o no. Además, antes tampoco se daban tantas oportunidades como ahora.
Mirando atrás, ¿hubiese sido más paciente?
No cambiaría los pasos que he dado. Me ha ido bien.
¿Temió no poder volver?
Cuando te vas siempre está esa posibilidad, pero es una consecuencia que tienes que asumir. Mi objetivo era volver y jugar para el primer equipo del Barça
Y vuelves y ahora te encuentras al club en una situación financiera delicada.
Es complicado para el club porque mientras sigan las obras del Camp Nou tampoco está ingresando tanto y eso afecta a todos los niveles. Creo que es algo provisional, o espero que lo sea (risas) y que dentro de poco tiempo irá todo mejor.
Acaba contrato este verano.
Preocupada no estoy la verdad. A día de hoy está mi agente hablando con el club, veremos qué pasa. Estoy muy tranquila, viviendo el presente y dejando que mi agente se encargue de eso.
¿Qué necesitas para quedarse?
Me gusta ganar títulos, pero mi principal motivación diaria es seguir creciendo, trabajar para poder estar entre las mejores.
