'Checo' Pérez encuentra la recompensa en Mónaco en una carrera eterna

Después de sacrificarse y regalar la victoria de Barcelona a Max Verstappen, Sergio Checo Pérez encontró la recompensa de la gloria en el mítico GP de Mónaco. El mexicano resistió el acoso final de Carlos Sainz, 42 minutos agónicos de persecución del español, en una carrera eterna que acabó tres horas después de su inicio programado a causa de múltiples interrupciones. "Es un sueño hecho realidad, es un circuito especial. Estoy superemocionado", decía el mexicano. La salida se retrasó inicialmente 16 minutos por motivos de seguridad, para adecuar los coches a la situación de lluvia por el chaparrón que cayó unos minutos antes de la formación de la parrilla. Cada vez llovía más al acercarse la hora de arrancar, por lo que la vuelta de formación se realizó con neumáticos de lluvia extrema detrás del coche de seguridad. Los bólidos deslizaban y se iban de lado en el giro para colocar la parrilla. Como había mucha agua en la pista, y jarreaba desde el cielo, dirección de carrera optó por abortar el inicio con una bandera roja. Nuevo retraso que se alargó y se alargó hasta las 16.05, una hora y 5 minutos de retraso sobre la hora prevista. De nuevo detrás del coche de seguridad, y con gomas de lluvia extrema, la salida fue neutralizada. Eliminada la emoción del arranque desde la parrilla, no hubo adelantamientos, pero sí incidentes por resbalones. Latifi se fue contra la valla en Loews y Stroll en el Casino. El coche de seguridad se replegó a boxes al cabo de dos vueltas. Y se produjo el tirón del primero, Leclerc, seguido de Sainz, con visibilidad reducida por la columna de agua que despedía el monegasco. En el primer giro ya pararon algunos pilotos, los últimos, para calzarse las gomas intermedias, entre ellos Mick Schumacher, Latifi y un Gasly que sufría para mantener el coche por la línea. Era 18.º. Los imitaron Vettel y Tsunoda en la vuelta 7. El cambio a los neumáticos intermedios empezó a dar resultado a Gasly a partir de la vuelta 12, cuando ejecutó el primer adelantamiento de carrera sobre Guanyu Zhou, con extremas, para situarse el francés 13.º. Un giro después también adelantaba a Ricciardo. Delante, en la cabeza de carrera, Leclerc iba incrementando su ventaja sobre Sainz hasta los 5 segundos, sobre Pérez a 7,5, y sobre Verstappen, a 9 (vuelta 14). En esos momentos, el madrileño informaba a su equipo por radio que la pista se estaba secando para empezar a pensar en calzar las gomas lisas. Cuando le dijeron de cambiar de gomas, Carlos dijo que no, que esperasen para poner el slick, que no perdieran el tiempo con los intermedios. Le hicieron caso. “Stay out” (sigue fuera), le ordenaron. El primero de los de arriba en mover ficha fue Hamilton. En la vuelta 16 se calzó los neumáticos intermedios para intentar ganar terreno desde el 9.º puesto. El siguiente en probar suerte fue Checo Pérez, que caía al 5.º puesto. Y Leclerc y Verstappen hacían lo propio en la vuelta 19. Sainz se ponía líder provisional y en el paso por los garajes Leclerc perdía la posición con Pérez. El ‘undercut’ le funcionó a Red Bull. Los primeros en calzarse lisos fueron Zhou, Albon, Mick, Latifi y Ricciardo, que montaron duros. El primero de los de arriba en hacerlo fue Sainz, en la vuelta 22. Pérez lo hacía una vuelta después y salía por delante del madrileño. Otro undercut ganado a Ferrari. El mexicano era líder de la carrera delante de Sainz, Verstappen y Leclerc, el peor parado por la maniobra, de 1.º a 4.º. Empezaba en ese momento, vuelta 24, una nueva carrera, con Pérez al frente del cuarteto de favoritos pegados en 3,5 segundos, con Sainz al acecho, a 1,7, esperando el error del mexicano. La imagen estremecedora de la carrera la dejó Mick Schumacher, que en la vuelta 27 se estrelló contra la valla en la zona de la piscina con una violencia tal que partió su Haas en dos. Tuvo que aparecer el coche de seguridad para recolocar las barreras y quitar los desperfectos de la pista. Para ello, los comisarios decretaron bandera roja, la segunda del día, y los coches de vuelta a los boxes. Corría la vuelta 30 de las 77. En la reanudación con la pista ya seca, con salida lanzada, los dos Ferrari, 2.º y 4.º, aparecieron con los neumáticos duros que ya llevaban, mientras que los dos Red Bull, 1.º y 3.º, salieron con medios nuevos. Dos estrategias diferentes, con 42 minutos por delante para las 47 vueltas restantes. La jugada le salió bien a Ferrari, ya que a falta de 12 minutos (la carrera se convirtió en una cuenta atrás hasta las 2 horas), Sainz se acercó a 3 décimas del mexicano, después de haber estado a 3,5 segundos. Estuvo apretando el madrileño al Red Bull buscando su primera victoria, acosando al mexicano, pegado a su alerón trasero, presionando para que fundiese sus neumáticos amarillos o cometiese un error. Era una contrarreloj. Pero la otra consecuencia de los problemas de neumáticos de Pérez fue que Verstappen y Leclerc también se echaron encima esperando el error de Sainz y el mexicano. Los cuatro primeros rodaban en un pañuelo de 1,7 segundos. Se consumió el tiempo, Checo Pérez resistió al frente aguantando sus neumáticos y logró su primera victoria del año y la primera que consigue en Mónaco. A Sainz, segundo, sigue resistiéndosele la victoria, y a Leclerc le continúa el maleficio de su casa, ya que se quedó fuera del podio pese a salir de la pole. Fernando Alonso finalizó en la séptima posición, la misma en la que comenzó, conteniendo a Lewis Hamilton detrás.