Cuando una ha ganado dos oros en los Juegos (2008 y 2012) y ha sido subcampeona del mundo (2011) con EE.UU., ha conducido a su país, Suecia, a una plata olímpica (2016) y ha conquistado una Copa América (2021) con Brasil, no tiene nada que demostrar y le quedan pocos retos por cumplir. Sin embargo, la legendaria Pia Sundhage, a los 65 años, arriesgó su prestigio para dirigir a Suiza en su Eurocopa.
Contra todo pronóstico, ha guiado a las anfitrionas a unos históricos cuartos de final. Gracias a un gol de Xhemaili en el minuto 92 a Finlandia (1-1), ahora Pia amenaza a España.“Es el desafío más grande de siempre para mí. Este es el momento, en mayúsculas”, anunció sobre este duelo.
Tras el oro de Londres 2012
Decidió no acudir a la recepción en la Casa Blanca. “¿Qué hago yo allí? No estoy interesada”. Años después, Rapinoe hizo lo mismo con Trump
Sundhage aún es la tercera goleadora de la selección sueca y sabe lo que es ganar un campeonato europeo (1984, el primero). Quizás por eso en el banquillo es calmada. Se sienta y deja a las futbolistas jugar y siempre las anima de forma positiva. Es una fuente de inspiración para Wandeler, Beney, Ivelj y la blaugrana Schertenleib. Ninguna tiene los 20 años y son el futuro inmediato de Suiza.
Eso sí, cuando toca, saca su carácter de izquierdas, próximo al comunismo. En el 2008, tras el oro de Pekín, decidió no acudir a la recepción en la Casa Blanca. “¿Qué hago yo allí? No estoy interesada”, razonó su plantón al presidente George W. Bush. Años después, en el 2019, Megan Rapinoe hizo lo mismo con Trump.