El Espanyol neutraliza al Atlético

Espanyol, 1 - At. Madrid, 1

Javi Puado iguala de penalti un extraordinario gol de Azpilicueta en Cornellà

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Los jugadores del Espanyol celebran con Puado el gol del empate 

Alejandro Garcia / EFE

El Espanyol de Manolo González ha convertido su estadio en un fortín inexpugnable, un territorio agreste para todos sus rivales, se llamen como se llamen. Perdió el Madrid. No pudo ganar el Athletic. Y tampoco lo logró el Atlético. Con fe, piernas y corazón el conjunto blanquiazul dio otro pasito hacia la permanencia al neutralizar a un conformista equipo colchonero. Los de Simeone se avanzaron con un gol fantástico de Azpilicueta pero valió lo mismo que el penalti transformado por Puado. Resistió el Espanyol que, con un partido menos, sigue labrando su camino con un encomiable estajanovismo. Mientras, el Atlético parece dimitir ya en la Liga.

El mérito del equipo españolista fue levantarse tras un suceso extraordinario. Porque para desgracia del Espanyol el hecho fuera de lo normal lo protagonizó el lateral del Atlético Azpilicueta. El defensa enganchó una volea impresionante con la derecha desde fuera del área que se coló como un obús por la escuadra de un Joan Garcia que voló pero nada pudo hacer. Un golazo descomunal que avanzó al conjunto rojiblanco y que se convirtió en el primer gol en Primera de Azpilicueta en su partido número 133. El lateral, con muchos años de trayectoria en el Chelsea, se sacó un latigazo imposible de detener.

Mientras los jugadores de Simeone lo celebraban de lo lindo los más de 30.000 seguidores del Espanyol que poblaban las gradas y los jugadores de Manolo González se quejaban de una posible falta previa de Sorloth sobre Kumbulla. El colegiado entendió que no había contacto suficiente.

Pero la parroquia españolista estaba muy susceptible por el injusto arbitraje que sufrió su equipo en Mallorca y reaccionó de manera iracunda. Menos se protestó en cambio una caída en el área de Jofre ante la acometida de Samu Lino. Aquí si Alberola Rojas hubiera decretado penalti habría acertado.

Tras la volea de Azpilicueta el Atlético entró en modo rácano y el Espanyol se creció 

Pero no lo hizo y el Espanyol se marchó al descanso perdiendo y sin haberle hecho casi ni cosquillas a un Atlético serio, con las ideas claras cuando se desplegaba y que rozó el segundo en las botas de Gallagher.

Con Llorente cabalgando por la derecha, con Gallagher descolgándose también por esa zona y con Griezmann como repartidor de juego los colchoneros generaban sensación de peligro. El francés, que superó a Messi como extranjero con más partidos en la Liga (521), se sentía cómodo con el ritmo del encuentro, más sosegado que trepidante, una función de tarde con los biorritmos controlados.

El Espanyol, con su once de gala, se mostraba competitivo pero muy romo en ataque, donde solo el bullicioso Roberto buscaba achuchar a los centrales. De hecho un choque suyo de cabeza con Le Normand provocó la sustitución del defensa, mareado. Habrá que ver si el hispano-francés, por protocolo, puede estar el miércoles en la Copa contra el Barcelona.

Pero esa ya será otra historia. La de Cornellà se escribía en ese momento con los colores rojiblancos. No de forma apabullante pero sí patente. Ya pudo marcar muy pronto el Atlético pero el gol de Llorente fue bien anulado por fuera de juego previo de Griezmann. También Sorloth inquietó a Joan Garcia en un barullo en el área.

El equipo de Manolo González ha convertido su estadio en un fortín inexpugnable desde octubre

En cambio Oblak era poco menos que un espectador porque el Espanyol no le ponía a prueba, entre otras razones porque Puado se vaciaba persiguiendo a Llorente y después le costaba llegar a posiciones ofensivas.

Se debía estrujar el cerebro Manolo González en el entreacto para buscar la reacción de su conjunto y el entrenador blanquiazul apostó por ser valiente. Retiró a Pol Lozano e introdujo a Véliz. Un segundo punta que acompañara a Roberto. Simeone respondió relevando a Lino y sacando a De Paul, que se había quedado en el banquillo, como Julián Álvarez, tras volver de jugar con Argentina. Quería el Cholo ganar en control del partido y González hacerlo en mordiente.

Ocurrió que el Espanyol aún amasó menos balón, con lo que la grada se quedaba fría sin nada que llevarse a la boca. Motivo por el cual Manolo González recurrió a más cambios. Antoniu Roca y Expósito por Jofre y Kral. Esto sí que le funcionó aunque Simeone contestara metiendo a Julián Álvarez y Molina.

El Espanyol mejoró en la presión, adelantó líneas y agitó el encuentro. Llorente le sacó un remate franco a Véliz y Expósito remató arriba. Despertaba Cornellà, esperanzado porque al Atlético le saliera su habitual vena conservadora y decidiera retrasarse en vez de sentenciar. Esa racanería le costó al Atlético el empate del Espanyol, que niveló el marcador con un penalti transformado por Puado, que lo botó de forma perfecta, arriba, inalcanzable. La pena máxima la cometió un torpe Lenglet al sujetar a Cabrera.

Primer tiro entre palos de los blanquiazules, gol y partido nuevo, con el Espanyol creyendo y el Atlético inmerso en una pájara. Pero el marcador ya no se movió. Ningún visitante vence en el RCDE Stadium desde el Sevilla en octubre.

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