La cara de Luis de la Fuente era un poema. Un tanto de Cristiano Ronaldo a los 61 minutos empató el envite para, a la postre, mandar a la prórroga la final de la Nations League entre Portugal y España en un abarrotado Allianz Arena de Munich. En la grada los familiares sufrían. Entre ellos Sheila Ebana, la madre de Lamine Yamal que fue uno de los que terminó más abatido. En el banquillo todos se miraron porque esa película les resultaba familiar. No era la primera vez. La experimentada Portugal ya había puesto las tablas con un gol de Nuno Mendes cinco minutos después del gol inicial de Zubimendi. Cristiano Ronaldo, que se retiró lesionado tras empatar el gol de Oyarzabal, terminó de rodillas llorando cuando vio a su compañero Ruben Neves batir a Unai Simón en el penalti decisivo. No se cansa de ganar el portugués.
“Es una pena con lo que ha costado llegar hasta aquí...”, lamentaba Mikel Oyarzabal, autor de 17 goles con la selección española. “Es una pena sobre todo perder en la tanda de penaltis. Pero hay que darle valor a todo lo que se ha hecho. Es duro pero le daremos valor a lo logrado con el tiempo”, insistió. “Sacar algo positivo es difícil, pero es de valorar las tres finales consecutivas que llevamos. Hoy no ha tocado ganar, pero hay que creer en este equipo y en lo que viene”, insistía Zubimendi, el otro goleador.
Es una pena. sobre todo perder en la tanda de penaltis. Pero hay que darle valor a todo lo que se ha hecho
A su lado, la alegría portuguesa contrastaba con la desolación de los españoles. Roberto Martínez levantaba las manos, exultante. Abrazando a todos sus jugadores. Era la segunda vez que la selección lusa gana este título. Lo hicieron en el 2019 en la primera edición de la Nations League. Pero era la primera para el entrenador de Balaguer, nombrado seleccionador por la Federación Portuguesa en enero de 2023, con contrato extendido hasta 2026.
Lamine Yamal en la ceremonia de entrega de medallas
Entró Pepe, el central portugués ya retirado que jugó, entre otros, en el Real Madrid, quien pisó el verde con el trofeo. Ovacionó a Cristiano, capitán, y le dedicó una reverencia. Después llegaron los aplausos de los lusos para el equipo arbitral. Y también para la selección española, algo abatida la vigente campeona de Europa por no haber podido revalidar el título.
Mientras Cristiano Ronaldo, autor de 24 goles en finales tanto de clubs como de la selección, levantaba la copa al cielo de Munich, disfrutando de ese gesto triunfalista como si fuera la primera vez, Luis de la Fuente consolaba a los suyos. Lo hizo formando un círculo central y dirigiéndole unas palabras de ánimo y de orgullo a sus jóvenes futbolistas. De la Fuente se quedó a las puertas de ser el primer seleccionador español en ganar tres títulos, pero se le notaba que estaba convencido de que su proyecto traerá más buenas noticias. Recogieron la medalla de subcampeones. Nadie se la quitó como muestra de respeto, también de orgullo por el trabajo hecho. Al final es su undécima final.
Nosotros volveremos a luchar para volver a ganar la Nations League y el resto de títulos”
“Nosotros volveremos a luchar para volver a ganar la Nations League y el resto de títulos”, insistió Oyarzabal que reconoció que la selección se encasilló tras el descanso. “Nos ha costado más en el segundo tiempo. Había cansancio y a ellos los cambios les han sentado bien con jugadores explosivos”, insistió. “Yo creo que ha sido un partido de tú a tú. Ellos tienen mucha calidad con individualidades muy buenas y se ha resuelto en los penaltis porque los detalles marcan la diferencia. Teníamos ilusión por esta competición, aunque algunos digan que no es importante”, añadía Zubimendi.
A su lado sonreía Isco Alarcón, que volvió a jugar este domingo con la selección absoluta, casi seis años después de su último encuentro. Pero sonreía aún más Nuno Mendes, coronado MVP del partido. Su función era clara y le salió: parar a Lamine Yamal.
