Levantar la cabeza para intentar lanzar un contragolpe y encontrarte que tienes que darle la pelota en profundidad a jugadores como Allende, cuyos duelos contra Nuno Mendes acababan siempre como los del Coyote ante el Correcaminos, no debe ser fácil. Sobre todo si has estado acostumbrado a dibujar poesía en el verde con Henry, Villa, Neymar o Mbappé. Pero así es la vida actual de Messi, cuya aventura en el Mundial de Clubs tocó a su fin, y el haber alcanzado los octavos de final parece ya una proeza dado el nivel mostrado por su equipo, minimizado con autoridad aplastante por el flamante campeón de Europa, el PSG de Luis Enrique, que abusó sin piedad de su rival en Atlanta para cimentar su favoritismo al título.
A veces sorprende el fútbol con guiones imprevisibles, momentos que le otorgan su grandeza y su estatus de deporte rey. No fue el caso este domingo, confirmados todos los pronósticos y también todos los temores del Inter Miami, al que le pasó una flota de camiones por encima sin tiempo ni siquiera de saltar al arcén. Apenas olió el balón el equipo de Messi, Suárez, Busquets, Jordi Alba... todos ellos demasiado lejos de su mejor versión. En cambio, el PSG, aún sin Dembélé de inicio –acabó jugando la última media hora–, formó con un once similar al de la final de la Champions, un bloque ya hecho y maduro, que funciona como un reloj.
Tras el 4-0 de la primera parte, los hombres de Luis Enrique optaron por reservar fuerzas
No tardaron los goles en empezar a caer, como las gotas de agua en una tormenta tropical, uno tras otro.
La cuenta la inauguró Joao Neves aún en el quinto minuto de partido aprovechando el primero de los múltiples fallos defensivos de los norteamericanos en las jugadas a balón parado. Vitinha sacó una falta lateral y el portugués apareció al segundo palo completamente solo para rematar con la cabeza a placer. La pelota tenía al PSG como único dueño y Messi, el único que parecía tener alguna idea en su equipo, no podía crear nada. Las ocasiones francesas se empezaron a suceder pero no fue hasta el 39 cuando subió el segundo. Un error garrafal en la salida de balón de Busquets –dolió verlo– derivó en Fabián regalando el segundo de nuevo a Neves. Aunque el descanso apenas estaba a la vuelta de la esquina, le dio tiempo a los de Luis Enrique a anotar dos más antes de irse a vestuarios. El tercero de la tarde fue obra de Avilés en propia meta tras un buen centro de Doué por la derecha. Y ya en el añadido de la primera, Hakimi, recogiendo su propio rechazo tras un disparo que rebotó en el larguero subía el cuarto.
Amagó el Inter tras el descanso con un tímido ataque de orgullo pero no parecía argumento suficiente para arañar a un rival como el PSG. Messi, eso sí, probó a Donnarumma en un par de ocasiones y se quedó algo más tranquilo, confirmando que el portero italiano había saltado al campo. Los franceses habían levantado el pie del acelerador sin disimulo, reservando fuerzas para cuartos. Así que no hubo goles en la segunda mitad, mucho más monótona para tranquilidad de los de Florida, pero el resultado fue indiscutible. El PSG sigue firme.
Ficha técnica
4. PSG: Donnarumma; Achraf Hakimi (Kang-in Lee, m.70), Marquinhos (Lucas Beraldo, m.46), Willian Pacho, Nuno Mendes (Lucas Hernández, m.69); Joao Neves (Ousmane Dembélé, m.62), Vitinha, Fabián Ruíz (Warren Zaïre-Emery, m.46); Désiré Doue, Khvicha Kvaratskhelia y Bradley Barcola.
Entrenador: Luis Enrique.
0. Inter Miami: Óscar Ustari; Marcelo Weigandt, Noah Allen (Tomás Avilés, m.19), Maximiliano Falcón, Jordi Alba; Telasco Segovia (Benjamin Cremaschi, m.79), Sergio Busquets, Federico Redondo, Tadeo Allende; Luis Suárez y Lionel Messi.
Entrenador: Javier Mascherano.
Goles: 1-0, m.6: Joao Neves. 2-0, m.39: Joao Neves. 3-0, m.44: Tomás Avilés (autogol). 4-0, m.45+3: Achraf Hakimi.
Árbitro: Wilton Sampaio (Brasil). Amonestó a Tomás Avilés (m.20), Marcelo Weigandt (m.43) y Benjamin Cremaschi (m.79) del Inter Miami.
Incidencias: Partido de octavos de final del Mundial de Clubes de la FIFA disputado en el Mercedes-Benz Stadium de Atlanta (Estados Unidos) ante 65.574 espectadores.