Un futbolista nacido en Sao Paulo y con pasado en el Fluminense despertó del sueño del Mundial de Clubs al equipo brasileño. Joâo Pedro, flamante fichaje del Chelsea, que ha pagado 65 millones al Brighton, desequilibró un partido desigual desde el comienzo, en el que los brasileños tuvieron su momento para empatar pero finalmente cayeron en manos de los de Maresca, equilibrados y punzantes, que pasaron a la final sin demasiados apuros. PSG y Real Madrid serán sus rivales (miércoles, 21:00, Dazn).
Los de Renato Gaucho habían trazado un torneo maravilloso que ponía de nuevo en el mapa el fútbol brasileño. Pero en el minuto 18 de partido todos los planes saltaron por los aires. Por primera vez en el torneo, estuvieron por detrás en el marcador. Pedro Neto, una lagartija por la izquierda, ya había advertido con sus regates y profundidad. Una de esas acciones individuales acabó con un centro rechazado que fue a parar a los pies de Joao Pedro. Su folha seca fue inalcanzable para Fabio.
El jugador brasileño, de 23 años, se formó en el Fluminense y con 19 años cruzó el charco para aventurarse a jugar en la Premier. Hizo la mili en el Watford, ascendió en el Brighton y ahora llega al club con más aspiraciones. Marcó y se disculpó con los que fueron sus aficionados. El partido se desperazaba, pero estaba cuesta abajo para los londinenses.
Dos goles con mensaje incluido
Joâo Pedro marcó en el 18 desde fuera del área y sentenció en el 56 de otro gran tiro
El Fluminense resulto ser un equipo engañoso. Aunque estuvo a merced del Chelsea, cuando encadenó algunas acciones seguidas de talento creó peligro. En el minuto 25, Cucurella tuvo que sacar un balón sobre la línea: el remate de Hércules llevaba veneno. Y en el minuto 35, el colegiado señaló penalti por una mano de Chelobah. A petición del VAR, revisó y rectificó. Considero que había sido una posición natural del cuerpo.
Con Ronaldo Nazario en el palco y una afición ruidosa, el Fluminense se subió a las barbas del Chelsea, pero rápidamente Joâo Pedro puso de nuevo la lógica. Los brasileños perdieron equilibrio y se desprotegieron en el segundo tiempo, y de nuevo apareció su paisano y verdugo. Un contraataque, un cuatro contra dos, acabó en los pies del brasileño que remató esta vez dentro del área a gol. El balón tocó el larguero y entró de forma violenta. Fluminense había tenido su momento. Pero el partido ya estaba en el bolsillo de los ingleses.
La última media hora fue un correcalles en medio del calor de Nueva Jersey. El Chelsea estuvo cerca del 0-3, pero Nkunku, Jackson o Palmer no estuvieron acertados. Caicedo se marchó del partido renqueante del tobillo. Siguió jugando, pero habrá que ver su evolución a la espera de la final en cinco días. PSG y Real Madrid pugnan por esa plaza este miércoles.