Una tarde en la liga gitana de fútbol

Fútbol

Los sábados, el barrio de La Mina se rinde al fútbol 7: allí se disputan los partidos de la Gipsy Kings League, proyecto elaborado por la comunidad gitana en el que se mezclan todas las etnias

Una tarde en la liga gitana de fútbol
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Rafael Lozano 'Falito', con la camiseta blanca, este sábado durante la jornada de la Gipsy Kings League, en la zona municipal La Mina 

Àlex Garcia

–Pase, pase, siéntese aquí –propone Rafael Lozano, Falito.

Y nos hace un hueco en la mesa que controla los partidos de la liga gitana de fútbol 7.

Tomamos asiento a su lado mientras discurre la tarde. Y al volver la mirada hacia las gradas, decidimos que sí, que la liga gitana tiene peso en el barrio de La Mina: en las alturas se arremolinan los espectadores, familias, críos y curiosos que guardan un silencio respetuoso. Y ovacionan a alguien cuando ocurre algo interesante, acaso un bonito remate o un golazo.

Sobre el césped artificial se aprietan todos, gitanos y payos, marroquíes, subsaharianos, latinoamericanos. Juegan y se gritan, se tiran de la camiseta, se lamentan de un error, se abrazan cuando toca, juegan por jugar porque aquí no hay dinero, y Falito, hoy el organizador del proyecto, nos cuenta de dónde sale todo esto:

–Nacimos hace cuatro años, somos la idea de un grupo de gitanos catalanes. Un par de ellos se fueron a ver a Gerard Piqué, que había fundado la Kings League, y le pidieron permiso para crear una versión gitana, la Gipsy Kings League. Piqué dio el OK. Al principio se encargaba Sam, gitano de Gràcia, y luego Lele Montero y Fifa, su hermano. Ahora lo llevo con mis hermanos Jonathan y Ángel.

Jugadores de la liga gitana, este sábado en La Mina

Jugadores de la liga gitana, este sábado en La Mina 

Àlex Garcia

(En redes, Jonathan es un peso pesado: la cuenta @faliyoyjonadesanroke_oficial suma 206.000 seguidores; “tengo amigos del artisteo, y contactos con jugadores de la Premier, del Barça, el Sevilla, el Betis...”, nos cuenta; profesionales de la compra y venta de coches, los Lozano son primos de Diego el Cigala).

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Diez equipos forman la Gipsy Kings League, que se entrena aquí los miércoles. Los sábados, partidos. Seis equipos salen de La Mina, otro viene de Bon Pastor, también hay de Terrassa y Sabadell y otro de Palma de Mallorca.

–Los de Mallorca están muy implicados. En los tres meses de liga, su propietario, un empresario gitano, se gasta 6.000 euros en taxis para traer al equipo desde el aeropuerto de El Prat hasta el campo.

Caí en depresión; mi hermano Jonathan me ofreció entrar en el proyecto y aquí sigo”

Rafael Lozano, 'Falito'Organizador de la Gipsy Kings League

–¿Y dónde buscan jugadores?

–Para jugar aquí no tienes que ser gitano, ¿eh? No vamos a hacer una liga contra el racismo para acabar discriminando a alguien...

Según Falito, el 40% son gitanos. Algunos vienen de la Kings League. Distingue a jugadores con un pasado importante. Habla de Francis, portero de Los Faliyeros, que estuvo seis años junto a Iniesta en las categorías inferiores del Barça, o de Lillo.

Lillo, de blanco, una de las estrellas de la Gipsy Kings League

Lillo, de blanco, una de las estrellas de la Gipsy Kings League, este sábado 

Àlex Garcia

Lillo nos cuenta que de crío vistió de azulgrana, de alevín B a juvenil B. Luego se hizo encofrador y ahora trabaja en la autoescuela de su mujer.

–¿Prejuicios yo? –se pregunta Lillo–. Yo nací en Badalona pero me crié aquí, que es donde mi padre tenía un bar. Soy medio gitano. ¿Prejuicios yo...?

Agustín Farizo Boada, árbitro, y Jonathan Lozano, presidente de Los Faliyeros, este sábado

Agustín Farizo Boada, árbitro, y Jonathan Lozano, presidente de Los Faliyeros, este sábado 

Àlex Garcia

Agustín Farizo Boada asiente.

Durante treinta años, fue árbitro de la Catalana. También ha sido funcionario de prisiones. Hoy dirige todos los partidos de La Mina. Lleva dos años como único árbitro de la liga gitana.

En el campo, Farizo es autoridad contemplativa. Si alguien levanta la voz, la rebaja con criterio.

El desarraigo al fútbol crea incertidumbre; si no se interesan por el deporte, ¿qué queda?”

Paco VargasConcejal de Sani Adrià de Besòs

–La etnia gitana es intensa, pero es respetuosa.

–¿Se porta de forma diferente?

–Desde luego, pero para bien. Hay más respeto aquí que en muchísimos partidos federados. Y se lo dice alguien que ha pasado treinta años allí

Falito nos interrumpe. Dice:

–En un rato viene Vargas.

Y dicho y hecho, Paco Vargas aparece. Es el concejal de Comunicación y Participación Ciudadana de Sant Adrià de Besòs. Es gitano. Y de crío jugaba a fútbol.

–Esto que están viendo ustedes es extraordinario –nos dice–. Me acuerdo de mí mismo siempre con un balón en los pies. Siempre he considerado que el fútbol y el deporte son un salvavidas. Lo que pasa es que, en los últimos años, los móviles estaban haciendo daño a nuestros críos. Estábamos perdiendo el fútbol.

Nos habla de los estigmas del barrio, la marginalidad, la falta de valores, del tiempo en el que el polideportivo estaba vacío, en manos de clubs de otros barrios. Venían de Sant Gabriel, de Sant Andreu. ¿De La Mina? Nadie...

Veo más respeto aquí que en muchos partidos de la Federació Catalana”

Agustín Farizo BoadaÁrbitro de la Gipsy Kings League

­–El móvil, siempre el móvil. Y eso era preocupante porque el desarraigo al deporte genera incertidumbre. Si a los chavales no les interesa el fútbol, ¿qué les puede motivar? ¿Qué herramientas tienen más fuerza motivacional? Íbamos mal y entonces apareció un club, el CF Tramontana-La Mina, y después el Sant Adrià Futsal y ahora la Gipsy Kings League, y hoy ya no hay horas muertas en el pabellón, y los chavales lo tienen claro: ‘Quien llega tarde al entrenamiento, al banquillo; y por la calle, se saluda a la gente...’.

Falito se confiesa. 

Pasó cuatro años entrenando al equipo de fútbol sala La Mina. Cuando lo dejó cayó en una depresión. Jonathan, su hermano, le propuso montar un equipo, Los Faliyeros, para entrar en la liga gitana.

–Sí, para mí también ha sido un salvavidas.

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