El Girona no está rindiendo al nivel esperado, prácticamente toda la temporada en descenso, y en Elche volvió a firmar otro siniestro general (3-0). Pero de entre todos los males del equipo, en el Martínez Valero quedó señalado especialmente Paulo Gazzaniga, que concedió dos goles al conjunto ilicitano tras sendos fallos garrafales. Mientras, Dominik Livakovic, que aún no ha debutado con los catalanes, se lo miraba desde el banquillo.
Aunque es cierto que no es culpa suya la fragilidad defensiva de los de Míchel, el equipo más goleado de Primera (29), el portero argentino, de 33 años, sí que ha sido responsable directo de dos abultadas derrotas en las 15 jornadas disputadas. En tierras alicantinas concedió un doblete a Rafa Mir, el primer gol tras colarse un balón cómodo por el primer palo y el segundo directamente un regalo. Una pesadilla que recordó a su acuación ante el Rayo Vallecano de la primera jornada, cuando cometió un error grosero en el primer gol y acabó expulsado tras cometer un penalti precedido de otro fallo.
Livakovic no podría salir en invierno si debuta con el Girona, ya que en agosto disputó dos partidos con el Fenerbahçe
Gazzaniga, que durante sus cuatro temporadas en Girona ha cometido errores de este estilo, muchos propiciados por el estilo de juego de Míchel, siempre sacando el balón desde atrás, ha sido uno de los puntales del equipo con paradas salvadoras, pero esta temporada su rendimiento ha bajado, con más peso sus despistes que sus aciertos.
Pese a ello, la confianza de Míchel en el meta sigue intacta, titular Gazzaniga siempre pese a la llegada este verano de un portero internacional, una de la sensaciones en el Mundial de Qatar, como es Livakovic. El croata no ha jugado un solo minuto desde que llegó cedido del Fenerbahçe en el último día de mercado por la grave lesión de rodilla de Juan Carlos.
Dominik Livakovic, en el partido de Croacia contra Montenegro del pasado noviembre.
El arquero de Zadar de 30 años, que llegó a Montilivi por recomendación de Modric, no jugó por problemas en la espalda la primera ronda de la Copa del Rey, escenario propicio para los porteros suplentes (jugó Krapyvtsov), y tampoco se vistió de corto en la debacle de la segunda ronda ante el Ourense.
El balcánico ha mostrado, a través de su agente Andy Bara, su descontento con su suplencia. “Livakovic se queja, y con razón. Fueron los del Girona quienes le llamaron, hicieron de todo para ficharle, renunció a grandes ingresos en el Fenerbahçe y ahora le tienen en el banquillo”, explicó el agente sobre su representado, que teme perder la titularidad con Croacia de cara al Mundial de este verano. El director deportivo del club, Quique Cárcel, respondió al representante recordando que “no es cierto que haya venido a ser titular”.
Por su parte, Vladyslav Krapyvtsov, una joven apuesta ucraniana de 20 años, tampoco tiene todavía los galones para ser importante, aún menos en la delicada situación del equipo.
Ante esta situación, la etapa de Livakovic en Girona podría ser fugaz porque ya empieza a sonar su salida en el mercado de invierno. Sin embargo, se da la circunstancia que para poder salir no debería estrenarse con el conjunto catalán. El portero ya jugó dos partidos con el Fenerbahçe en agosto y si juega un minuto con el Girona no podrá fichar por un tercer equipo esta misma temporada, tal y como recoge la normativa de la FIFA. Quizá esa sea la respuesta al enigma Livakovic. Mientras tanto, Gazzaniga, para bien y algunas veces para mal, sigue siendo el fijo en una portería que se tambalea.
