En el imaginario colectivo del barcelonismo, el Eintracht de Frankfurt es asociado a la invasión blanca de 30.000 aficionados alemanes en el Camp Nou, algo que no se volverá a repetir esta noche en la Champions. Fue en la vuelta de los cuartos de final de la Europa League de la temporada 2021/22 en la que los alemanes eliminaron a un Barça que se encontraba en pleno proceso introspectivo, en la búsqueda de su identidad perdida. En el panorama futbolístico internacional, sin embargo, el equipo alemán es conocido estos últimos años por otro motivo bien distinto: su extraordinaria capacidad de convertir delanteros con potencial en oro tras ser adquiridos a precio de saldo.
Las cifras hablan por sí solas: por los últimos seis grandes atacantes vendidos, el club germano ha ingresado 401 millones de euros habiendo invertido menos de una quinta parte en ficharlos (68,5 ‘kilos’). Eso supone un beneficio neto de 332,5 millones por Luka Jovic, Sébastien Haller, André Silva, Randal Kolo Muani, Omar Marmoush y Hugo Ekitiké.
La mayoría eran auténticos desconocidos y ninguno ha vuelto a brillar igual lejos del río Meno
Si se fija la mirada en esos últimos tres, el superávit es de 234 millones, pues las águilas sólo pagaron por Ekitiké (31 millones), traspasado al Liverpool el pasado verano por 95 millones. Es la misma cantidad abonada por el PSG hace dos años en el traspaso de Kolo Muani, quien había llegado a Frankfurt un año antes a coste cero, al igual que Marmoush. En el caso del egipcio, fue vendido una temporada y media después al Manchester City por 75 millones como alternativa a Erling Haaland tras la marcha de Julián Álvarez al Atlético de Madrid.
El denominador común en estos hombres del gol suele ser el mismo: casi ninguno era conocido cuando fueron captados por el Eintracht -la excepción sería André Silva, ex de Oporto y Milan-, se salieron durante un curso, máximo dos, y luego fueron traspasados por un monto impresionante. Además, coincide que casi ninguno de ellos ha vuelto a brillar lejos del río Meno con la misma intensidad que lo hacía en su equipo trampolín. El rendimiento ha sido más bien discreto, incluso hay algún fiasco. Sirve de ejemplo el caso de Jovic (63 millones) en el Real Madrid.
Un club rentable
La revaloración del gol en el Eintracht
Maximizar el valor de mercado de sus delanteros ha contribuido sobremanera en el crecimiento del Eintracht, club autodenominado “vendedor” sin complejos que ha conseguido ser uno de los más rentables del mundo y afianzarse entre los mejores del fútbol alemán. Terceros la pasada Bundesliga y con títulos relativamente recientes en sus vitrinas (la copa alemana del 2018 y la mencionada Europa League del 2022), este curso están teniendo más problemas. Vigésimo octavo en la máxima competición continental, el pase a la siguiente fase se antoja complicado si no hay una reacción de inmediato. También en la liga (7.º) hay margen de mejora. En su último partido perdieron 6-0 contra el Leipzig, un resultado que dolió.
La capacidad de regeneración goleadora no parece sin embargo haberse detenido. La última apuesta ofensiva del club germano es Jonathan Burkardt, con 11 goles en 16 partidos entre Bundesliga y Champions. Al nuevo goleador, procedente del Mainz a cambio de 21 millones, no se le podrá ver en acción hoy al llevar ya varias semanas lesionado. De hecho, Dino Toppmöller no podrá contar tampoco con otro 'nueve' de cartel, el experimentado Michy Batshuayi, baja tras el encuentro del pasado fin de semana.
