Acompañado por Gemma Mengual y Andrea Fuentes en el sillón blanco donde se esperan las puntuaciones, Dennis González vio la nota de 241.1667 en la final del solo técnico y se colocaba en segunda posición. Era ya medalla. Solamente quedaba por competir el colombiano Gustavo Sánchez. Lágrimas, emoción y abrazos. Esta es la primera medalla de la natación artística en los Mundiales de Singapur, también la primera en la categoría de solo del nadador catalán en un campeonato como este.
Con la música de Billie Eilish, Dennis fluyó en el centro acuático singapurense con elegancia, sin cometer ninguna 'base mark' que resta puntos y con una impresión artística superior al resto de rivales, incluso al ganador, el ruso que compite sin bandera Alexsander Matsev (251.7113). Le restó la ejecución, pero le valió para quedar por delante del mexicano Diego Villalobos (238.1600) y otros favoritos que se quedaron por detrás, como el chino Muye Gou o el británico Ranjuo Tomblin.
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Después de superar una lesión en enero, el catalán que idolatraba a Pau Ribes, el pionero de la sincro española, regresó a lo grande al equipo liderado por Andrea Fuentes. La seleccionadora lo ha incluido en las rutinas de equipo para convertirlo en el primer hombre en competir en unos Juegos, en Los Ángeles, y Dennis, con un talento natural, señalado con el dedo por los entrenadores y los jueces en categoría júnior como una futura estrella de la sincro masculina, ha seguido su camino. Antes de esta plata, apuntó a otro con el equipo técnico, al finalizar la preliminar en segunda posición.
Tutelado por Fuentes y con la ayuda de Mengual y Anna Vega, en el agua lo da todo, es detallista, incluso lo tienen que frenar. “Dennis tena que aprender a cuidarse el cuerpo, tira hasta que se rompe, no frena. Tengo que obligarle a parar. Hay que saber dónde está el límite. Va siempre al máximo”, recordaba la seleccionadora a La Vanguardia recientemente. Esas ganas le han llevado cerca de la perfección y aspira a ser uno de los reyes de Singapur.
En 2023, España ya logró un oro en esta disciplina, a cargo de Fernando Díaz del Río. Ahora suma la plata de Dennis González, con lágrimas en el podio. La primera de las muchas que irán cayendo en unos campeonatos que lo elevarán a otra pantalla.
El oro fue para el mejor solista de la historia, el ruso Aleksander Maltsev, de 30 años, que ya ganó seis medallas entre los Mundiales de Kazán, de 2015 y los de Gwangju en 2019. Ahora, tras el veto a su país, regresa sin bandera ni himno, pero con un talento intacto que solo Dennis ha conseguido acercarse.