Muchas semanas después regresó en Butarque el peor Espanyol de la temporada, aquel equipo desesperante con y sin balón, habitualmente mal colocado, que no entiende cuándo hacer la presión ni sobre quién ejercerla. Y con un déficit de intensidad muy preocupante. Creyó el equipo de Manolo González que el trabajo ya estaba hecho, que la permanencia sería un paseo. Se equivocó por completo. Su indolencia fue castigada por un Leganés furibundo, mejor de principio a fin, y que con esta victoria vuelve a tener esperanzas de salvación.
El desastre fue mayúsculo, más allá de que Cabrera y Pere Milla suavizasen el resultado al final. Una metedura de pata muy inoportuna por el momento del campeonato y por el rival en cuestión, que por cierto llevaba ocho partidos sin ganar y debía soportar toneladas de presión para sacar el partido adelante. De nada le sirvió eso al Espanyol, pues sobre el campo solo hubo un equipo. Erró esta vez Manolo González con el planteamiento, al igualar el habitual sistema del Leganés, tres centrales y dos carrileros, por la baja de El Hilali en el lateral derecho. Desde el primer minuto le dejó claro el Leganés que se había equivocado, que Jofre no está hecho para defender y, más importante, que su par ayer, Yan Diomande, es un jugador especial. El extremo se marchó todas las veces que quiso no solo de Jofre, sino también de Calero. El primer tiempo fue suyo. Generó y generó ocasiones que sus compañeros estropeaban por falta de acierto. Munir y Cisse tuvieron de las más claras.
Los problemas de Jofre en la banda multiplicaron el desconcierto en el resto de zonas del campo sin balón. Pero también la presión del Leganés a todo el campo fue un suplicio para los de González, que no encontraron a Edu Expósito casi nunca.
En la única vez que pudieron salir de la presión, Carlos Romero encontró al de Cubelles en el área, pero su remate se fue desviado. Un espejismo, porque en la siguiente posesión todo se desmoronó. Cisse rebañó el balón a Urko, de espaldas a portería dentro del área, y terminó marcando después de que Raba le devolviese el balón con mucha habilidad. Se hartó de avisar el Leganés y al final logró el premio merecido.
El gol acentuó todavía más la inferioridad de los blanquiazules, completamente ahogados por un rival motorizado. Poco después Diomande amplió la distancia en el marcador con una jugada individual. Encaró y superó a Calero con fortuna y cruzó el balón ante Joan García. Primer gol en la temporada de este talento de solo 18 años.
Urgía una revolución y González optó por cambiar el sistema y meter un delantero más, el argentino Alejo Véliz. Tejero ocupó el lateral con la intención de arriesgar en ataque. Tuvo el gol Véliz en otra subida de Romero, pero lo que llegó fue el tercero. Una jugada completamente absurda que definió el partido de los pericos en Butarque. Remató Raba en el primer palo y Joan García repelió el disparo, pero el rechace rebotó en Kumbulla y se fue, casi sin ángulo, hacia la portería. Recortaron distancias Cabrera y Pere Milla en la recta final, cuando ya era imposible sumar.
Llegará de nuevo al derbi necesitado el Espanyol. A falta de tres jornadas permanece cinco puntos por encima del descenso. El margen es amplio todavía, pero las constantes vitales del equipo son cada vez más preocupantes.