Este Espanyol es un equipo abducido, que vive en trance, que compite bajo los efectos de una felicidad que le ha hace imparable, enfrentando cada partido como si fuese el más importante de la temporada y despachando a rivales de su Liga, como ayer el Mallorca, como un equipo grande. Da igual que tenga que jugar con un hombre menos medio tiempo, ayer por expulsión de Pere Milla. La entrega apasionada de cada futbolista, que sacrifica su vida si es necesario en cada lance y desespera ante cada error, hacen de este Espanyol algo explosivo. No se trata de una cuestión de talento, sino de deseo, de hambre, de necesidad.
Así, a lomos de esa pasión desenfrenada, fue capaz de someter a un Mallorca que vive un momento bien diferente, con problemas en el vestuario por el desplante de Dani Rodríguez, uno de sus capitanes, a Joseba Arrasate. Es la de ambos equipos una rivalidad moderna, descubierta cuando peleaban por un ascenso hace varias temporadas, y que ahora se avivado por contar los bermellones con Sergi Darder y Marash Kumbulla, ayer silbados por la afición perica, entre sus filas.
Una transformación profunda
La transformación en los blanquiazules es tan profunda que nadie diría que nueve jugadores de los titulares ayer eran habituales la temporada pasada. Solo Dmitrovic y Dolan estaban fuera del equipo. Frente al Mallorca fueron de la partida en un once en el que Manolo González dio entrada a Roberto por Kike García y a Urko por Edu Expósito. Y el plan fue el mismo que en este inicio de curso ha elevado la ilusión: mucha intensidad en la presión y velocidad en las transiciones ofensivas. Así, a la carrera, llegaron los dos primeros tantos del partido. El primero tras una incursión por la izquierda de Carlos Romero que remató con un toque sutil en el primer palo Pere Milla. Qué momento vive el de ilerdense, autor de tres goles en cuatro partidos, líder del equipo en lo espiritual y ejemplo palmario de como han cambiado las tornas en este equipo.
Es el Espanyol un equipo que no necesita el balón para gobernar el partido. Le basta con atosigar a su rival para, en cada recuperación, intentar sorprender. Y quien ha captado el mensaje a la perfección en poco tiempo es Thyris Dolan, un correcaminos habilidoso que además de pelear cada balón es capaz de centrar con precisión, como en el segundo gol perico. El británico se inventó un centro desde muy lejos que coronó en gol Roberto, con algo de fortuna por la pifia de Leo Román. Solo había pasado media hora y el Espanyol campaba a sus anchas por Cornellà, se gustaba el equipo perico, al que Manolo González pedía más. todavía desde la banda.
Sin embargo, en solo cinco minutos todo el suflé se vino abajo. Pol Lozano cometió un penalti por agarrón sobre Mateo Joseph que transformó Muriqi engañando a Dmitrovic. Y cuando faltaban segundos para llegar a entreacto, Hernández Hernández expulsó a Pere Milla, quien durante una protesta le dijo al colegiado “eres malísimo”. No dudó este último y el ilerdense dejó a su equipo con diez con todo el segundo tiempo por delante.
Decayó el ánimo en Cornellà en el segundo tiempo, en el que el equipo perico intentó que corriese el tiempo a toda velocidad. Muriqi anotó el segundo demasiado pronto tras superar a El Hilali de cabeza en el segundo palo. Emergió la figura de Dmitrovic en ese tramo con paradas de mérito para evitar la remontada del Mallorca.
Kike García dio el triunfo de penalti en el añadido
El Mallorca intentaba inclinar el campo y el Espanyol sobrevivir. Y en la intención de alejar el balón de su portería Kike García buscó a Dolan en el área, que fue empujado por un rival. Otra vez el inglés. Una pesadilla para los rivales. Una bendición para los pericos. El colegiado señaló el punto de penalti y en ausencia de Puado, Kike García no fallo y provocó una explosión en las gradas similar a las grandes noches.
El Espanyol se sobrepuso a sus propios errores y logró un triunfo que le sitúa tercero en la clasificación, algo que no sucedía desde hace 30 años. Sí, este Espanyol es un milagro.
RCD Espanyol: Dmitrovic, El Hilali (Miguel Rubio 85), Calero, Cabrera, Carlos Romero, Pol Lozano (Pickel 59), Urko, Dolan (Terrats 85), Puado (Rubén Sánchez 72), Pere Milla y Roberto Fernández (Kike García 72).
Entrenador: Manolo González.
Mallorca: Leo Román, Mateu Morey (Maffeo 46), Valjent, Raillo, Kumbulla, (Virgili 46), Mojica, Morlanes (Domenech 82), Pablo Torre (Samu Costa 71), Sergi Darder, Mateo Joseph (Abdon Prat 64) y Muriqi. Entrenador: Joseba Arrasate.
Estadio: RCDE Stadium (26.082 espectadores).
Árbitro: Alejandro José Hernández (C. canario).
Tarjetas: Vieron amarilla Pol Lozano, Mateu Morey. Fue expulsado con roja directa Pere Milla (45+3).
Goles: 1-0, Pere Milla (20). 2-0, Roberto Fernández (33). 2-1, Muriqi (45 p.). 2-2, Muriqi (65). 3-2 Kike García (81 p).