Camina por el RCDE Stadium como un gladiador, como el guardián de la magia que esconde el estadio. Y recibe veneración casi siempre, pues Javi Puado es lo más parecido a una estrella que tiene el Espanyol. Renovado y capitán hasta que él quiera, la importancia de su figura tiene que ver con la fe en lo imposible. Como frente al Valencia, cuando en la última jugada del partido levantó de la lona a su equipo cual Hércules para rescatar un punto y también la moral de una afición muy ambiciosa este curso.
El Espanyol fue víctima de su mal comienzo. Se dejó en casa la voracidad, esa furia competitiva que le había acompañado durante las primeras jornadas y fue atormentado por un Valencia mucho más vivo. Se quedó en cueros, sin gracia, completamente desnudo el Espanyol, que regaló la primera media hora y ello le hizo ir a contracorriente el resto, nerviosos y apresurados, haciendo buena la reflexión habitual de Manolo González de que este equipo necesita estar al 100% de prestaciones para poder ganar en esta categoría. El empate in extremis de Puado es a la vez un aviso a navegantes de que la temporada será larga, pero de que hay mimbres para disfrutarla.
Un mal comienzo hizo al equipo ir a contracorriente todo el partido
Movió el once Manolo González buscando dar descanso con dos cambios esperados, los de Kike García en punta y Pickel en el medio, y uno sorprendente, el debut del alemán Riedel, central de físico imponente, pero que en su primer día mostró buen pie para la salida del balón.
Ninguno de los tres fue el problema del equipo en ese inicio con dudas. Resultó algo colectivo, un problema coral a la hora de saltar a la presión sin coordinación ni energía. El Valencia escondió por dentro a Danjuma y a Diego López y le resultó incluso sencillo proyectarse por el centro gracias a la movilidad de sus jugadores, para terminar por fuera, con centros de los laterales. La sorpresa en el equipo local fue constante al reconocer su propia fragilidad durante ese tramo. El Valencia aprovechó el desconcierto general y se adelantó en el marcador gracias a un centro de Luis Rioja que remató en el segundo palo, sin oposición, Danjuma.
Javier Puado celebra su gol ante el Valencia.
Tardaría quince minutos más en aparecer el Espanyol de esta temporada, el que todo lo puede en Cornellà. Fue tras un tiempo muerto improvisado mientras un rival era atendido sobre el césped. El entrenador llamó a filas a sus hombres durante unos segundos en la banda. Cuando se reanudó el partido, su equipo era otro. Para empezar recuperó balones en zonas más peligrosas. Kike García pudo descargar más balones con éxito, Pero sobre todo, el equipo en general dio un paso adelante en cuanto a compromiso. Así llegaron varias ocasiones claras antes del descanso. Edu Expósito dispuso de la primera en una acción coral en la que un mal control le privó del remate cuando encaraba al portero. En la más importante Tárrega salvó a su equipo con dos despejes milagrosos bajo palos. Primero para negarle el gol a Puado, y después a Pickel, cuyo cabezazo se dirigía a la escuadra tras un rebote afortunado. Aguirrezabala salvó la tercera, con una buena mano a disparo de Dolan, de nuevo con mucha chispa. Foulquier llegó antes que Puado en el segundo palo cuando Cornellà cantaba el gol.
Tras el descanso el partido el Valencia igualó el partido en intensidad y las ocasiones escasearon. El empate llegó a balón parado, una amenaza a lo largo de todo el partido, que logró hacer buena Cabrera al saque de un córner. Pero la alegría duró un suspiro. Solo tres minutos después Hugo Duro golpeaba de nuevo, también rematando de cabeza un córner.
La respuesta de González al golpe fue meter a Roberto Fernández. Un par de disparos desde la frontal de Edu Expósito devolvieron el ánimo a una grada irritada con lo que sucedía. Más se agitó cuando a falta de un cuarto de hora Kike disparó fuera tras quedarse tres jugadores delante del portero. Una jugada de esas de 'Lo que el ojo no ve' tras la que el propio delantero se llevó las manos a la cabeza. Tuvo Puado, ya en el añadido, otra quizás más clara todavía, que el portero detuvo con tres dedos el disparo desde el punto de penalti del delantero.
Había generado el Espanyol ocasiones suficientes para no irse de vacío, pero no llegaba el gol. Hasta que en la última ocasión, con el tiempo cumplido, con Dmitrovic en área rival, Edu Expósito colgó una falta y tras un cabezazo de Roberto en el primer palo, apareció Puado, el héroe de este estadio, para evitar la primera derrota en casa y convertir un punto en una fiesta.
Ficha técnica
Espanyol, 2 - Valencia, 2
2 - Espanyol: Dmitrovic, Omar El Hilali (Rubén Sánchez, min.68), Cabrera, Riedel, Romero (Salinas, min.82); Pickel (Roberto Fernández, min.56), Edu Expósito, Pol Lozano (Urko, min.68), Dolan (Roca, min.82); Puado y Kike García.
2 - Valencia: Agirrezabala; Foulquier, Tàrrega, Diakhaby, Gayà (Jesús Vázquez, min.76); Pepelu (Ugrinic, min.60), Santamaría, Diego López (Beltrán, min.60), Rioja (Javi Guerra, min.76); Danjuma (Thierry, min.71), Hugo Duro.
Goles: 0-1, min.15: Danjuma; 1-1, min.59: Cabrera; 1-2, min.62: Hugo Duro; 2-2. min.96: Puado.
Árbitro: Guzmán Mansilla (comité andaluz). Amonestó a Pickel (min.38), Diakhaby (min.38), Diego López (min.43) y Santamaría (min.53).
Incidencias: partido correspondiente a la sexta jornada de LaLiga EA Sports disputado en el RCDE Stadium ante 26.802 espectadores.
