Real Madrid, del señorío al victimismo

Fútbol

Los cuartos de Copa con el Leganés (21h), eclipsados por la queja arbitral

MADRID, 19/01/2025.- El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez (d), el gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá Belmonte (i), y la alcaldesa de Las Palmas, Carolina Darias (c), este domingo, durante un partido de la jornada 20 de LaLiga EA Sports, entre el Real Madrid y el UD Las Palmas, en el Estadio Santiago Bernabéu de Madrid. EFE/ Sergio Perez

Florentino Pérez dialoga con la alcaldesa de Las Palmas, Carolina Darias, en el palco del Bernabéu

SERGIO PEREZ / EFE

Hace ya tiempo que en Chamartín no se oye la palabra señorío, tan usada antes para sintetizar la elegancia y grandeza del Real Madrid en los buenos y, sobre todo, en los malos momentos. Tampoco está en boga el tradicional himno del club, el que habla de “respeto” y describe al equipo como “caballero del honor” que “cuando pierde da la mano sin envidias ni rencores”. Ahora, y desde hace ya más de una década, la entidad presidida por Florentino Pérez ha virado el rumbo hacia un discurso victimista amparado por unos potentes y herméticos altavoces mediáticos. Esta deriva ha culminado, a raíz de la patada merecedora de roja de Romero a Mbappé, con una protesta formal a la Federación sobre un sistema arbitral “corrompido” y que “manipula” para “inducir a decisiones erróneas contra” los blancos.

“Estoy un poco cansado de que, por ejemplo, me den una lista con 13 errores del árbitro y quieren que sea yo el que salga a atacar al árbitro y defender a mi equipo. Quiero que la gente defienda a mi equipo, no siempre yo (...) Prefiero pedir una reunión con el presidente”, dijo José Mourinho, papel en mano con los presuntos fallos del árbitro del Real Madrid-Sevilla, en diciembre del 2010. Aquel duelo, saldado con triunfo madridista (1-0), lo dirigió Clos Gómez, actual responsable del VAR y uno de los señalados por el club junto al presidente de los árbitros (CTA), Medina Cantalejo.

El discurso contra los árbitros empezó con Mourinho, y Ancelotti, en la línea del club, lo ha tenido que heredar

Las quejas del portugués, que se produjeron días después de caer su Madrid por 5-0 ante el Barça, fueron el inicio de una larga lista de reproches hacia los colegiados. El señorío, que entre otras cosas defiende no hablar de los árbitros, incluso aunque los blancos se sientan perjudicados, quedó solapado poco a poco. Mourinho ayudó a modular el mensaje institucional, aupado por los medios afines, y cogió las llaves del club (léase la pancarta “tu dedo nos señala el camino”). 'The Special One' optó por un juego físico, con varias acciones de sus pupilos al borde de la agresión ante el eterno rival, y utilizó su carisma ante los micrófonos, el “puto amo” de las ruedas de prensa, para erosionar el dominio del Barça de Guardiola.

Tras la etapa del luso, el Madrid ha ganado seis Champions, la última el año pasado, pero el poso victimista permanece. Zidane, un entrenador calmado, ajeno normalmente a polémicas y defensor del manido “yo no hablo de los árbitros”, también se quejó de los colegiados en sus dos etapas en el banquillo del Bernabéu.

BARCELONA, SPAIN - FEBRUARY 01: Kylian Mbappe of Real Madrid is challenged by Carlos Romero of RCD Espanyol during the LaLiga match between RCD Espanyol de Barcelona and Real Madrid CF at RCDE Stadium on February 01, 2025 in Barcelona, Spain. (Photo by Alex Caparros/Getty Images)

La polémica falta de Carlos Romero a Kylian Mbappé. 

Alex Caparros / Getty

Una mutación similar ha vivido Ancelotti. El italiano, con la etiqueta de elegante en su discurso, se ha alineado sin dudar con la línea del club, alimentada sin escrúpulos día sí y día también por Real Madrid TV. El canal, sin embargo, obvia los errores arbitrales a su favor, como en la eliminatoria de Copa ante el Celta, y tampoco tiene en cuenta los diez penaltis a favor en la Liga por ninguno en contra, un dato sin igual en Europa. “Ha pasado algo inexplicable. Lo que pide el comunicado es una explicación y me parece correcto. Es momento de cambiar algo”, dijo Ancelotti en la previa de un duelo de Copa hoy ante el Leganés (21h) engullido por la polémica arbitral.

La bélica postura blanca contra la Federación, quizá como respuesta a un sentimiento popular avivado por los medios de corte madridista, contrasta con el silencio por la controvertida inscripción de Olmo en el Barça y con la tibia posición en el caso Negreira, pese a presentarse como acusación particular en el juicio. Igual de sorprendente fue la respuesta de la Federación a las quejas. “Lamentamos profundamente el tono y la gravedad de las acusaciones (...) Entendemos que puedan existir discrepancias en determinadas decisiones, pero confiamos en que todas las partes actúen con responsabilidad y respeto”, comunicó, sin nombrar al Madrid y sin amenaza de sanción, el organismo presidido por Rafael Louzán, que hoy estará pendiente de la posición del Supremo sobre su posible inhabilitación.

Ha pasado algo inexplicable. Lo que pide el comunicado es una explicación y me parece correcto. Es momento de cambiar algo"

Carlo AncelottiEntrenador del Real Madrid

El Barça ha sido tildado durante décadas como un club victimista, también en la época de Negreira. Ahora, el Madrid, que defendía lo contrario, abanderado del señorío, va líder en la lucha por adueñarse de ese dudoso honor.

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