Un dato define la personalidad de Xabi Alonso, que hoy a los 43 años vivirá su primer clásico desde el banquillo del Bernabéu. Ningún jugador del Real Madrid se significó más en su apoyo dentro del vestuario a Jose Mourinho (con la excepción quizás de Álvaro Arbeloa) que el tolosarra en las tres temporadas en las que el portugués hacía y deshacía en el club. Sin embargo, eso no le impidió dejar al Madrid plantado al comienzo de la temporada 2014-15, cuando tras ganar la Champions se fue al Bayern de Munich tras una llamada nada menos que de Josep Guardiola, para Mou el enemigo público número uno.
No era la primera vez que Alonso dejaba tirado al Madrid. En el verano del 2004 Florentino Pérez tenía un principio de acuerdo con José Luis Astiazarán para llevarse a Alonso, que había firmado dos grandes temporadas con la Real Sociedad. Los blancos necesitaban un centrocampista para cubrir la baja de Makelele y la primera opción era el tolosarra y la segunda Patrick Vieira, el preferido de José Antonio Camacho, que duraría en el banquillo solo hasta la tercera jornada. El Madrid ofreció al club vasco 12 millones de euros. Cuando todo parecía hecho, el Liverpool ofertó 15 millones y se llevó al jugador porque el Madrid no quiso subir la puja. Hubiera sido el primer español fichado por Florentino Pérez, registro que le correspondería a Sergio Ramos la temporada siguiente.
No mira al rival
“No valoro lo dicho por Lamine. Hay muchas declaraciones por parte de gente de Barcelona y no puedo analizarlas todas”
Cinco temporadas después, en la 2009-10, Alonso recalaría por fin en el Bernabéu, pero por 35 millones. El Liverpool lo dejó marchar porque se habían agriado las relaciones entre el entrenador, Rafa Benítez, y el jugador. Aquel septiembre, Xabi Alonso declararía a la revista Champions Magazine: “Todo el mundo sabe que un jugador agradece sentirse querido, una palmadita en la espalda de vez en cuando, pero Rafa no es de ese tipo de personas”.
En el Madrid Alonso se vio en medio de un vestuario con muchos egos. Vivió la marcha de Raúl y Guti cuando apareció Mourinho y luego las tensiones entre Casillas y Diego López que acabaron con la marcha del de Móstoles. También la salida de director general, Jorge Valdano. Alonso surfeó la ola entre unos y otros hasta convertirse en un soldado de Mourinho.
En el Bayern
Definió al de Santpedor como “un genio, un perfeccionista y un visionario, alguien que no impone su filosofía, sino que nos convence de ella”
Todo eso fue hasta la llamada para irse al Bayern de Guardiola, al que definió “como un genio, un perfeccionista y un visionario, alguien que no impone su filosofía, sino que nos convence de ella”. En Valdebebas se hizo viral un vídeo de Alonso y Guardiola discutiendo de aspectos técnicos del juego.
Esa es otra de las características de Alonso, alguien que se sabía que iba para entrenador desde que era un chaval que jugaba en el Antiguoko, el club al que saneó su economía cuando le traspasó a la Real. Hijo (de Periko Alonso, que llegó a jugar en el Barcelona) y hermano de futbolista, Xabi Alonso respira fútbol y personalidad.
Hay detalles que lo hacen diferente. Nada más llegar al Madrid dejó la urbanización de lujo La Finca, donde (junto con La Moraleja) viven la mayoría de los futbolistas del Madrid, para instalarse en El Viso, un barrio residencial cercano al Bernabéu.
No es exactamente lo dicho
En el Madrid se le considera más un tipo que conoce bien la casa que un hombre de la casa
Como entrenador, empezó en La Fábrica, pero a la temporada siguiente saltó a la Real Sociedad B y de allí al Bayer Leverkusen, donde estuvo en tres campañas, ganando todo en Alemania en la segunda. En el Madrid se le considera más un tipo que conoce bien la casa que un hombre de la casa. Afable y directo en el trato personal, ha perdido ante el PSG y el Atlético, pero ha ganado todas las batallas menores. Necesita una grande. A diferencia de Mourinho, no se mete en charcos y solo quiere hablar “en el verde”, una de sus expresiones constantes.
Alonso presume de leer poco la prensa y no le importa lo que digan los rivales: “No valoro lo dicho por Lamine. Hay muchas declaraciones por parte de gente de Barcelona y no puedo analizarlas todas”. Siempre responde con una media sonrisa.
