Paseo de día para Alcaraz hacia octavos

US Open

El murciano se impone a Darderi en una hora y 45 minutos en su primer partido diurno

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Alcaraz se estira para devolver un golpe en su duelo contra Darderi 

CLIVE BRUNSKILL / AFP

Carlos Alcaraz salta a la pista con una camiseta rosa sin mangas. Pero todo lo demás es diferente en su cita de tercera ronda. Después de dos jornadas nocturnas, energéticas y ruidosas, bajo las luces de Ashe, le toca abrir el telón a las 11:30 hora local. El sol brilla a través de la apertura del techo retráctil, que crea sombras en la cancha. La humedad neoyorquina afecta a las pelotas, más difíciles de controlar con más calor.

Cualquiera de estas variables sería suficiente para desorientar a otros, pero para un Alcaraz enfocado, no hay distracción que valga. Está preparado para todo. Al otro lado de la red está un amigo de su juventud y rival de juniors, Luciano Darderi, de 23 años y número 34 del mundo.

Arranca el encuentro y saca Alcaraz con el sol en la cara. No importa. En menos de 15 minutos y ya está 3-0. Empiezan a calmarse los nervios del italiano. Aguanta más los peloteos y es capaz de conservar sus dos siguientes servicios. Aprieta el murciano, que aprovechando un par de errores no forzados de Darderi, se lleva la primera manga.

Empezó a las 11.30 de Nueva York

El español bromeó con el horario matutino. “Mi objetivo era tratar de mantenerme despierto. No estoy acostumbrado a jugar tan temprano por la mañana”

Para energizar al público, suben la música entre sets. “Don’t you want, me baby?” pregunta la Human League por los altavoces, a todo meter. La gente empieza a animarse. Steve Carrell sonríe desde un palco.

Se adelanta en el segundo set Carlitos con un break que Darderi prácticamente le regala con tres dobles faltas. Y a continuación, algo inédito: Alcaraz se enfrenta a su primer punto de rotura en contra de todo el torneo. Lo supera y se anota su juego.

Luciano se puso brevemente más agresivo, un esfuerzo que le recompensó con dos puntos de rotura. La peña argentina neoyorquina ahora se hace notar. El primer punto lo borra Alcaraz con un ace, pero no puede con el segundo. Darderi recupera distancia.

En el 5-4, Carlitos pide asistencia médica. En una pisada fuerte sintió un pequeño pinchazo en la rodilla derecha. Tras el masaje, rompe Alcaraz y se anota el segundo parcial. Y ahí ya mete la directa el murciano, sin dar opciones a su rival, a quien le endosa un rosco en el tercer set.

Un abrazo entre amigos en la red y su sello de clausura en este torneo: con su raqueta hace un swing de golf al estilo McIlroy de cara a su palco. “Lo hice el primer día, porque estaba Rory. Y ahora lo he hecho mío”, dijo días atrás. Confesaba, eso sí, que el golpe le salía mejor con la raqueta que con el palo de golf.

El próximo reto

Su rival en octavos será el francés Arthur Rinderknech, 82 en la clasificación ATP

A pie de pista, otra confesión: su objetivo del día era “tratar de mantenerme despierto. No estoy acostumbrado a jugar tan temprano por la mañana”, bromeaba.

En los dos últimos años Alcaraz se ha convertido en la bestia negra de los italianos. Desde 2024 se ha topado con 21 de ellos, con solo una derrota: ante Sinner en Wimbledon.

Su rival en octavos será Arthur Rinderknech, 82 en la clasificación y verdugo Davidovich Fokina en segunda ronda. Carlitos tiene un marcador personal ante el francés de 3 victorias a 0.

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