Alcaraz, irreconocible, se estrella ante Norrie

Tenis | Masters 1.000 de París

El murciano comete 54 errores no forzados, un lastre insuperable, y abandona París en su estreno: 4-6, 6-3 y 6-2 en 2h22m

Carlos Alcaraz, este martes en París

Carlos Alcaraz, este martes en París 

Dimitar Dilkoff / AFP

Pasan los minutos y se va desnortando Carlos Alcaraz, desesperado por la telaraña que él mismo se ha tejido. Acaba enredado y asfixiado tras cometer 54 errores no forzados, más del doble de los que comete Cameron Norrie (25), y transige en su estreno en el Masters 1.000 de París, por 4-6, 6-3 y 6-4.

Cualquiera que haya visto el primer set no habría imaginado semejante traspié, pues todo parecía cuesta abajo tras el quinto juego, cuando Alcaraz se colocaba con un break de ventaja (3-2) y se resquebrajaba la moral de Norrie, una de las últimas esperanzas del tenis británico, espécimen que ha pasado años tratando de dar el gran salto, pero que nunca lo ha redondeado.

Una semifinal en Wimbledon (2022) y una ristra de años en el Top 20 definen a Norrie (30 años), no es poca cosa en general pero no se antojaba suficiente ante Alcaraz, hoy el líder del circuito que allí arriba cohabita con Sinner y entre ambos tratan de tiranizarlo todo.

A los 51 minutos, el murciano se apuntaba la primera manga y parecía enfilar esta segunda ronda del Masters 1.000 de París, torneo que nunca ha ganado ni de lejos (fue cuartofinalista en el 2022, su mejor resultado hasta ahora).

Pero luego, las dudas. 

De súbito, se ralentizaba Alcaraz, se sumergía en un mar de errores tan vacíos como incomprensibles, y Norrie cabalgaba hacia el segundo set y vuelta a empezar.

Tocaba remar para reconducirse, esto no era un día en la oficina sino en el fango y, aun arremangado y comprometido, el murciano no se centraba. No hallaba la manera de doblegar a Norrie, infinitamente más consistente en el tramo final, empeñado como estaba en proyectarse hasta la tercera ronda del torneo parisino, allí donde le espera el ganador del Vacherot-Rinderknecht, partido con mambo que se juega este miércoles y que reedita la final de hace un mes, en el Masters 1.000 de Shanghái, cuando ambos parientes, primos entre sí, habían sorprendido al mundo al llegar allí donde nadie lo hubiera dicho. 

Aquel día se imponía Vacherot, exitazo que, de un plumazo, la catapultaba hasta el top 40 mundial (en concreto, hasta el 39.º puesto), a años luz del 204.º que ocupaba una semana antes de comparecer en tierras chinas.

¿Y Alcaraz? Al rincón de pensar.

 

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