CaixaBank completó el último año de su plan estratégico con un incremento del 20,2% de sus beneficios, hasta los 5.787 millones de euros. La mejora de los resultados se produce a pesar de que el banco apreció un cambio de tendencia en el cuarto trimestre con la caída del margen de intereses (que mide la actividad típicamente bancaria de prestar dinero y tomar pasivo de los clientes) como consecuencia del cambio de escenario con tipos a la baja. Aun así, en el conjunto del año, el margen de intereses creció en un 9,8%. El banco precisa que el año pasado 1,2 millones de clientes disfrutaron de una rebaja de sus cuotas hipotecarias.
Durante la presentación de resultados en la sede social de la entidad en Valencia, el consejero delegado, Gonzalo Gortázar, dijo que no ha afectado a CaixaBank el regreso del Banc Sabadell a Catalunya. El directivo aseguró que estos días no hubo ni preguntas ni nervios entre los clientes sobre la posibilidad que CaixaBank tomara la misma decisión. Ha habido “normalidad absoluta” y “no ha pasado nada y no ha habido ruido”, añadió.
En el 2017, durante la crisis política, el Sabadell fue la primera gran empresa en llevarse la sede fuera de Catalunya y CaixaBank fue la segunda. En cualquier caso, Gortázar insistió en el carácter “indefinido” de la permanencia de la sede del banco en Valencia, puesto que en estos años también se dio la fusión con Bankia que tenía su sede en Valencia. “Ahora somos una entidad diferente”, añadió. Respecto a la sede operativa de Barcelona, donde nació la entidad, Gortázar aseguró que es allí donde “paso la mayor parte de mi tiempo y donde se reúne el comité de dirección habitualmente”.
El banco consiguió los beneficios más altos de su historia pese a abonar 493 millones de euros del impuesto extraordinario a la banca. Para este ejercicio en el que ha cambiado la configuración de gravamen, ya que es progresivo, la entidad aún no ha detallado la cuantía. Gortázar sí que dijo que se va a recurrir el impuesto porque consideran que no se ajusta a la legislación e insistió en que perjudica al crédito.
Gortázar opina que hay espacio para más integraciones pero no en el caso de CaixaBank
Tras repasar los resultados, Gortázar, dijo que “hemos alcanzado todos los objetivos que nos habíamos marcado en nuestro Plan Estratégico”. Del dinero ganado, CaixaBank va a destinar más de la mitad a remunerar al accionista tanto vía dividendos como recompra de títulos. El consejo de administración propondrá a la Junta el pago de un dividendo de 2.028 millones junto al dividendo a cuenta pagado por un importe de 1.068 millones de euros. Además, el consejo también aprobó un sexto programa de recompra de acciones por valor de 500 millones.
Preguntado por si en el mercado español hay espacio para nuevos procesos de concentración bancaria, Gortázar contestó que podrían darse, pero que no en el caso de CaixaBank. “Hay espacio para más consolidación”. No quiso pronunciarse sobre la opa hostil de BBVA sobre el Sabadell, aunque reconoció que la CNMC no les ha vuelto a consultar sobre qué opinan de la competencia como sí que hizo en la primera fase del análisis. Sí que aseguró que no han conseguido nuevos clientes derivados de la opa.
En su comparecencia se refirió también al futuro de los tres miembros del consejo de administración provenientes de la antigua Bankia que deberían ser ratificados en la próxima junta. El directivo recordó que le corresponde al consejo y a la junta decidir sobre la cuestión.
En la rueda de prensa de resultados ayer no estuvo presente el nuevo presidente de la entidad, Tomás Muniesa, tras la salida de José Ignacio Goirigolzarri a finales del año pasado. El consejero delegado aseguró que el presidente no participó porque no es ejecutivo. En cambio, Muniesa sí que estará en la convención de analistas que se prevé desarrollar hoy en Barcelona.
En relación con la crisis de Muface y la participación de Adeslas en el proceso, el consejero delegado celebró que “hay una vía libre” para mantener el modelo, aunque precisó que es necesario llegar al final del proceso.