Amancio Ortega es uno de los nombres más reconocidos de nuestro país. El empresario español ha logrado solidificar los cimientos de uno de los grupos empresariales más exitosos del planeta: Inditex. Dedicado al sector textil, la vida de Amancio no fue siempre tan acomodada como lo es ahora. Y es que nació en una pequeña localidad de Castilla y León, llamada Busdongo de Arbas, antes de trasladarse a Tolosa (Guipúzcoa). Se trata de una pueblo que actualmente tan solo posee 40 habitantes.
Busdongo de Arbas forma parte del municipio de Villamanín, en la provincia de León. La localidad está situada a 1300 metros de altitud, al pie de la carretera N-630, a cinco kilómetros del alto de Pajares y a ocho de Villamanín. Durante mucho tiempo, fue una de las vías que unía León y Asturias, pero con el tiempo y la aparición de la nueva autopista, la localidad ha visto perder su influencia y su población.

El pueblo de Amancio Ortega en León
Tiene una estación de ferrocarril en funcionamiento, que precisamente estuvo muy ligada a la historia de la familia Ortega en aquel pueblo. El padre de Amancio, Antonio Ortega Rodríguez, trabajaba como ferroviario en el momento en el que su hijo nació, en el año 1936. Sin embargo, tres meses después de que el hombre más rico de España llegase al mundo, la familia se trasladó a Tolosa, donde Antonio fue designado jefe de estación de RENFE.
Pese a haberse marchado a una temprana edad de aquella localidad, Amancio siempre ha tenido en su mente el lugar en el que nació. De hecho, cuando Zara inauguró su primera tienda en León, Amancio invitó al municipio de Busdongo al estreno con una representante de la junta vecinal. Además, a finales de la primera década de los 2000, donó a su pueblo natal 80.000 euros para comprar una máquina quitanieves.

La estación de Busdongo de Arbas en una imagen de archivo
Se trata de una localidad encantadora, situada en plena naturaleza, en la que se pueden realizar una gran cantidad de actividades al aire libre, como rutas de senderismo. Y aunque es muy pequeña, tiene una gran cantidad de lugares que visitar, lejos del ruido de la ciudad y en plena naturaleza. Uno de sus principales atractivos es el ferrocarril, inaugurado en 1884, clave en la economía del municipio. Aún continúa en funcionamiento, por lo que todos los visitantes podrán estar en contacto con una parte esencial del lugar.

Busdongo de Arbas en una imagen de archivo
Otro de los lugares más destacados es el barrio antiguo, donde se encuentra la iglesia de San Juan Bautista. Desde ese mismo punto, los visitantes pueden disfrutar de unas impresionantes vistas a los valles y las montañas. Uno de los encantos de la localidad es su gastronomía, y en el barrio nuevo se pueden encontrar restaurantes que ofrecen platos típicos de la Montaña Central Leonesa, como el cocido leonés y la cecina.
Pese a que se desconoce que vínculo ha tenido Amancio con la localidad en los últimos años, al inicio de su éxito sí se acordó de ella a la hora de prestarle su ayuda para comprar maquinaria necesaria para combatir las duras nevadas que azotan la zona en invierno. Unas raíces leonesas de las que parece que no se olvida.