A menudo oímos historias personales de personas que se convierten en multimillonarios tras emprender: algunos de origen humilde, como José Elías, y otros tras apostar por una idea de negocio, como Marta Marcilla. Sin embargo, pocos conocen a quienes se convierten en multimillonarios tras desarrollar habilidades frente a un ordenador. Este es el caso de Anas Andaloussi, un joven canario de origen marroquí que, a sus 20 años, actualmente factura casi tres millones de euros al año.
En realidad, aunque a su corta edad acumula millones, su historia comenzó a los 13 años gracias a su pasión por los videojuegos. Todo empezó como un hobby en el que creaba páginas web, llegando a pasar entre 12 y 14 horas diarias frente al ordenador, consiguiendo en su primer mes facturar 15 euros. En total, montó unas 40 webs, de las cuales realmente le funcionaron cinco. Este hecho le hizo darse cuenta de que sus habilidades podían generar ingresos, y empezó a creer en ello. Más adelante, llegó a cobrar 120.000 euros al mes. De hecho, todo lo que consiguió hasta hace poco lo mantuvo en secreto: el actual empresario siempre fue una persona muy reservada, y de hecho, sus padres no sabían nada de sus proyectos hasta que concedió una entrevista a la cadena de Antena 3.
IA
Consejos de emprendimiento
Actualmente, vive en Madrid y es dueño de tres empresas: UDIA, una escuela online donde enseña a sacarle provecho la inteligencia artificial; Escríbelo, una herramienta online que genera textos a través de la IA; y QuickTok.AI, una tecnología que ayuda a crear videos de formato corto enfocados a la publicación en redes sociales. Gracias a sus empresas, hoy en día factura casi tres millones de euros.
Aunque le iba bien sin tener ninguna formación profesional, Andaloussi quiso darle una oportunidad a la Universidad Complutense de Madrid, donde se matriculó en Administración de Empresas. Sin embargo, al poco tiempo renunció a la universidad porque no le convencía el método convencional de enseñanza.

IA.
Hoy en día, Andaloussi es un símbolo de inspiración y optimismo, sobre todo para aquellos que no tuvieron la oportunidad de acceder a estudios superiores o profesionales. A través de sus redes sociales, el joven emprendedor comparte datos curiosos sobre inteligencia artificial, así como su experiencia como emprendedor y sus mejores consejos para triunfar y destacar.
Gracias a Dios he podido aprender de los errores de otros, aunque a veces soy un poco tozudo
Uno de los consejos que más le ha ayudado en su camino emprendedor es escuchar a personas con más experiencia que él en el sector: “Sé humilde, no importa cuándo creas que sabes, siempre hay algo nuevo que aprender. No vayas de ‘listo”, empieza a decir en uno de sus videos. “Gracias a Dios he podido aprender de los errores de otros, aunque a veces soy un poco tozudo, trato de aprender de las experiencias de los demás sin tener que darme la ‘hostia’ que ellos se han llevado”, añade.
En plena adolescencia, el joven es consciente de que todo es muy volátil, y aunque hoy una empresa funcione bien, eso no garantiza el futuro. Por eso, la clave es siempre “mantenerte presente y tener los pies en la tierra, no te compares con el resto de la gente”, afirma.

Edificios.
Una de las causas que más ha alimentado la comparación en la sociedad son las redes sociales. “Las redes sociales son muy tóxicas, y lo único que te van a provocar es que te compares con algo que no es real. Siempre va a haber alguien más fuerte, más guapo y con más dinero que tú: si te comparas con esa gente, nunca vas a encontrar la felicidad”, exclama.
No hay que poner a nadie en un pedestal porque absolutamente todo el mundo es reemplazable
Para Andaloussi, ser una persona de palabra es fundamental porque esto contribuye a tu reputación y genera confianza con los demás.“Una vez perdí 10.000 euros jugando al FIFA por una tontería y los tuve que pagar porque tenía que ser una persona de palabra. Sabía que el hecho de quedar bien, a la larga, me iba a ayudar a generar mucho más dinero”, confiesa.
El joven también cree que la humildad es clave, ya que permite ser consciente del propio trabajo. Sin embargo, aunque puedas admirar a muchas personas por todo lo que han conseguido, Andaloussi asegura que la idealización no lleva a ningún lado. “No hay que poner a nadie en un pedestal porque absolutamente todo el mundo es reemplazable”, dice.
Por último, asegura que para crear un proyecto no solo hacen falta ganas, esfuerzo y tiempo, sino que para tener éxito en el mundo de los negocios hay que tener la astucia de identificar una solución a un problema real: “Para que el emprendimiento funcione realmente, tienes que hacer algo que aporte una diferencia en la vida de las personas. Enfócate en qué hueco del mercado puedes quedarte tú, y aunque parezca muy saturado, siempre queda espacio para más personas”, concluye.