La Fageda supera la crisis de costes
Empresas | Alimentación
El fabricante de lácteos hace valer su modelo social: vuelve a la rentabilidad mientras protege el empleo de colectivos vulnerables
Una empleada en la planta de elaboración de yogures
En la planta de La Fageda, un emplazamiento idílico en el corazón del parque natural de la zona volcánica de La Garrotxa, están doblemente satisfechos. Han superado los objetivos que se habían marcado en el 2024 tanto a nivel social como económico. Lo segundo, en su caso, está al servicio de lo primero.
La viabilidad de la fábrica de yogures y otros lácteos es solo el instrumento para lograr la inserción laboral y el acompañamiento de colectivos vulnerables (personas con enfermedades mentales, discapacidad intelectual o provenientes de situaciones desfavorecidas). Y este último ejercicio han vuelto a demostrar que el modelo funciona. Pueden ser rentables a la vez que protegen los empleos y cumplen su propósito de integración.
Durante el 2024 produjeron 94,3 millones de unidades de yogures y postres
Después de dos años de pérdidas, en el 2024 regresaron a la rentabilidad, con un beneficio neto de más de un millón de euros, que se reinvierte íntegramente en La Fageda, formada por cuatro sociedades sin ánimo de lucro: Fageda Fundació, que gestiona la actividad empresarial y productiva –granja, elaboración de lácteos y mermelada y jardinería–, Fundació de Serveis Assitencials de La Garrotxa, la cooperativa de consumidores y la empresa de inserción laboral El Faig.
La crisis de costes del 2022 y el 2023 les pasó factura. “Los precios de las materias primas, de la leche y de la electricidad, se dispararon, y no podíamos repercutir todo el incremento en el precio final; además, debíamos proteger todos los puestos de trabajo”, destaca Sílvia Domènech, directora general de La Fageda. Venían, además, de realizar inversiones importantes en su planta productora, por lo que el ratio de endeudamiento alcanzó niveles altos.
Esta situación les llevó a implementar un plan de eficiencia para ahorrar costes e incrementar su tamaño. “Necesitábamos crecer en ventas para mantener el proyecto social, por eso hemos empezado a distribuir nuestros productos fuera de Catalunya por primera vez”, señala Domènech.
La plantilla está formada por 345 personas. En total, hay 651 personas vinculadas al proyecto, el 64% de colectivos vulnerables
Hace algo más de un año comenzaron a vender yogures y otras categorías en Baleares, Valencia y Madrid, a través de alianzas con supermercados como Consum o Ahorramas. La iniciativa ha funcionado y estos mercados ya aportan el 4% de los ingresos. El resto se mantiene en Catalunya, donde cuentan con una cuota de mercado del 7%.
La sección de mermeladas, que lanzaron hace más de diez años, también ha alcanzado al fin la rentabilidad, gracias a unos volúmenes de venta mayores. A la vez, han reforzado el canal de restauración y hostelería. Todo ello ha elevado la facturación por encima de los 31 millones de euros.
Más allá de los ingresos, la fundación ha estimado junto a la UPF su valor social integrado (VSI), una herramienta que permite calcular, con datos económicos, todo lo que aporta más allá de la contabilidad tradicional, como la reducción de gasto en prestaciones sociales gracias a la inclusión laboral o el ahorro de tiempo de las familias de los trabajadores. Con todos estos factores, su VSI llega a los 65,3 millones de euros.
“No nos imaginamos una Fageda mucho más grande”, sostiene la directora general. Su principal misión no es crecer para multiplicar ingresos, sino aportar puestos de trabajo con sentido.
Ventas
Los productos más conocidos de La Fageda son los yogures y otros postres. Estos aportaron unos ingresos superiores a los 28 millones de euros, un 8,83% más que un año antes. La categoría de mermeladas –que lanzaron para dar empleo a las personas que ya no podían permanecer en la elaboración de yogures– superó por primera vez el millón de euros en el 2024, con un crecimiento del 17%. Helados y jardinería son las otras dos actividades de La Fageda.