Si bien en algunas culturas hablar de dinero es algo normalizado, en España sigue siendo un tema tabú para muchas personas. Conversar con amigos o familiares sobre cuánto cobramos, cuánto han costado nuestras vacaciones, el colegio de los hijos o los préstamos pendientes, a menudo genera incomodidad, miedo o rechazo. Sin embargo, transformar esta relación puede ser clave no solo para mejorar nuestras finanzas, sino también para construir una vida más alineada con nuestros valores y objetivos. Así lo explica Lewis Howes, empresario, en una conversación sobre mentalidad financiera y propósito con la reconocida coach y experta en crecimiento personal Mel Robbins.
“El dinero es mi amigo y viene a mí sin esfuerzo. Mucha gente piensa que hacer dinero es estresante y complicado, pero solamente necesitas curiosidad y ganas de aprender”. Estas afirmaciones pueden resultar ajenas o incluso molestas para quienes atraviesan dificultades económicas. Lewis Howes lo sabe bien. Aunque hoy sea un empresario de éxito, su relación consciente y saludable con el dinero no llegó hasta bien entrada la edad adulta. Hubo un tiempo en el que conducía camiones y ganaba 250 dólares a la semana, trabajando seis horas al día. “Me llevó años sentirme cómodo teniendo conversaciones sobre dinero”, reconoce en el pódcast de Mel Robbins.
Dinero
Para Howes, cambiar la mentalidad financiera no es algo que ocurra de la noche a la mañana. Se trata, insiste, de un entrenamiento diario que exige desmontar creencias limitantes y afrontar decisiones o conversaciones incómodas, tanto con uno mismo como con la pareja o la familia. Parte de ese trabajo implica ser honesto y preguntarse qué tipo de gastos puedes asumir de manera realista y acorde con tu situación económica actual, desde una casa o un coche hasta servicios de suscripción como las plataformas de streaming.
Mucha gente piensa que hacer dinero es estresante y complicado, pero solamente necesitas curiosidad y ganas de aprender
Según Howes, otro de los errores más comunes a nivel financiero es avanzar sin una misión clara relacionada con el dinero. “Si solo trabajas para ganar dinero, el estrés no desaparecerá mientras no tengas un propósito claro que dé sentido a esos ingresos. Si no tienes claro hacia dónde vas, estás perdido. Te preguntas: ‘¿para qué estoy haciendo esto?’ Y no encuentras respuesta”, advierte. Lo ideal, según el empresario, es tener un trabajo alineado con nuestros valores y objetivos de vida. Y aunque hay quienes nacen con una vocación muy marcada, como médicos o profesores, tranquiliza a aquellos que aún no han encontrado su camino o no saben qué les apasiona.
En estos casos, recomienda tomarse un tiempo para definir una misión, aunque sea pequeña y a corto plazo, que no tiene por qué definir toda tu vida: “Puede ser tan simple como decidir cuánto quieres ganar este año o establecer un objetivo para salir de deudas en los próximos tres meses. No tiene que ser una misión para toda la vida, pero sí darte claridad y dirección en este momento”. Y aunque el proceso pueda llevar años y requerir muchos pasos, el resultado, vivir desde la misión y no solo desde la necesidad, asegura que es “algo hermoso”.


