MSC-Chantiers, aliados para crear a lo grande

Empresas: ingeniería naval

MSC Crociere ha encargado barcos por 18.000 millones a Chantiers de l’Atlantique y acaba de contratar dos más

El 'MSC World América' durante su construcción en Chantiers de l'Atlantique

El ‘MSC World America’ es el último que se ha construido en el astillero francés de Saint-Nazaire

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La construcción de un barco de 333 metros de eslora, 215 toneladas y capacidad para más de 6.500 pasajeros no es cosa de dos días. Requiere de años de planificación y sinergias entre astilleros y navieras que van más allá de lo estrictamente económico. Una de las alianzas más potentes en este sentido en Europa es la que mantienen MSC Crociere y Chantiers de l’Atlantique, uno de los astilleros más grandes del mundo, ubicado en Saint-Nazaire, Francia. Desde hace 20 años, el astillero francés construye para la naviera italo-suiza sus barcos más grandes y acaba de firmar un contrato para dos barcos más, con una inversión de más de 3.500 millones de euros.

“Prácticamente tenemos que construir un transatlántico cada año para MSC Crociere. Teniendo en cuenta que los grandes transatlánticos actuales representan más de 10 millones de horas de trabajo, si hacemos los cálculos, desde hace 20 años MSC permite que existan 3.000 puestos de trabajo directos en el astillero”, cifra el director ejecutivo de Chantiers de l’Atlantique, Laurent Castaing, en cuyas instalaciones se han construido 19 de los 23 barcos de MSC Crociere.

El 90% del contenido de estos buques se produce en Europa y solo una pequeña parte es externa

Los dos nuevos barcos encargados pertenecen a la clase World, los más grandes de la compañía, gemelos al que opera desde Barcelona, el MSC World Europa , y al MSC World America , con base en Miami, ambos con las cifras mencionadas de 333 metros de eslora y 6.500 pasajeros. Los nuevos comenzarán a construirse a partir del 2027, con fecha de entrega 2029-2030, consecutivamente. Antes, pero, el astillero entregará dos barcos de la misma serie, el MSC World Asia en 2026(que tendrá su puerto base en Barcelona) y otro de dimensiones similares en 2027, cuyo nombre todavía no se ha revelado. “Este nuevo encargo eleva la inversión directa de MSC Crociere en Francia durante las últimas dos décadas a más de 18.000 millones de euros, lo que nos convierte en uno de los inversores privados extranjeros más importantes que contribuyen al comercio exterior francés”, sentencia el presidente ejecutivo de la división de cruceros del grupo MSC, Pierfrancesco Vago.

Y la relación continuará porque no se descarta contratar la construcción de otros dos barcos de la misma serie una vez superado el horizonte del 2030, para completar un pedido de ocho barcos en total. “Según nuestro plan industrial, estamos interesados en continuar con esta serie. Estamos hablando de la gran posibilidad de tener dos barcos más en cartera –habla en este sentido Vago–. Es un diseño que ya está terminado, así que solo hay que copiarlo y pegarlo. Solo es cuestión de producción. Por lo tanto, es muy interesante para el astillero porque no requiere de ingenieros, solo es una cuestión de planificación industrial. Y es interesante para nosotros porque es una plataforma que funciona y que ahora podemos perfeccionar y mejorar aún más”.

La relación entre astillero y naviera se remonta a 20 años de trabajo conjunto y una cartera de 19 barcos

La construcción de un coloso de los mares como los que se construyen en Saint-Nazaire no son solo los trabajos directos. También se han generado alrededor de 10.000 puestos de trabajo adicionales en esta relación de 20 años entre ambas empresas, según los cálculos del ministerio de Industria francés. Además, unos 500 proveedores franceses participan directamente en la construcción de los buques, lo que significa que el 70% de los pedidos subcontratados se adjudican a empresas francesas, según datos ministeriales. “El 50% del contenido de nuestros barcos se fabrica o fabricará en Francia a través de esos 500 proveedores. Pero hasta el 90% del contenido total de los buques se produce en Europa. Por lo tanto
–dice el presidente ejecutivo de la división de cruceros del grupo MSC en referencia a los contratos con el astillero–, esto es muy importante para la economía europea”.

Instalando el logo de MSC en el 'MSC World America'

Instalando el logo de MSC en el 'MSC World America' 

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No en vano, la firma del último contrato entre MSC Crociere y Chantiers de l’Atlantique se produjo a principios de esta semana en Bercy, París, el barrio donde radica la sede del ministro de Industria y Energía, Marc Ferracci. Este ejerció de avalador del contrato de construcción, dado que el astillero es una empresa de capital público estratégico en la que el Estado francés posee casi el 85% de las acciones. “Este nuevo contrato no solo abrirá el crecimiento y el dinamismo del Atlántico, sino que también irrigará toda la cadena de valores, en la región y más allá. Se trata de una formidable contribución a nuestra lucha, una lucha constante y decidida por el renacimiento de la industria y el empleo industrial en nuestros territorios”, expresó Ferracci durante el acto oficial de la firma, poniendo especial énfasis en la importancia de que Europa vuelva a construir en y para Europa.

Los trabajos directos se estiman en 3.000 puestos y los indirectos ascienden a 10.000

MSC Crociere pertenece a MSC Group, el gigante italiano controlado por la familia Aponte, grupo líder en transporte marítimo de contenedores valorado en casi 100.000 millones de euros, cuyos beneficios anuales se estiman en más de 30.000 millones. Su principal plaza se encuentra en Europa, aunque con la apertura de su gran terminal en Miami esta primavera –con 350 millones de euros de inversión–, ha dejado claro hacia dónde van sus estrategias de expansión. “La penetración de este tipo de vacaciones en el mundo turístico global es muy pequeña. Hablamos de un 4% a nivel mundial aunque en Estados Unidos es donde vemos la mayor penetración. En 2024 tuvimos 37 millones de pasajeros, que es muy poco en comparación. Ahora hay una gran demanda porque se entiende que este tipo de vacaciones tienen una muy buena relación calidad-precio y son sostenibles desde el punto de vista medioambiental”, manifiesta Vago. Por ello, asegura, es un sector en boga y así seguirá.

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