Azucarera ha anunciado hoy a los sindicatos su intención de presentar un expediente de regulación de empleo (ERE) que afectará a 251 personas de todos sus centros productivos, incluidas las oficinas de Madrid y Barcelona. Supondrá el cese de la actividad de su planta de La Bañeza (León).
Fuentes de Azucarera han precisado en un comunicado que la fábrica de Miranda de Ebro (Burgos) solo se quedará operativa como refinería de azúcar de caña.
De esta forma, han indicado, la compañía centrará toda su producción de azúcar de remolacha en sus molturadoras de Toro (Zamora) y Jerez de la Frontera (Cádiz), que seguirán contando con los centros de envasado situados en la misma localidad gaditana y en Benavente (Zamora).
La dirección de Azucarera ha mantenido esta mañana una reunión en sus oficinas de Madrid con los responsables sindicales que conforman la mesa negociadora que se constituyó el pasado jueves tras anunciar la compañía su intención de presentar un ERE.
Desde Azucarera han explicado que el ERE estará justificado por “causas económicas, productivas y organizativas” y que ahora se ha iniciado un periodo de consultas con los representantes de los trabajadores para promover “una negociación que ayude a buscar soluciones efectivas y respetuosas con los afectados”.
La firma, del grupo británico AB Foods, justifica esta restructuración “por la confluencia de múltiples variables estructurales”.
Entre ellas ha citado “unos elevados costes resultantes de mantener tres fábricas operativas, la volatilidad del precio del azúcar -intensificada por las importaciones de terceros países en condiciones de mayor ventaja-” y, por último, “la caída de las producciones de remolacha debido a la prohibición del uso de sustancias activas”.
Las mismas fuentes han añadido que “la empresa producirá azúcar la mayor parte del año en el sur y ahora también en el norte de la península con la refinería de Miranda de Ebro”, a lo que ha sumado que “realizará, además, la campaña de molturación de remolacha en la fábrica de Toro”.
“La molturación de toda la remolacha del norte en Toro nos permitirá reducir costes de estructura, gracias a la concentración de toda la producción en una sola fábrica y nos ayudará a ser más eficientes y a dedicar más recursos a mejorar la agronomía del cultivo”, han afirmado.
El presidente de la Diputación de León, Gerardo Álvarez Courel, ha mostrado hoy a su vez su “total oposición” al cierre de la planta Azucarera en La Bañeza y ha exigido medidas a la Junta de Castilla y León y al Ejecutivo central ante el “despropósito” que supone esta medida para la provincia.
Por este motivo, ha expresado que esta decisión “no se va aceptar de ningún modo” y, en este contexto, ha llamado a toda la sociedad leonesa para que se oponga “de forma clara y contundente”, según ha informado a Europa Press la institución provincial.
Álvarez Courel ha explicado que el cierre de la planta Azucarera de La Bañeza supone “un mazazo” no solo para la actividad industrial por los cerca de 200 trabajadores a los que afecta, sino también para el sector remolachero leonés, al que aboca “a su práctica desaparición”.
“Cerca de 2.000 familias vinculadas a empresas auxiliares y agricultores encuentran en la remolacha uno de los principales componentes de su actividad económica”, ha recordado el presidente.
Por su parte, la organización agraria UCCL de Castilla y León ha pedido este martes al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, que “intervenga” ya que “no puede permitir que Azucarera haga y deshaga a su antojo” después de haber recibido ayudas públicas. En un comunicado, la organización agraria ha rechazado la decisión anunciada por Azucarera de cerrar la planta de La Bañeza y dejar de molturar remolacha en Miranda de Ebro.
“La apuesta decidida por el cultivo de la Remolacha que en la Comunidad Autónoma de Castilla y León se ha venido manteniendo, tanto por parte del Ministerio como por parte de la Junta de Castilla y León, no puede caer en saco roto”, ha sostenido la organización agraria.
A juicio de la UCCL, “las decisiones no pueden tomarse únicamente con criterios económicos, sobre todo si tenemos en cuenta la dudosa credibilidad de las cuentas presentadas por Azucarera”.