Uno de los principales debates que existen en cuanto al ámbito profesional es la elección entre ser empleado o ser autónomo: ambas opciones presentan sus ventajas y desventajas y, la elección de una u otra dependerá de los objetivos profesionales y personales de cada individuo. Lo cierto es que gran parte de la población española coincide en que las condiciones de la mayoría de los autónomos son desfavorables, especialmente en lo que respecta a los impuestos, sobre todo para aquellos cuya facturación no es demasiado alta.

Autónomos.
Recientemente, el empresario José Elías dio una charla en la que abordó el tema de los trabajadores autónomos en España. Y, a pesar de su éxito financiero y profesional, es consciente de que su situación económica no representa ni refleja a la mayoría de los autónomos y empresarios.
“La probabilidad de darte una hostia si eres emprendedor es del 98%. Entonces, yo no quiero vender aquí motos de que la gente se haga empresaria para no sufrir”, afirma. Y es que hoy en día, hay muchas personas que promueven la idea de que para tener éxito en el ámbito empresarial depende exclusivamente del esfuerzo personal dedicado.
Hoy en día, lo más cercano a la esclavitud en este siglo es ser autónomo
Muchos creen que empezar un proyecto o un emprendimiento es solamente difícil al inicio, y tras un tiempo de dificultades llega el 'famoso' periodo de estabilidad. Sin embargo, la realidad es distinta, ya que muchos autónomos tienen que poner el mismo empeño todos los días e incluso más horas de las que corresponderían en un empleo tradicional, con tal de llegar a fin de mes y así pagar las facturas correspondientes. Para Elías, estos trabajadores serían los ‘esclavos’ de esta época.
Los autónomos son como la casta más denigrada
“Hoy en día, lo más cercano a la esclavitud en este siglo es ser autónomo, que es un tío que trabaja, prácticamente no cobra y se preocupa de todos los demás, y este solo tiene obligaciones y tiene muy pocos derechos” empieza explicando.
La realidad de muchos autónomos es que pocos se pueden permitir disfrutar de sus privilegios, como cualquier asalariado. Y un ejemplo sería la baja por maternidad: aunque están exentos de trabajar, para algunos dejar de trabajar durante un periodo significa quedarse con menos ingresos, ya que la ventaja y desventaja del autónomo es que los ingresos dependen únicamente del trabajador.
“No conozco a ningún autónomo que se enferme. Tampoco conozco a ningún autónomo que tenga huevos a coger los 40 días cuando tiene un hijo. Entonces, para mí son como la casta más denigrada”, concluye. Por eso, Elías cree que la mayoría de autónomos son un colectivo vulnerable al que no se presta la suficiente atención.
Actualmente, el Estado ofrece algunas ayudas para los emprendedores, como por ejemplo, la reducción de impuestos durante el primer año cotizado. Sin embargo, muchos critican que no es suficiente para emprender y, que, muchas veces, los impuestos a pagar equivalen casi al mismo importe que los beneficios recibidos.