Cada vez hay más personas que hablan sobre el éxito empresarial, compartiendo algunas de las claves que las han llevado a alcanzar sus objetivos, basándose en las diferentes experiencias que han vivido. Durante una charla en una Universidad, José Elías tratará diferentes ámbitos como el sacrificio y la renuncia, los factores de éxito y la actitud en el mundo del emprendimiento.
Para Elías, el éxito llega después de muchos fracasos; el que triunfa no es necesariamente el más inteligente ni el más brillante, sino aquel que, tras haber dedicado incontables horas en un proyecto, sigue asumiendo más responsabilidades. Esta figura del emprendedor la define como la de un líder, o un 'deportista de élite', que es alguien que sabe cómo dirigir una empresa tanto en los buenos como en los malos momentos.

El éxito se construye con actitud y compromiso.
Elías afirma que el camino del empresario no es nada fácil, ya que está lleno de dificultades, y en muchos momentos, uno se plantea si realmente está siguiendo la ruta correcta. Algunas decisiones serás dolores y repercutirán directamente en la vida personal. En su caso, le costó una relación sentimental con la madre de sus hijos: “Si queréis ser deportistas de élite, os vais a tener que dejar cosas por el camino… Yo amo a mi exmujer, la madre de mis hijos, pero me ha costado una relación ser deportista de élite”, confiesa.
Yo soy exactamente lo que os han dicho que no puede existir en el mundo; que en España alguien venga de una familia humilde pueda llegar a triunfar en el mundo empresarial
Otro de los obstáculos con los que Elías se ha encontrado son los prejuicios derivados de su origen humilde, ya que creció en una familia con pocos recursos y sin contactos que le sirvieran de guía. Por eso lanza una crítica social sobre la cultura española, donde, según él, no se confía ni se apuesta por el talento que surge de los barrios o familias humildes: “Yo soy exactamente lo que os han dicho que no puede existir en el mundo; que en España alguien venga de una familia humilde pueda llegar a triunfar en el mundo empresarial”, explica.
“En los buenos momentos no aprendes nada. En realidad, lo valioso es el camino, no el resultado”, añade. Una de las características que considera fundamentales y que ha aprendido con el tiempo es la actitud y la capacidad de perspectiva. Confiesa que en sus empresas ha atravesado años muy difíciles económicamente, y que para valorar los buenos momentos primero tuvo que conocer los más críticos. Además, señala que en los tiempos más inestables es cuando más ha aprendido como emprendedor, desarrollando nuevas habilidades como empresario.
Yo veo gente que son excepcionales, brillantes, pero que me dicen que quieren teletrabajar cinco días a la semana y que la desconexión digital es muy importante para ello
Durante la charla, explica cómo selecciona a su equipo más cercano, con quienes tiene contacto diario. Para él, aunque apoya la conciliación, valora aún más aspectos como la lealtad y el compromiso. Busca trabajadores que su equipo luche por la empresa como si fuera suya, de manera que todos compartan el mismo nivel de implicación. Sin embargo, critica que hoy en día, aunque hay personas muy preparadas, su objetivo principal es la comodidad y la flexibilidad laboral: “Yo veo gente que son excepcionales, brillantes, pero que me dicen que quieren teletrabajar cinco días a la semana y que la desconexión digital es muy importante para ellos… Pues para mí ya no me vales, ya no eres de mi tropa”, señala.
Una de las tácticas que le ha funcionado en el mundo empresarial es ‘hacerse el tonto’, una estrategia que utiliza con frecuencia para lograr sus objetivos. El hecho de adoptar una actitud de desconocimiento ante una persona que cree o presume saber más, obliga al otro a explicarse con mayor claridad, dejando de lado algunos tecnicismos. Y en el mundo empresarial, eso es una ventaja. “En los casos que he tenido más éxito en mi vida es haciéndome el tonto. No hay nada que funcione mejor”, confiesa.