Renault abre la puerta a fabricar coches eléctricos en España

Automoción

La francesa garantiza la producción hasta el 2030 si se mantiene la competitividad

Trabajadora de la planta de Palencia de Renault

Trabajadora de la fábrica de Renault en Palencia.

LV

“Europa tiende al vehículo eléctrico. Es lógico que, tarde o temprano, las plantas españolas del grupo fabriquen coches eléctricos también”. La francesa Renault, en palabras de su director de adquisiciones, alianzas y asuntos públicos, François Provost, no descarta traer motorizaciones eléctricas a sus fábricas de Valladolid y Palencia. Fábricas que, por otro lado, no han de temer por su futuro inmediato, aseguró Provost, al menos hasta el 2030. “El futuro industrial de Renault en España esta garantizado hasta el 2030, pero la clave es mantener la competitividad”, afirmó en un encuentro internacional con periodistas.

Estas declaraciones no son baladíes para las plantas españolas, porque el último plan industrial de la francesa (2021-2024) obligó a un reparto bastante estricto de los modelos entre Francia y España. Una decisión forzada en parte por el Gobierno francés, que no quería dejar sus instalaciones huérfanas de los modelos de futuro. 

Así, salomónicamente, Renault dividió su producción en dos polos: los híbridos para España y los eléctricos para Francia. En concreto, ahora Renault fabrica cinco modelos híbridos: el Austral, el Espace, el Captur, el Rafale y el Symbioz en las instalaciones españolas.

El 25% de los ingenieros de la marca están dedicados a cubrir las exigencias de las normas europeas

Y sin embargo, mientras la producción de híbridos acelera y lidera los mercados, los eléctricos no alcanzan su tope de producción. El polo de fabricación ElectriCity, en Francia, está apenas a un tercio de su capacidad. Pero poder optar a modelos eléctricos implica un plan de futuro para las fábricas españolas. Todo cuando el grupo francés está a punto de presentar su nuevo plan estratégico Futurama a finales de año.

“España no es un mercado solo de vender coches para nosotros, es nuestro segundo país”, afirmó Provost, uno de los posibles candidatos internos a liderar la enseña del rombo tras la sorpresiva renuncia de su consejero delegado Luca de Meo la semana pasada. “Es un país competitivo, con una buena cadena de valor y buenos proveedores. Ahora nos gustaría hacer más I+D en Valladolid”, explicó Provost.

El directivo considera que ni las plantas europeas ni las españolas están por detrás de sus competidores chinos en eficiencia, rapidez o competitividad. “La producción no es un cuello de botella para nosotros a la hora de llegar al mercado. Tenemos que ganar velocidad y tiempo en la fase de diseño y desarrollo. Ahí sí nos superan, son un referente en desarrollo de tecnología”, asegura.

Provost se lamenta sin embargo de que “el 25% de nuestros ingenieros está destinado a cubrir las exigencias de la regulación” europea. “Hemos invertido 1.000 millones de euros en los motores Euro7 para reducir apenas las emisiones de CO2. Esto encarece los coches para los europeos, que no pueden acceder a un vehículo”, afirmó.

Así, Provost apunta que “si nuestra prioridad es hacer eléctricos y ser líderes en este terreno en Europa, tenemos que centrarnos; todos necesitamos reducir nuestras inversiones en motores de combustión para aumentarlas en eléctricos”, afirmó.

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