Este artículo sí va de fútbol, pero considerado como una empresa, como un negocio y como un sistema absolutamente empresarial, que es en lo que se ha convertido, desde hace ya años, el fútbol profesional en todo el mundo. La mayoría de clubs profesionales en Europa pertenecen a empresas o a sociedades anónimas de accionistas, muchas extranjeras, y concretamente en España solo se libran, de momento, cuatro clubs, que son el Barça, el Madrid, el Athletic de Bilbao y el Osasuna.
Convertidos, pues, en empresas, a los clubes se les pueden aplicar mayoritariamente los principios que también se aplican a todas las empresas de los demás sectores de la economía.
Fútbol y negocio
Las inversiones no son suficientes para los objetivos, hay que tener un equipo cohesionado con la misma visión
Y ahora hablaremos de un caso concreto, precisamente del PSG, que acaba de ganar la Champions de esta temporada. Este club, convertido en empresa, que en el 2011 fue comprado por la sociedad Qatar Sport Investment, presidida por Naser al Jelaifi, ha tenido como principal referencia durante estos catorce años la conquista de la Champions. Con este objetivo ha invertido/gastado durante todo este tiempo 1.440 millones en fichajes y 3.320 en primas y sueldos. Un total de 4.760 millones de euros. Como vemos, el promedio, sale a 340 millones por año gastado. Paradójicamente, esta última temporada (2024-2025) que ha ganado la Champions, solo ha invertido 222 millones.
Además, el club consiguió tener juntos durante dos temporadas a los tres mejores jugadores del mundo, Messi, Mbappé y Neymar y, aun así, no ganó ninguna Champions. Siguiendo con las paradojas, este año se le fue el jugador que quedaba de aquella tripleta, y que pasaba por ser el mejor del mundo, Mbappé, al Madrid, que por su parte había ganado la temporada anterior, no solo la Champions sino también la Liga, con lo cual, la situación para esta temporada era clara, el mejor Madrid con Mbappé ganaría Liga y Champions. Pues no ha ganado ni una cosa ni otra.

Luis Enrique, entrenador del PSG, en una imagen reciente
A partir de ahí, las reflexiones en términos de gestión y económicas. Queda claro que cualquier empresa debe tener fijados los objetivos que quiere conseguir. A continuación, implementar las inversiones que hay que hacer y, a la vista de lo que ha sucedido con el PSG, ha quedado claro que a pesar de las fabulosas inversiones y de tener a los mejores jugadores, no ha servido de nada. ¿Qué ha faltado? Ha faltado lo más importante, que es la relevancia que en todas las empresas tiene la gestión profesional, y en el caso de un equipo de fútbol, el director técnico y el entrenador, el tener claro los objetivos y el formar un equipo cohesionado que, a su vez, también los tengan. Está claro que el PSG tuvo directores técnicos y entrenadores durante todas las temporadas anteriores, pero está claro también que no fueron los adecuados.
La conclusión, pues, es que más que pensar en fichar a los jugadores estrella, hay que acertar cuando has de contratar un director técnico y un entrenador. Si no, has de buscar otros objetivos.