Con innovación tecnológica y muchos años de experiencia, logran piscinas sostenibles, estancas y sin pérdidas de agua. El grupo Renolit Ibérica, en Sant Celoni, fabrica membranas flexibles armadas de PVC para la impermeabilización y la estética del vaso de la piscina, claves en la actual crisis climática, ya que “estas piscinas solo gastan el 0,5% del agua potable en España”, tal y como destaca el director del área de piscinas de Renolit Ibérica, Pedro Arrebola. También son expertos en la impermeabilización de cubiertas, la otra pata del negocio.
El centro de Sant Celoni pertenece, desde el 2006, al grupo alemán Renolit Alkorplan, que factura 1.200 millones de euros y cuenta con más de 5.000 empleados. Desde el centro vallesano se aporta un 12,5% del total, con 340 empleados y ventas en cerca de 70 países. “Cerraremos el año con una facturación de 150 millones, de los cuales 92 provienen de las membranas de piscina”, detalla Arrebola. El 95% de lo que producen se vende fuera de España, principalmente a Francia, Italia, Suiza, Alemania y Austria.
El 95% de lo que se fabrica en la planta de Sant Celoni, con 340 empleados, se vende fuera de España
La sostenibilidad es un pilar de la firma. “Nuestra membrana es el único producto capaz de garantizar la estanqueidad del vaso de la piscina, por mucho que haya movimientos de tierra o que el vaso tenga grietas, debido a la flexibilidad y adaptación del propio material y que no es poroso”. Todo el proceso, desde el principio hasta el lacado de la lámina (membrana) se hace en sus instalaciones. “Hemos apostado claramente por la calidad de la materia prima, así como por la formulación aplicada a su protección de laca o barniz. De hecho, fuimos pioneros en el sector hace 15 años”, muestra el directivo.
Con la colección Touch revolucionaron el mercado, ya que permitía imitar colores, texturas y formas de la naturaleza. Renolit acaba de lanzar la colección Kolos, pensada para piscinas de gran afluencia, como las públicas o centros deportivos, que funcionan como refugio climático en época de temperaturas elevadas. “Es una membrana de dos milímetros de grosor que se suelda mejor y que está hecha con un 40% de material reciclado propio, que proviene de las mermas de nuestra producción e instalación. En los últimos cinco años, la fábrica ha invertido cerca de 20 millones de euros en maquinaria más eficiente e innovadora.
“Apostamos por la economía circular, ya que aquí tenemos los molinos que trituran las mermas y vuelven a ser reutilizadas en la producción”, subraya Arrebola, quien también preside la Asociación Española de Profesionales del Sector Piscinas (Asofap). La firma reduce el uso de plástico y cartón en el packaging , dentro de esa apuesta por la sostenibilidad.
En Sant Celoni y Cádiz tienen un centro de formación “porque el instalador es como un sastre, le enseñamos la técnica para que quede perfecto y se haga de forma rápida y eficiente”, concluye.