Los accionistas de Banc Sabadell han dado hoy su apoyo a la venta de TSB, la filial británica del banco, y al reparto de un dividendo extraordinario de 2.500 millones de euros en una doble junta de accionistas. Estas operaciones son clave en la estrategia de la entidad financiera que preside Josep Oliu para blindarse ante la oferta pública de adquisición (opa) lanzada por el BBVA hace más de un año. El reparto de los beneficios puede acabar decantando a los propietarios del banco catalán hacia el rechazo de la oferta presentada por la entidad liderada por Carlos Torres.
Tanto la venta como la remuneración extraordinaria han sido aprobadas por prácticamente unanimidad, el 99,7% de los votos, en juntas con una amplia participación (la primera alcanzó el 74,8% del capital social, la mayor participación desde 2024). Aunque estos apoyos no se deben interpretar directamente sobre el eventual resultado de la opa, sí dan alguna pista sobre el clima entre los accionistas; sobre todo los minoritarios. En este sentido, la presión crece ahora sobre el BBVA para que eleve su oferta; un extremo que la propia cúpula del banco de origen vasco ha negado varias veces.
En su primera intervención, Oliu ha tratado de desvincular la doble operación de la ofensiva lanzada por el BBVA. “La venta de TSB se propondría tanto con la opa como sin ella”, ha explicado. Para sostener esta tesis, el presidente del Sabadell ha desvelado que llevan recibiendo ofertas por su filial británica desde 2021, pero que la cúpula del banco decidió continuar con el desarrollo del negocio por cuenta propia.“Recientemente, tras los buenos resultados financieros que hemos tenido últimamente, TSB volvió a estar en el punto de mira de los grandes bancos británicos. Ante esta situación, el consejo abrió un proceso competitivo restringido”, ha asegurado.
La valoración inicial de la compra por parte de Banco Santander es de 2.650 millones de libras (3.098 millones de euros). Sin embargo, el valor final de la transacción se ajustará en función de la evolución de TSB en los meses que transcurran hasta que se cierre la operación. El Sabadell prevé que el precio alcance unos 2.875 millones de libras (3.300 millones de euros). Para subrayar el valor de la operación, Oliu ha indicado que la oferta del Santander es 1,5 veces superior al valor tangible en libros, que se compara a un precio medio de cotización de las entidades británicas superior a 1,2 veces respecto a su respectivo valor en libros. En este sentido, ha insistido en que la operación es puramente estratégica porque permite devolver capital a los accionistas a la vez que aporta recursos para concentrarse en el mercado español, el principal negocio.
El reparto de los 2.500 millones procedentes de esta venta es un elemento disuasorio para que los accionistas acepten la oferta del BBVA. Primero, por el propio pago del dividendo (se cobraría en el primer trimestre de 2026, posterior a la resolución de la opa). Además, la alta valoración de TSB apunta a que el precio del Sabadell podría ser mayor que la oferta del BBVA, cuya valoración se sitúa en torno a los 11.000 millones.
Por su parte, el consejero delegado del Sabadell, César González-Bueno, ha pedido en su intervención que el BBVA sea claro en el folleto de la opa. “¿Puede el BBVA garantizar una rentabilidad del 25% sobre su valor bursátil? ¿Puede garantizar que recibirán en los próximos tres años el 40% del valor de sus acciones en distribución de capital?”, ha dicho en comparación con la política de dividendo del Sabadell, que además del extraordinario aprobado ayer, repartirá 6.300 millones hasta 2027.
González-Bueno también ha exigido que el BBVA muestre las estimaciones de sinergias tras las condiciones impuestas por el Gobierno que, en caso de compra, obligan a mantener la independencia de ambas entidades. El banco vasco sí había presentado unas sinergias de 850 millones en caso de fusión. “Nuestra estimación es que ahora son cero. Han cambiado muchas cosas”, ha dicho el directivo. Oliu ha añadido que la opa “va en contra de la corriente social” por las muestras de rechazo del Gobierno, organizaciones empresariales y sindicatos. “Pedimos que se detallen muy bien los riesgos”, ha apuntado.
El siguiente capítulo de la opa no se espera hasta septiembre, cuando previsiblemente el BBVA presentará el folleto. Oliu se ha despedido de los presentes con una petición: “Reflexionen bien si quieren seguir con el Banco Sabadell como un banco de referencia de nuestro país”.


