Aliseda ha iniciado un proceso de reconversión a la vista de los cambios que se avecinan en el sector inmobiliario. La gestora de activos de Blackstone, que comparte equipos con Anticipa, inició su negocio haciéndose cargo de la cartera inmobiliaria del extinto Banco Popular a partir del 2018. De los 10.300 millones iniciales de dicha cartera, hoy en día mantiene en torno a 5.500 millones. Esta actividad, por tanto, acabará llegando a su fin con el paso del tiempo. Por ello, la compañía dirigida por Eduard Mendiluce está inmersa en un proceso que le acabará convirtiendo en una gestora muy diferente a lo que ha sido hasta ahora.
La plantilla de la compañía se compone de 600 trabajadores y se encuentra modificando sus líneas de negocio
En este momento el principal activo de Aliseda es el suelo. El gigante gestiona 2.400 millones de un bien preciado en este momento en el sector inmobiliario. Se trata de la mayor cartera de suelo en España a día de hoy, muy por delante de sus competidores. La especialización de Aliseda consiste en poner en valor esos activos a través de la compleja gestión urbanística para vendérselo pasado todo el proceso a un promotor. “Creemos que el valor se encuentra en la gestión urbanística”, afirma Mendiluce, consejero delegado de Aliseda desde hace más de once años. El directivo destaca que uno de los valores más importantes de la compañía se encuentra en el equipo de gestión urbanística (30 personas) y de comercialización (60 trabajadores) con el que cuenta para impulsar el negocio.
El año pasado la gestora vendió 420 millones de suelo y en el actual ejercicio la estimación es de alcanzar los 400 millones en ventas. Aliseda ingresó el año pasado 2.200 millones. Aunque la vivienda sigue siendo el principal foco de Aliseda, la compañía también sanea centros comerciales, oficinas, hoteles y naves industriales para, al final del proceso, comercializarlas.
Los ingresos del año pasado fueron de 2.000 millones. De ellos, 420 millones procedieron de la comercialización de suelos
El futuro de Aliseda, en cambio, mira hacia un nuevo horizonte. En plena reconversión del sector, la compañía ha dado un golpe de timón para reposicionar el negocio y convertirse en “asset managers inmobiliarios”. Es decir, asesoramiento y gestión. Sus clientes son tres: promotores, inversores y el sector de la rehabilitación.
Al promotor, Aliseda le ofrece acelerar sus proyectos. Un ejemplo: un pequeño promotor de Burgos que quiera entrar en el mercado de Galicia puede recurrir a Aliseda para que le ayude a encontrar suelo, gestionar el proyecto y vender las viviendas. La compañía ofrece un acompañamiento integral durante el proceso y colabora en la aceleración del plan de negocio. “Nos hemos dado cuenta de que nuestra fortaleza es que nuestros equipos conocen a más de 1.500 promotores españoles a los que pueden ayudar”, explica Mendiluce.
“Mismos ingresos y misma plantilla”
¿Cómo ve Eduard Mendiluce el futuro de Aliseda? “Espero que la facturación y la ebitda en los próximos cinco años sean las mismas gestionando carteras para Blackstone que a través de las nuevas vías de negocio”, apunta el consejero delegado de la compañía, que está buscando una combinación entre ganar dinero y mantener el mismo nivel de empleabilidad. Esta es la máxima que quiere aplicar de cara a los próximos años. La otra pata del negocio de Aliseda afecta a la Sareb y a la futura empresa pública de vivienda. El antiguo banco malo paró la venta de viviendas y la idea es que Aliseda rehabilite esos inmuebles que aún conserva para ofrecerlos al mercado de alquiler asequible en la futura sociedad estatal.
El conocimiento del mercado de Aliseda se basa en un equipo de 150 profesionales en las delegaciones territoriales. La plantilla total está compuesta por 600 personas. La compleja gestión urbanística es uno de los principales problemas a los que se enfrentan los promotores de vivienda, con trámites tediosos que retrasan proyectos. Aliseda ofrece agilizar el proceso gracias a que se encuentra activa en 400 municipios realizando planteamiento urbanístico y conoce las teclas que tocar para hacerlo, destaca también su consejero delegado.
Para el inversor, que puede ser un family office o un modesto inversionista, Aliseda ofrece un reposicionamiento de sus activos y una ayuda para encontrar oportunidades. Tanto en el inmobiliario residencial como en el ámbito industrial.
La cartera que Aliseda está ayudando a rehabilitar es de 5.000 viviendas. En España sólo se renueva energéticamente el 0,1% del parque cada año, mientras en Europa es el 1%
El sector de la rehabilitación, claramente en auge, también es otra prioridad para la empresa. A la espera del nuevo Plan de Vivienda que presente el Gobierno para solventar el déficit que acumula el país (en Europa se rehabilita cada año el 1% del parque residencial, mientras en España se renueva el 0,1%), la compañía tiene en marcha esta línea de negocio que se dedica a impermeabilizar fachadas y a instalar ventanas con aislamientos, así como al cambio de calderas.
En este momento el 80% del parque de vivienda en España tiene un certificado energético E o peor. A día de hoy, Aliseda tiene a 150 comunidades de propietarios como clientes y está ayudando a rehabilitar 5.000 inmuebles. Es un negocio en el que la compañía ve recorrido tanto en el residencial como en oficinas, naves y hoteles En estos casos, ofrece soluciones tanto para fachadas como para el interior del sistema productivo, como cambio de maquinaria.
La compañía abre una línea centrada en la rehabilitación de viviendas, oficinas, hoteles y naves
Aliseda, por último, ha conseguido la homologación del Ministerio para Transición Ecológica y puede comercializar certificados de ahorro energético. Así, ofrece a las comunidades de vecinos, por ejemplo, monetizar dichos certificados comprándoselos al cliente y vendiéndoselos a una energética.
