Uno de los hombres más ricos de Europa tendrá que prestar servicio durante diez meses en un centro salesiano. John Elkann, nieto de Gianni Agnelli y consejero delegado de Stellantis, ha alcanzado un acuerdo con la fiscalía de Turín, aceptando dedicar un periodo a labores sociales a cambio de la suspensión del proceso por sus presuntos delitos fiscales. El juez todavía no ha dado el visto bueno, pero ya se fantasea con la escena: ver a un heredero de la dinastía más poderosa de Italia sirviendo sopa en un comedor para pobres o dando clases a inmigrantes parecía impensable hasta hace poco tiempo. El pacto entre defensa y fiscalía está listo y en el aire queda la pregunta: ¿es un privilegio concedido a un poderoso o una humillación pública?
John Elkann, sus hermanos Lapo y Ginevra, el contable Gianluca Ferrero (actual presidente de la Juventus) y el notario suizo Urs Robert Von Grüningen están acusados de fraude al Estado y de “declaración infiel” en concurso, por una compleja trama relacionada con la herencia de su abuela Marella Caracciolo, esposa del “Avvocato”, que enfrenta a los tres con su madre Margherita. En particular, Margherita impugna el acuerdo con el cual en 2004 ella misma había renunciado a todo derecho hereditario, un pacto firmado bajo la normativa suiza, país en el que residía la viuda Agnelli. Pero en 2018 “donna Marella” permaneció en Suiza menos de seis meses y, por lo tanto, no cumplía con los requisitos para ser considerada residente fiscal. Según la fiscalía, sus nietos debían haber pagado 175 millones de euros en impuestos de sucesión en Italia, lo que anularía aquel pacto.
En Italia se fantasea con el magnate en un comedor para pobres o dando clases a inmigrantes
Si el juez aprueba el acuerdo, como en Turín se da prácticamente por descontado, el tribunal deberá indicar el lugar donde cumplir la “pena”, en base a un “programa de tratamiento” acordado con los fiscales. El rumor de que los trabajos en beneficio de la comunidad se realicen con los salesianos es cada vez más fuerte, aunque la institución religiosa no lo confirma. Durante el tiempo en que se cumpla el servicio, el procedimiento judicial quedará en suspenso y, si el recorrido es evaluado positivamente por el juez de instrucción, los delitos se extinguirán y no quedará rastro en el registro penal. Los defensores de Elkann insisten en que esta vía no implica en absoluto una admisión de culpabilidad. Mientras que la abogada de Margherita lo interpreta justo al revés: “La suspensión a prueba comporta, en la práctica, una inequívoca admisión de responsabilidad y aquiescencia respecto a los hechos imputados, en la plena conciencia de John Elkann y de Gianluca Ferrero de la falta de base para obtener una absolución”.
El presidente de Ferrari, John Elkann, y su esposa, Lavinia Borromeo, en el homenaje al diseñador Giorgio Armani, el 6 de septiembre
Berlusconi también tocó el piano en una residencia de ancianos durante un año
Para los italianos no es una historia nueva. En mayo de 2014, Silvio Berlusconi comenzó a prestar servicio durante un año en la residencia para ancianos Sacra Famiglia de Cesano Boscone, un pequeño municipio a las puertas de Milán. Para el ex primer ministro, la asistencia a enfermos de Alzheimer formaba parte de la pena que debía cumplir tras la condena a cuatro años por fraude fiscal en el caso Mediaset, relacionado con la compraventa inflada de derechos televisivos para crear fondos negros por casi 300 millones de euros.
Millones de euros es lo que la fiscalía considera que deberían haber pagado en impuestos de sucesión
El magnate acudía una vez a la semana a la residencia y entretenía a los enfermos tocando el piano. “Tenía gracia, cantaba muy bien”, contó en su día el exdirector de la Fundación Sacra Famiglia Paolo Pigni. Fuera de las puertas, lo esperaban decenas de seguidores y centenares de periodistas y fotógrafos en busca de la imagen del millonario vestido con bata de enfermero.
El presidente de Stellantis, John Elkann, en la conferencia Viva Technology dedicada a la innovación y las nuevas empresas en el centro de exposiciones Porte de Versailles en París, el 13 de junio
La fiscalía considera que debería haber pagado 175 millones de euros en impuestos de sucesión
Esas fotos acabaron publicadas en Chi , la revista de la que era propietario el propio Berlusconi. Silvio, con su instinto propagandístico, entendió que aquella figura del patrón convertido en “siervo” tenía un poder casi evangélico, útil como parábola, al menos electoral.
Quién sabe si Elkann –mucho menos popular en Italia, con fábricas que cierran y un clima de malestar social– sabrá aprovechar esa misma puesta en escena.
