El primer buque de apoyo a la flota de la Marina Real británica se construirá en gran parte en España debido a que el astillero de Harland & Wolff, en Belfast, no está listo para asumir el volumen de trabajo comprometido. Así lo ha confirmado el propio consejero delegado de Navantia Reino Unido, Donato Martínez, en declaraciones al Financial Times, en las que asegura que parte de la sección central del barco, que iba a realizarse en Irlanda del Norte, se ejecutará finalmente en las instalaciones de Navantia en Cádiz.
Este movimiento supone un giro en el plan original del consorcio liderado por Navantia y Harland & Wolff, adjudicatario en 2022 del contrato FSS (Fleet Solid Support) valorado en 1.600 millones de libras (1.844 millones de euros), que contempla la entrega de tres buques de apoyo logístico para la Royal Navy. La previsión inicial era construir los barcos de forma repartida entre los astilleros británicos de Appledore, Belfast y las instalaciones españolas, con ensamblaje final en Irlanda del Norte.
Según el nuevo plan, solo la proa del primer buque se fabricará en Appledore, mientras que el resto se trasladará a Cádiz. “Las instalaciones no estaban listas en Belfast... Hemos traído algo del primer barco a España”, explicó Martínez al diario británico. Aun así, el ejecutivo insiste en que “en conjunto se está realizando más trabajo en Reino Unido del que inicialmente se preveía” y que el calendario del programa -que prevé la entrada en servicio de los tres buques en 2032- se mantiene sin cambios.
Desde la industria británica y sectores políticos ya han surgido críticas, al considerar que el desplazamiento de producción a España resta contenido local al contrato. En su momento, el acuerdo ya generó tensiones sindicales al competir con una oferta 100% británica.
Instalaciones de Harland & Wolff
El Ministerio de Defensa británico ha confirmado que los tres barcos se ensamblarán en Reino Unido y que la estrategia general no ha variado. Navantia, por su parte, ha elevado su inversión en Harland & Wolff hasta los 115 millones de libras (132,5 millones de euros), y prevé que Belfast esté plenamente operativo a mediados de 2026. “Al final del programa podrán construir competitivamente cualquier parte de cualquier barco”, sostuvo Martínez, que también confirmó que se está formando a nuevos aprendices y que los sindicatos “han sido muy colaborativos”.
En paralelo, Navantia ya se postula para otros contratos del Ministerio de Defensa británico, como la futura serie de buques MRSS para fuerzas especiales. El movimiento refuerza la posición internacional de la ingeniería naval española y su capacidad para competir como actor industrial clave en Europa.


