Aena tiene ya sobre la mesa el calendario para distribuir los 3.200 millones de euros que invertirá en la ampliación del aeropuerto de Barcelona, una obra que puede extenderse durante una década. La primera partida, un tercio del total, se ejecutará ya en el próximo periodo regulatorio, el DORA que va del 2027 al 2031 y cuya preparación ha arrancado este mes.
El gestor aeroportuario ha dividido la transformación de El Prat en dos bloques de inversión, confirman fuentes de la compañía. Los más de 1.000 millones que se ejecutarán los próximos seis años se destinarán a la renovación de la T1 y la T2, actuaciones que no requieren del permiso de Bruselas al no afectar las zonas naturales protegidas.
En la T1 se prepara una gran reforma, con el movimiento de toda la fachada principal para ampliar la zona de facturación y la zona de seguridad e instalar nuevos filtros y escáneres. De esta manera, la terminal sumará 70.400 metros cuadrados, con lo que dispondrá de una superficie total de 722.000 metros cuadrados. Las obras permitirán absorber los pasajeros de la futura terminal satélite, que compartirá zona de facturación y seguridad con la T1. En cuanto a la T2, se la someterá a una actualización de las instalaciones.
El grueso de la inversión, unos 2.200 millones de euros, se ejecutarán a partir del 2032. Para entonces, Aena espera contar con los permisos medioambientales pertinentes para efectuar la extensión de la tercera pista, que ganará 500 metros. Con todo, la ampliación podría acabar superando los 3.200 millones de euros, en función de las compensaciones ambientales que se acuerden y de la inflación.
La partida para El Prat está dentro de los casi 13.000 millones de euros que la cotizada presidida por Maurici Lucena destinará a los próximos años en la mejora de sus aeropuertos en España. El objetivo de esta inversión es preparar las infraestructuras para el aumento de tráfico aéreo y pasajeros que se prevén al menos durante las próximas dos décadas. De esta manera, señalan fuentes del grupo, se podrá atender la demanda futura y evitar su saturación a corto plazo.
Desde el gestor, destacan que el Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI) sitúa a España como el quinto país del mundo con más tráfico aéreo en 2042. Para este año, Aena prevé alcanzar los 320 millones de pasajeros en su red.
Esta gran ola inversora conllevará una actualización de las tasas aeroportuarias, que han estado congeladas durante los últimos años por normativa legal. Son las aerolíneas las que abonan estas tarifas a través del billete de avión que le cobran a los pasajeros, por eso siempre intentan que las tasas se congelen o suban lo menos posible. El incremento que planea Aena para el 2026, y que situará el coste medio por pasajero en 11,03 euros, ha enfrentado a la compañía con Ryanair, que pide paralizar la subida y una rebaja en los aeropuertos regionales.
Desde Aena defienden la competitividad de sus tarifas y subrayan que el coste previsto para el 2026 está por debajo en términos nominales de las tasas del 2015, de 11,11 euros.
Las dos principales obras del plan inversor de 12.888 millones presentado ayer por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se concentrarán en los aeropuertos de Madrid y Barcelona. El proyecto de ampliación de Barajas eleva su presupuesto a 4.000 millones de euros, de los cuales la mitad se ejecutará en el próximo periodo de inversión.
Tenerife Norte, Lanzarote, Alicante, Málaga, Ibiza, Menorca, Valencia o Bilbao son otros de los aeropuertos con actuaciones previstas.
La compañía recurrirá a la emisión de nueva deuda y a los mercados de capitales para efectuar la inversión, algo que no hacía desde la pandemia. La deuda del grupo alcanza en estos momentos los 5.973 millones de euros.