Pamesa no renuncia al mercado americano

Empresas | Industria cerámica

El mayor productor de cerámica de España conserva el ímpetu exportador a pesar de nuevas tensiones comerciales

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Sede de Pamesa entre las localidades de Onda y Villarreal, en Castellón

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A medio camino entre las localidades castellonenses de Onda y Villarreal, el mayor fabricante de azulejos y cerámica de España combina una fuerte implantación local con la visión internacional. Exporta el 68% de todo lo que produce y eso le obliga a estar muy atento a todo lo que pasa fuera. Ahora observa con atención la guerra comercial desatada por Donald Trump al tiempo que sigue midiendo al milímetro los precios de la energía, que por momentos han situado a las empresas industriales españolas en desventaja con respecto a otros rivales internacionales. Son dos de las principales preocupaciones de una empresa que espera cerrar en el 2025 un buen año y que no deja de invertir en crecer.

Nacida en 1972, Pamesa es la mayor empresa del principal sector industrial de Castellón: la cerámica. Su huella no solo se aprecia en el PIB de la zona y en los más de 3.000 empleos directos que genera, sino también en la propia ciudad de Villarreal, marcada por la presencia de esta compañía, de Porcelanosa y de otras compañías del sector. Eso imprime personalidad a la zona.

“Desde siempre hemos sido una empresa muy comprometida con nuestro entorno”, explica el director general de Pamesa Grupo Empresarial, José Manuel Llaneza, antes de poner como ejemplo los esfuerzos realizados durante la dana. El grupo es el principal patrocinador del Villarreal C.F., cuyo estadio, de la Cerámica, es toda una declaración de inten­ciones. También está presente en el Valencia Basket y en otros ­deportes.

Los ingresos cayeron un 5% el último año, a 1.132 millones de euros, pero el beneficio se multiplicó por cinco

Otra de las grandes conexiones con la región se encuentra en el propio accionariado de Pamesa. Es propiedad de Fernando Roig, hermano de Juan Roig, el fundador de Mercadona, una de las compañías más exitosas de España. La familia está muy conectada con el ecosistema empresarial valenciano. Por el momento, Pamesa no informa de planes para abrir el capital, pese a que no han faltado ofertas en los últimos años.

¿Cómo va la marcha del negocio? “Nos encontramos en un momento muy positivo”, afirma Llaneza. De forma inmediata, hay a la vista una feria en Italia, Cersaie, en torno a la que existen “grandes expectativas”. El grupo adquirió este verano la empresa Naturcer y busca oportunidades en negocios de alto valor añadido.

“Aunque algunos mercados atraviesan ciertas dificultades por distintas circunstancias, confiamos en que el balance del año será favorable y en línea con los resultados obtenidos en el 2024”, asegura el directivo.

El año pasado la compañía facturó 1.132 millones de euros. Es un 5% menos que en el 2023, pero una cifra nada desdeñable. Supone una tercera parte de los 3.479 millones de los ingresos del conjunto de las empresas cerámicas, según los cálculos de la asociación que las representa, Ascer. Eso permitió a Pamesa disparar el beneficio hasta 114 millones de euros, cinco veces más que en el 2023.

Fernando Roig, ayer durante la presentación de resultados de la empresa en 2023

El dueño de Pamesa es Fernando Roig, hermano de Juan Roig, fundador de Mercadona

P.

Sin embargo, el contexto internacional es de elevada incertidumbre, y hay dos factores que afectan especialmente a Pamesa: los aranceles y el coste de la ­energía. En ellos se juega parte de las exportaciones y su competitividad a la hora de vender en el ­exterior.

En el año de los aranceles de Trump, Pamesa no pierde ojo de los últimos acuerdos comerciales. “Estados Unidos es un mercado estratégico”, asegura el director general. “Es pronto para valorar el impacto que puedan tener los aranceles”, entre otras cosas porque “dependerá en gran medida de cómo se apliquen a otros países que exportan al mercado estadounidense”. Por lo pronto, el grupo ha experimentado “un crecimiento importante en los primeros meses del año”.

Las ventas de Pamesa a Estados Unidos rondan el 9% del total, por lo que el efecto traumático de los aranceles es relativo. El grupo ya ha sugerido que un gravamen como el acordado este verano entre Washington y Bruselas, del 15%, puede resultar asumible.

La pasada semana, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, viajó a Valencia para, entre otras cosas, reunirse con las comunidades autónomas y poner en valor los esfuerzos que el Icex está haciendo para acompañar a empresas como Pamesa en su despliegue internacional. El Gobierno abrirá una séptima oficina comercial en Estados Unidos, en Houston, convencido de que existe interés de los exportadores españoles por el país.

Los costes de la energía son otro caballo de batalla. “Sigue siendo un problema, pero es una situación que ya tenemos asumida”, asegura Llaneza. El año pasado, el grupo logró un gran ahorro en la factura energética tras cambiar de proveedor a Naturgy.

Sin embargo, “el coste del gas continúa siendo aproximadamente un 50% superior al nivel previo a la crisis energética”, afirma Llaneza. A eso se suman un precio de la energía mayor en la UE y los costes de las emisiones de dióxido de carbono, lo que “hace que la industria europea sea menos competitiva frente a la de otros continentes”.

Pamesa se precia de pagar bien a los empleados. El salario neto de un trabajador con al menos un año de antigüedad es de 2.180 euros, un 32% superior al salario mediano en España. Elevó un 10% la plantilla el año pasado y generó uno de cada tres nuevos empleos en el sector.

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