Cuando tenía apenas 10 años, Dionisio Ugalde acompañaba a su abuelo a una plaza en Madrid en busca de cromos para sus colecciones. Lo que empezó como un paseo familiar se convirtió en una lección de emprendimiento: se fascinó al ver a decenas de personas intercambiando y vendiendo cromos en bancos y mesas de camping, y pronto se le ocurrió una idea sencilla pero decisiva: vender los repetidos de su álbum. Ese primer negocio, improvisado y divertido, marcaría el inicio de un camino que lo llevaría décadas después a fundar PadelPROShop y HandballPROShop, empresas online que hoy facturan más de 20 millones de euros al año.
¿Cómo fueron sus inicios?
Mis padres se separaron cuando yo era muy pequeño y ellos eran aún muy jóvenes, por lo que pasé mucho tiempo con mi abuelo paterno, que era empresario. Desde siempre me inculcó, siendo yo su primer nieto, la idea de ser emprendedor. Recuerdo que a los 10 años fuimos a una plaza en Madrid porque me faltaban algunos cromos para completar mi colección, y de repente me sorprendió ver a muchas personas intercambiando cromos de pie. Había gente en bancos, en mesas de camping vendiendo, y eso me llamó mucho la atención. Una vez terminé mi colección pensé: “¿y si vendo todos los repetidos que tengo en un álbum?” Y así empezó todo.
Dioni Ugalde
Al principio comencé con una pequeña mesita y algunos cromos, y poco a poco fui vendiendo. Durante tres años estuve los domingos dedicándome a esto. Entre semana, contaba con un equipo que me ayudaba a abrir cajas y colocar los cromos, y con el tiempo llegué a tener dos personas que me ayudaban a vender y a organizar. Terminamos manejando cuatro o cinco mesas de camping y alrededor de 40 álbumes distintos. Ya no era solo fútbol; también tenía colecciones de Los Simpsons, Harry Potter… Era algo muy sano, porque la gente era respetuosa, y nos enseñó a gestionar la distribución y a vivir lo que significa emprender desde cero.
¿Después de esos tres años, qué se animó a hacer?
Después de eso, pasé a jugar semiprofesionalmente a las cartas Magic. Estuve cuatro años compitiendo, viajando por toda Europa y también un poco por América. Fue una época muy divertida, llena de viajes y aviones. Cuando terminé, decidí dedicarme más al deporte. A los 18 años se organizó un campeonato de hockey en El Escorial y me contrataron en la tienda porque, según ellos, tenía alma de vendedor. Me encantó la experiencia. Se lo conté a mi padre, y fue él quien me animó a montar una tienda de hockey. En ese momento estaba estudiando primero de ADE y decidí contactar con un par de marcas de Suecia: así empecé a vender hockey en mi casa, y online.
A los pocos años evolucionó hacia la creación de una tienda de balonmano, que hoy en día sigue siendo una de las líderes en España. Así continuamos hasta 2020, cuando la pandemia afectó al balonmano, al ser un deporte de contacto, con agarrones y forcejeos. En ese momento, yo estaba muy enganchado al pádel, al igual que otros dos colaboradores de la empresa, y pensamos en montar una tienda mientras el balonmano se recuperaba. Lo que creíamos que sería algo temporal, terminó convirtiéndose en nuestro negocio principal.
Mis padres son artistas, ambos pintores, así que crecí en un entorno donde siempre se me animaba a probar cosas nuevas
De todos esos negocios, ¿hay alguno que considere que fue clave para formarse como emprendedor?
Creo que de todos aprendes algo. Desde los cromos hasta las fiestas de Nochevieja. Lo que he aprendido estos últimos cuatro años ha sido una locura, sobre todo el escalar una empresa de cuatro a 35 empleados. La información pasa de fluir entre cuatro personas a departamentos donde ya no todo el mundo se entera de todo, y eso cambia muchas cosas. Lo que más me gusta es acelerar, pero hay que saber cómo transmitir, cómo manejar a la gente y como fluir la información.
¿Cómo le ha influido la mentalidad de su abuelo y su familia?
Mis padres son artistas, ambos pintores, así que crecí en un entorno donde siempre se me animaba a probar cosas nuevas. El entorno, para mí, es fundamental. Si en casa no me hubiesen apoyado cuando empecé, por ejemplo, con las primeras ventas online de palos de hockey, o si hubiesen dudado de mis proyectos, mi mentalidad habría sido muy diferente. Al final, la forma de pensar se forja en gran medida por el ambiente que te rodea, y en mi caso tuve la suerte de contar con un entorno muy bueno.
En los momentos difíciles hablo mucho con mi padre: él siempre busca lo positivo. Y cuando las cosas van demasiado bien, también me ayuda a poner los pies en la tierra. Es un equilibrio. Haber crecido con alguien que, como él, ha vivido etapas de gran éxito vendiendo sus obras, pero también momentos en los que apenas vendía, me ha enseñado mucho y me hizo entender la importancia de la continuidad.
En 2024 cerramos con 16 millones y este 2025 esperamos cerrar un poquito arriba de los 20 millones. Y para los próximos años no tenemos expectativas
¿Cuál es el éxito de PadelProShop?
Todo el pádel va como un tiro, y no solo a nivel nacional, también internacional. Madrid, Barcelona, Málaga... estás tomando algo y ves a alguien con las palas, mochilas... Gracias a Dios las pistas se llenan y a la gente le gusta el deporte. Nuestro slogan es “We Speal Pádel” porque nos encanta lo que hacemos, desde mimar el servicio, porque somos la tienda que más rápido envía los productos, hasta el servicio de atención al cliente si algo se estropea. Hasta Amazon se ha dado cuenta de que el cliente quiere ser atendido y quiere atención cuando necesita ayuda en esos momentos “críticos”.
En redes sociales también tenemos mimo, intentamos estar cerca de los clientes dándoles toda la información, las últimas noticias de los productos, lo que funciona mejor... Diría que la clave no es hacer nada extraordinario, sino bien cada uno de los pasos de la compra online. Por ejemplo, yo estoy obsesionado con Amancio Ortega, porque fabrica camisetas y las vende en tiendas, pero todo el resto, los pasos que lleva a cabo los hace increíbles. Y hacerlo así lo ha convertido en uno de los 5 tíos más ricos del mundo y la tienda donde todos vamos a comprar.
¿Habéis podido colaborar con profesionales del mundo del pádel en redes?
Ahora tenemos dos jugadores a nivel mundial, Franco Stupaczuk, número 5 del mundo, y Carmen Goenaga, que es una chica joven, que ahora mismo está en las ocho primeras parejas y que tiene un potencial brutal. También tenemos a Dani Montero, que es nuestro eslabón o buque insignia, que es como la persona que más sabe de reviews de palas en el mundo, y luego otros influencers que nos dan una imagen más cercana.
En septiembre de 2020, nos dimos cuenta de que el balonmano, al menos en el formato que manejábamos en balonmano, no iba a volver pronto. Ahí pensé: “Esto hay que solucionarlo”
¿Cuáles fueron los pasos iniciales para montar la tienda y lograr facturar 100.000€ en un mes?
En septiembre de 2020, nos dimos cuenta de que el balonmano, al menos en el formato que era, no iba a volver pronto. Ahí pensé: “Esto hay que solucionarlo” y se me ocurrió adentrarnos en el mundo del pádel. Me puse en contacto con proveedores que ya conocíamos y durante dos meses y medio nos dedicamos a preparar la web, crear los productos y trasladar nuestra experiencia de balonmano al pádel. Para el lanzamiento, organizamos un Zoom con clientes de balonmano, amigos del mundo del pádel y conocidos de estos, invitando a todos los que pudimos. Recuerdo que había unas 250 personas conectadas. También creo que el éxito inicial se debe a que en balonmano siempre hemos mantenido una relación cercana con los clientes, y eso generó mucha sintonía desde el principio.
¿Expectativas salariales de facturación para los próximos años?
En 2024 cerramos con 16 millones y este 2025 esperamos cerrar un poquito arriba de los 20 millones. Y para los próximos años no tenemos expectativas.
Dioni Ugalde junto a amigos
España es vuestro principal mercado, pero también estáis en LATAM y USA. ¿Cómo ha sido esa expansión y qué aprendizajes habéis tenido de cada mercado?
El pádel es un deporte que entra fuerte en los mercados, pero hay que medir bien su desarrollo para no sobreestimar ni subestimar su potencial. Cada mercado es diferente: España lleva muchos años y es complejo, con mucha venta de segunda mano, mientras que en lugares como Emiratos, Sudamérica o Centroamérica el público es más pudiente y la dinámica cambia. Nuestra estrategia ha sido vender a todo el mundo, analizar qué mercados funcionan y adaptar acciones concretas, como traducir webs, formar a personas locales o estudiar el potencial real de cada país. Actualmente, seguimos trabajando en idiomas y en estrategias para crecer.
¿Qué aprendizajes se lleva?
Hay dos aprendizajes fundamentales. Primero, un negocio, como la vida, es como construir un edificio: necesitas tener claros los valores y el concepto que quieres transmitir. Una vez definidos, hay que planificar los pasos, dar responsabilidades y priorizar actividades. Por ejemplo, al lanzar una pala de pádel, debes definir qué la hace especial, cuándo fabricarla, probarla, lanzarla y cómo seguir las ventas. Tener una estrategia clara basada en valores y fundamentos hace que todo el proceso sea más sencillo. El segundo aprendizaje es mantener siempre el foco. Es fácil distraerse con nuevas ideas o tendencias, pero hay que preguntarse: “¿Esto me acerca a mi objetivo principal?” En mi caso, ser la mejor tienda de pádel del mundo. Si una acción no contribuye a ese objetivo, aunque sea rentable, no es prioritaria.
